Apenas va un día de que mis papás se fueron y sin motivo alguno mi omega está realmente inquieto, al mínimo ruido se altera creyendo que hay peligro aunque solo sea Linda entrando o saliendo de su departamento situado frente al mío, prepare un té esperando este ayudara a calmarme pero no parecía funcionar, solo en los 20 minutos que hable por teléfono con mamá estuvo tranquilo aunque no del todo, era una sensación totalmente desagradable, di vueltas por toda la casa, comí, trate de dormir pero simplemente nada ayudaba para calmar a mi omega.
Fui a mi habitación en un segundo intento de dormir pero al instante mi omega tomo el control de mi cuerpo, moví la cama a la habitación vacía del departamento dejando un gran espacio en mi cuarto, quite las cobijas y colchón de mi cama dejándolos en el suelo, busque en un armario más cobijas dejándolas con las demás, fui a la habitación de mis papás retirando las cobijas de su cama para llevarlas a mi habitación, también tome algunos peluches de mi madre, algunos míos de cuando era niño, las almohadas de mis papás y las mías.
Con un lazo amarre unas mantas en diferentes clavos de mi habitación para que estás quedaran como paredes y techo, luego de eso tome un pequeño descanso ya que sin haber hecho mucho me sentía agotado, unos minutos después acomode el colchón, tome el resto de las cobijas acomodandolas en el una sobre otra hasta que quedara mas acolchonado, de nuevo tuve que tomar un descanso ya que sentí un dolor en el abdomen bajo, cuando esté cesó continúe con mi labor acomodando las almohadas y peluches, parecía estar listo pero aún faltaba algo, busque entre algunas cajas que tiene mamá y tome una serie de foquitos navideños, los acomode de forma que iluminarán perfectamente todo el espacio aún que la habitación estuviera a obscuras, al terminarlo estaba muy satisfecho con el resultado.
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Cuando estaba dispuesto a dormir un poco en mi nuevo espacio escuche el teléfono sonar así que con pereza fui a la sala para responder.
LLAMADA Amapola: ¿Cómo estás Ari?, ¿Ya comiste? Aristóteles: No, apenas lo haría, estaba un poco mmm... Ocupado Amapola: Sabes que no debes saltarte comidas o se puede repetir lo de tu celo Aristóteles: Ya se, pero tengo sueño, ¿Puedo mejor comer mañana? Amapola: No Aristóteles, si sigues así me regresaré Aristóteles: Era broma ahorita caliento la cena y como Amapola: Eso espero, si no le diré a tu tía Blanca que te lleve las comidas o vas tú a su departamento Aristóteles: No, estaré bien mami, te lo prometo, voy a comer bien como dijo el doctor Amapola: Te creeré, si no lo haces me voy a enterar Aristóteles: Si mamá Amapola: Ya debo colgar mi Aris, come bien, te hablo mañana Aristóteles: Si mami, descansa, te quiero mucho Amapola: Y yo a ti mi Aris FIN DE LA LLAMADA.
Prepare unas quesadillas y un poco de leche con chocolate para cenar, luego de eso revise que la puerta estuviera cerrada para ir a mi habitacion, mientras estaba fuera de esta mi omega estaba realmente inquieto, además que el dolor en mi abdomen seguía aunque con menos intensidad, al entrar a mi habitación mi omega volvió a tomar el control de mi, me acosté entre las cobijas abrazando las almohadas de mis papás, ese olor familiar estaba calmando un poco a mi omega.
Intentar dormir estaba siendo todo un reto aunque me sentía cómodo y seguro mi omega seguía un poco inquieto y yo no entendía el motivo, fui a la cocina dispuesto a preparar un té que pudiera tranquilizarme pero mi caprichoso omega ganó sobre mi parte humana y terminé con chocolate caliente y galletas de chocolate, eso definitivamente puso de mejor ánimo a mi omega.
Cuando terminé de comer intente dormir pero no lo lograba, me removía pero no podía dormir más de cinco minutos, moví las cobijas, las almohadas, reacomode los peluches, apague las luces, las volví a encender y nada ayudaba aunque moría de sueño y mi omega ya estaba tranquilo, al final termine recostandome de lado abrazando algunas almohadas en las que estaba ligeramente recostado y eso logro calmar el dolor que comenzaba a aparecer en mi espalda, luego de eso no paso mucho tiempo cuando finalmente logré dormirme.
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