En Ti Tengo Todo. (omegaverse)

XXVIII

CUAUHTÉMOC

Era un nuevo día y debemos enfrentar a la familia de Ari que ahora deben estar furiosos por los impulsos de mi alfa, me bañé y arregle mientras Ari estaba alimentando a su bebé, en el tiempo que estuvo en su casa parece que aprendió a cuidarlo aunque no quiero imaginar cómo ya que cuando nos conocimos decía que lo obligaban a hacerlo, la verdad mejoró bastante en los cuidados a su cachorro aunque todavía lo deja llorando cuando se desespera pero ya lo cambia bien, aprendió a cargarlo y lo alimenta más lo que es bastante notorio en el pequeño porque ha crecido bastante aunque aún sigue pareciendo recién nacido.

Mientras acomodaba todo lo que mi alfa compró Ari se bañó y arregló, el bebé estaba dormido en la carriola así que solo estuve revisando que no despertara o se moviera y la cobija cubriera su cara porque se puede asfixiar, cuando Ari salió del baño se quedó unos minutos arreglando sus rizos frente al espejo, en verdad es lindo y no lo voy a negar, es probablemente el omega más hermoso que he visto pero yo no puedo verlo más que como un amigo, al menos no ahora, recientemente terminé una relación y para mí el es como un niño, no diré que jamás podré verlo de otra forma pero por ahora eso no sucederá.

Cuauhtémoc: ¿Pido el desayuno, vamos a algún otro lado o vamos a mi departamento y te preparo algo?
Aristóteles: Vamos a tu casa, me gusta tu comida
Cuauhtémoc: Ven, siéntate un momento
Aristóteles: Estás muy serio... (se sienta en la cama con el)
Cuauhtémoc: Antes de ir al edificio necesito hablar contigo y tranquilo que creo yo no es nada malo
Aristóteles: Te escucho
Cuauhtémoc: Bueno, para empezar se que mi alfa ya te ofreció vivir con nosotros, yo aquí llegué por trabajo, uno que pronto terminaré, después debo ir a otros dos estados más y debo volver con mi familia a Toluca
Aristóteles: Dijiste que no estabas casado...
Cuauhtémoc: Y no lo estoy, por familia hablo de mi padre, mis tíos, mis hermanos, todos ellos
Aristóteles: Yo voy contigo
Cuauhtémoc: Ese es el punto, somos de lugares diferentes, para empezar estás acostumbrado a un clima cálido y en Toluca te me vas a congelar, nuestras vidas se han desarrollado en lugares muy diferentes, yo no quiero estar tan lejos de mi familia y tú ahora dices que vas conmigo pero te apuesto en la primer semana ya los extrañarás, yo no quiero dejarte aquí porque realmente no confío mucho en tu familia pero tampoco quiero llevarte lejos donde es muy probable que estés triste porque los extrañas
Aristóteles: Entiendo... Tú no me quieres... Quiero volver a casa... Yo voy a casarme, no debí escapar...
Cuauhtémoc: (lo abraza) Olvida eso, encontraremos una solución al problema, hay otra cosa importante, Ari, yo sé que ya cuidas mejor a tu bebé y en verdad me alegro por los dos parece estar muy sano pero...
Aristóteles: (lo interrumpe) No se irá con otra familia, es mío, yo soy su familia
Cuauhtémoc: Ari cuando alguien toca tu cuerpo sin tu consentimiento o cuando alguien aprovecha tu celo para hacerlo justificando que tu omega aceptó se considera violación que es abusar de una persona en este caso de manera sexual y solo basta con que uno de los dos no esté de acuerdo para que sea considerado violación y es un delito
Aristóteles: Eso es feo
Cuauhtémoc: Ari, ¿Tu aceptaste que alguien tocara tu cuerpo?, ¿Aceptaste que un alfa tocara tus partes íntimas?
Aristóteles: No, yo no conozco a ningún alfa, solo a ti y los de mi familia
Cuauhtémoc: De acuerdo, ¿Sabes quién es el padre de tu bebé?
Aristóteles: Yo, el otro padre no se, mis papás y mi abuela están enojados por eso...
Cuauhtémoc: No deberían, tal vez tu o tu omega no lo recuerdan pero alguien les hizo daño pequeño, por culpa de un alfa estúpido ahora debes cuidar de ese bebé, Ari, hay leyes que te protegen, no pueden obligarte a cuidar un bebé producto de una violación, por ley si lo decidias podías no tenerlo y como en este caso el ya nació puedes darlo en adopción, no tienes que cuidarlo y no pueden obligarte a hacerlo, pero quedarte con el o darlo a alguien más es tu decisión, por eso te haré una pregunta, ¿Lo quieres?
Aristóteles: Si, es bonito y chiquito, me gusta su aroma
Cuauhtémoc: ¿Lo quieres cuidar tu o prefieres que lo haga otra persona?
Aristóteles: No, yo puedo hacerlo, el me hace compañía para no estar solo
Cuauhtémoc: Entonces no mencionaré nunca más este tema, te voy a ayudar a cuidarlo
Aristóteles: (emocionado) ¿Tu también quieres ser su familia?
Cuauhtémoc: Si Ari, estaría ciego para no ver el gran ramo que ya te dió mi alfa para iniciar el cortejo así que si después de este decides casarte conmigo por muchos años ese cachorrito, tú y yo seremos una familia
Aristóteles: Yo quiero eso (lo abraza)
Cuauhtémoc: Entonces vamos al edificio, dejamos todo esto y vamos con tu familia para que vean que están bien
Aristóteles: Si, quiero que todos vean a mi alfa.