D I E C I N U E V E

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SeulGi suspiraba mientras abrazaba a un lloroso JiMin quien había llegado a su casa empapado hasta los zapatos por la lluvia, sollozando mientras le mostraba las fotos que la maldita prensa les habían tomado a ChanYeol y a él, repitiendo una y otra vez que jamás volvería a ver a YoonGi y que las personas en internet eran jodidamente crueles cuando se lo proponían. En respuesta a todo esto, la mujer rápidamente le brindó su apoyo, una toalla para que se seque e hizo espacio en su cama, dejando que el contrario abrazara a los peluches que sus ex le habían regalado para tratar de alivianar su desesperación.

—¡Acaba de decirme que parezco un cerdo! —le enseñó la pantalla del celular con las mejillas bañadas en lágrimas—. ¿De verdad lo parezco? Mis mejillas no son... tan rellenas... ¿o sí? —volvió a mirar la pantalla, una mano sobre su mejilla derecha para estar seguro de lo grandes que eran y ella simplemente le arrebató el aparato de las manos, viendo la cara desolada del menor.

—Bien, oye, estás concentrándote en absolutamente todos los malos comentarios, aquí por ejemplo dice que eres encantador —decía ella mientras bajaba por la pantalla, buscando algo que no fueran insultos—. Oh, y aquí dice que te ves precioso con el cabello negro —seguía bajando.

—No creo que digan eso, Gigi —murmuró, sorbiendo su nariz y mirando con tristeza el peluche de gatito que descansaba en su regazo, por un segundo pensó en YoonGi y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

Ella bloqueó el celular y lo dejó de lado, acercándose de nuevo al contrario.

—Escucha cariño, tú no le debes explicaciones a nadie, eso fue un completo malentendido y estoy segura de que YoonGi lo entenderá si le explicas con calma —le dijo tranquilamente, aquello era algo obvio, pero JiMin necesitaba que alguien se lo dijera.

—¿Y si no quiere escucharme? Es decir... todo está tan mal que seguro debe estar agotado —sorbió su nariz, demasiado aterrado de esa opción—. No lo culparía...

—JiMin, él es un hombre maduro, va a escucharte y si no lo hace, harás que te escuche —le dijo castamente, segura de que su amigo había escogido a una persona razonable. Su seguridad pareció llegar un poco a JiMin ya que este le sonrió suavemente—. También Yeol es una mierda y ya está más que claro de que él definitivamente no es una opción con todo el tema de tus padres.

JiMin suspiró con cansancio.

—Ellos lo aman...

—Eso no significa que debas tenerlo cerca para hacerlos felices a ellos, ¿bien? —lo miró a los ojos—. No puedes dejar que se involucre de nuevo, solo habrán más problemas.

JiMin suspiró temblorosamente. "No dejar que te pisoteen" es mucho más fácil de decir que hacer si se tiene en cuenta que había dejado que lo hicieran toda la vida y de que no estaba muy seguro de la diferencia.

—Sé que no es fácil ignorar algo como esto, pero... uh... si no tocas ese celular te daré de recompensa el pastel que he estado guardando para cuando terminemos los parciales de neuroanatomía —le dijo con una sonrisa.

JiMin sonrió ligero y asintió lentamente, su amiga besó cada una de sus mejillas y se levantó de la cama.

—Bien, iré por el pastel más chocolatoso que has probado jamás y mientras comemos podemos hablar de lo que sea que no tenga que ver ni con Suga, ni con tus padres, ni con el grandísimo innombrable imbécil.

Ella salió de su habitación y con algo de culpa, JiMin miró de nuevo su celular antes de tomarlo entre sus manos, abriendo de nuevo la aplicación que lo había estado atormentando desde hacía horas.

Él había dejado a sus padres en el hotel en la mañana y ahora en la tarde el "chisme" se había vuelto de lo único que todos hablaban; no les importaban las otras estrellas, todos parecían haber puesto sus ojos en el chico que engañaba al famoso rapero y exitoso productor Min Suga.

❝Eres muy mayor para ser mi novio❞ • myg + pjm [LIBRO #2]Where stories live. Discover now