Una tragedia deportiva

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ESTADIO MONUMENTAL

BUENOS AIRES


Toda (o casi toda) ciudad cuenta con una tragedia deportiva. En el caso de la provincia de Buenos Aires, ocurrió un 23 de junio de 1968, en el Estadio Monumental, del Club Atlético River Plate, uno de los mayores equipos de futbol argentino en la actualidad.

    Ese día se jugaba el superclásico de la liga argentina: Boca Juniors-River Plate. Aquel partido transcurría normalmente, como cualquier otro. El segundo tiempo estaba a punto de terminar, y los más de 90000 espectadores se desesperaban para ver el resultado final. 

    Después de los noventa minutos de juego, la mayoría de los espectadores se quedaron festejando el partido, con la esperanza de poder acercarse a algunos de los jugadores del equipo del que eran hinchas. Pero una parte del público decidió que ya era hora de salir del estadio. El partido ya había terminado, y ¿para qué seguir allí? Pero se llevaron una gran sorpresa cuando al querer abrir una de las puertas de salida (la puerta 12, para ser precisos), esta no abría. La gente, desesperada, comenzó a arremolinarse e intentar abrir la puerta por todos los medios que se le ocurrían. Sus actitudes se tornaron tan violentas y ansiosas, que sin darse  cuenta, literalmente pisoteaban a muchos de los espectadores que estaban allí, hasta matarlos. 

    Setenta y un personas fallecieron en esa avalancha que se produjo al no poder abrir las puertas. Ese día, un día de partido clásico, que debería terminar con personas festejando los goles del equipo que alentaban, termino volviéndose una gran tragedia que muchas personas sufrieron. 

    Pasaron ya muchos años desde este trágico accidente, y a pesar de las investigaciones, las causas del "accidente" siguen sin ser aclaradas.

    En la actualidad, se dice que cada 23 de junio, aparecen en el barrio los fantasmas de las setenta y un personas fallecidas. 

    Un restaurante ubicado sobre la Avenida Figueroa Alcorta (cerca del Estadio Monumental) cuenta que a fines de junio de cada año, en la fecha del accidente,  no sirven ningún tipo de infusión, ya que estas se tornan de un color oscuro y un sabor extraño. 



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