·IV·

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—Hola, soy Taehyung, ¿Como te llamas?

Un nido de hilos dorados como cabellera, ojos azules lapiz lazuli con párpados caídos junto con flecos suaves y finos bailando cuando los ya mencionados párpados se cerraban y volvían a abrirse, mandíbula en V, cejas con un marrón perfectamente seleccionado, piel morena, reluciente y a simple vista apetecible, nariz preciosa, una sonrisa tanto cuadrilátera como angelical y unos labios carnosos, rojizos y en forma de corazón fueron los causantes para que el menor tenga que tragar la lechuga que tenía todavía en su boca para después quedar boquiabierto mirando, que digo, apreciando la criatura que se posaba en frente de él.

Era el chico que estaba junto al muchacho de facciones gatunas, riendo en el pasillo. En aquél momento, no había podido analizar en detalle al individuo que tenía en frente.

Guárdate un poco de dignidad, idiota.

— Hol- — Interrumpido por un enano, genial.

— ¡JungKook! ¡Hey! ¡Bro! - Decía un peliblanco desesperado, sosteniendo una bandeja con sus brazos y con su cadera la puerta de la cafetería.

Asombroso, otra vergüenza para la lista.

— ¡Idiota, mira para acá! — El azabache no tuvo otra opcion que girar el eje de su cabeza para observar al culpable de no poder tener una conversación coherente con el tesoro que tenía en frente, bufando.

— ¡No me mires así, estaba muy preocupado! — Dijo el enano, digo, el peliblanco de baja estatura, aún en su misma posicion.

— Perdón, mi amigo es un enano molesto per- — De nuevo, esto no me está gustando.

— TE ESUCHE, PUTO, MÁS RESPETO PARA TUS MAYORES — El rubio no sabía si reírse de la situación o tener miedo por su vida, dado a que el enano, joder, el amigo del muchacho nuevo parecia una bola de fuego apunto de estayar y estrellarse contra la mesa enfrente suyo.

Pequeño pero peligroso.

— Discúlpame, ¿Necesitas algo? — El mayor trató de dar su mejor sonrisa para calmar ese rostro que con sus facciones lo único que demostraba era temor por su vida.

— Ehh, y-yo solo quería...s-sentarme cont-tigo — Dijo el pelidorado un poco apenado con las mejillas color carmín al recordar el interés y curiosidad que le causo la obra de arte que tenía en frente.

— Oh, bueno, si quieres podemos sentarnos juntos mañana, ¿Te parece? — Dijo manteniendo su sonrisa que le daba una vista demasiado tierna al menor.

— Sí, me parece increíble, no creo que estes disponible con él estando tan furioso y descuartizándote con la mirada. — Musitó teniendo cierto sarcasmo en sus labios mientras señalaba a la puerta de la cafetería, haciendo soltar una carcajada al pelinegro y teniendo como consecuencia una curva alegre pero sellada en los labios del mayor al ver que provocó ese bonito efecto en el de ojos oscuros.

— Sí, es mejor que vaya antes de que me insulte de nuevo y explote, nos vemos mañana, ¿Entonces?

— Aquí te esperaré.

Mantuvieron sus miradas por, exactamente, siete segundos. Los dos sintieron algo en el pecho, una sensacion unica, no habían tenido el privilegio de presensiarla antes.

Pero, como siempre, fueron interrumpidos por los chillidos del, no me equivocaré de nuevo, pitufo...mierda. Acompañado con unas risas lejanas de una mesa al fondo.

— ¡ESTÚPIDO, NO TE QUEDES AHÍ EMBOBADO, VEN Y AYUDAME CON LA MALDITA PUERTA!

— Ok, me voy, adiós. — Se levanta de su asiento y eleva con sus manos la bandeja para llevarse su ensalada de una fruta y dos verduras que tenía un muy grande parecido con la cara del pelinegro ya que sus mejillas, orejas y nariz parecian un tomate en su mejor punto.

Bonito.

— Solo una cosa más, ¿Taehyung? — Balbuceó el azabache con un sonrojo de oreja a oreja que por poco no se extendía hacia su cuello y frente. Sorprendiendo al menor que se había dado la vuelta dispuesto a marcharse con rumbo a la mesa ya menvionada donde provenian risas ahogadas.

— ¿Si?

— Lindos labios.

Casi se antraganta con su propia saliva, casi.

— G-gracias, Jungkook

— Oh, no es nada, lindo.

— Esta bien, adiós. — Eso sí, le pudo reemplazar su anterior semblante sereno por un sonrojo intenso, mientras que el contrario se fue victorioso hacia la puerta de la cafeteria a ayudar a su gnomo gruñon.

Lindo.

Na.

·•·

— ¿Y?

— ¿Cómo te fue?

— ¿Te quedaste paralizado mirándolo?

— ¿O pudiste finalmente tomarte unas vacaciones en el mundo real de Jungkolan-

— Basta. Dejen de molestar. No dormí bien y se me parte la cabeza.

— Uy, se enojó el pasivo. — Musitó Hoseok con un atisbo de burla, siendo callado por sentir la mirada fija del menor. — Bueno, ya, me callo — Puchereó el pelinegro.

— Cambiando de tema, van a ir a la fiesta de mañana? — Cuestionó el pelimenta, ya un poco harto y sabiendo en que terminaría la situación.

— Obvio~

— Por supuesto.

— Sip.

Todos los orbes se dirijieron hacia el menor del grupo, ya que este no había respondido, porque su cara estaba ocupada por una mueca de confusion que le hizo salir una risa nasal a Hoseok.

— Diosito, soy tu solcito, ¿Porque hiciste a mi amiguito tan putamente cieguito?

— Lo veo y no lo creo. — Balbuceó Sehun.

— ¡¿No viste algo malditamente gigante en la entrada sobre el "baile" — Preguntó, usando sus dedos como comillas en la ultima palabra dicha, Yoongi. — de comienzo de invierno?!

— ¡Exacto! La fiesta donde siempre te llevabams de compañero. Pero este año ya tienes invitacion propia, por ser estudiante, Jackson se va a la mierda con cada fiesta.

— Ni en pedo.

·•·

— Ey, enserio me preocupo por ti.

— Bueno simplemente no nos cruzamos en toda la mañana, puede pasar.

— Agh, siento haber uerido ver a mi mejor amigo luego de dos meses sin vernos. — Vociferó el peliblanco notablemente irritado por la frialdad de su bro.

— Bien~, yo tambien te extrañe mucho, Jiminie, pero ¿Sabes de donde salió ese ángel?

— Me pierdes, es amigo del novio de Jin Hyung, me contó que siempre acompaña a Namjoon y su grupo a los eventos del instituto pero nunca se cambiaba, y finalmente se cambió junto a ellos.

Y Jungkook no pudo tener más curiosidad.

·•·

singularity - ktWhere stories live. Discover now