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~ ¡No Joel! Yo también te puedo explicar mejor que Erick. No entiendo, ¿porqué lo prefisriste a él?- Expresa Mernes muy molesta a través del teléfono - Aparte recién lo conoces, osea.
Emilia seguía y seguía reclamando al ojimiel mientras que él sólo atinaba a cerrar su boca, hasta que ya no pudo hacerlo y sus modales se vieron afectados. Sabía que su pareja se iba a molestar, pero no al extremo de que lo haya llamado sólo para eso.
Gritarle.
~ ¿Sabes? lo preferí a él porque no es tan tóxico como tú - bufa molesto, olvidándose de todo lo que su madre le había enseñado - Aparte si te lo comenté era para que supieras el porque no podría el domingo salir contigo, sin embargo te pusiste loca.
~ ¡Pero...
~ Nada de peros, y mejor hablamos luego, hasta que logres calmar tu ira- colgó y guardó su teléfono en su bolsillo.
La chica realmente se estaba volviendo insoportable, no era la misma chica que se había enamorado. Ya tenía conocimiento de que en toda relación iba a ver problemas, pero nunca pensó de esa gran magnitud.
Se acercó a la casa de Erick y sacudió sus pies en la alfombra que estaba afuera, posó su mano en la tira de su mochila y la otra en la puerta para luego tocar tres veces. Al instante oye unas pisadas que provenían de la escalera y un tímido chico de ojos verdes abre lentamente la puerta dejando pasar a Pimentel.
Erick mira al suelo y hace una señal para que suba a su habitación. El ojimiel le hace caso y lo hace, subiendo y encontrándose con el chico de gafas.
~ Hey, Christopher ¿Como estas? - cuestiona el ojimiel, alzando su mano como gesto de saludo.
~ Bien Joel - hace una breve pausa en sus palabras para mirar a su reloj - bien, pero bien ocupado - completa - lo siento Joel me tengo que ir a recoger a mi mamá de su trabajo.
El chico de cerquillo baja las escaleras logrando despedirse de Erick ya que él todavía no había subido a la planta superior de la casa y saliendo rápidamente de la casa.
Joel ingresa al cuarto del menor y se percata de un pequeño álbum de fotos encima de la cama de este. La curiosidad lo tenta y agarra sin permiso el anuario. Observando fotos de un tierno ojiverde. Cuando Colón sube y se da cuenta de lo que estaba haciendo el rizado, corre hacia él e intenta quitarlo de inmediato, sin embargo este voltea su cuerpo haciendo que Erick no pueda alcanzar dicho libro.
~ ¡Joel! DAME ESO! - Exclama el muchacho subiendose a la espalda del mayor un tanto avergonzado - No te di permiso que agarraras eso - patalea y golpea los hombros de Joel cuanto podía, pero el mayor ni se inmutaba. Tal vez era porque el más bajo no quería darle golpes con toda su fuerza.
El muchacho de rulos ríe y comienza hacerle caballito a Brian mientras seguía mirando fotos de la infancia del mismo. No lo podía creer, pero el muchacho de ojos de color verde había pasado por una etapa de cambios impresionante. No era el mismo a quien hablaba y veía en la actualidad.
