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Tomura me obligó a descansar; tenía tanta preguntas en la cabeza, pero no podía formular ninguna, al menos no claramente, así que creyendo que tal vez después de descansar mejor, todo se aclararía, me dormí sin objetar.

Entre sueños sentí que alguien me sujetaba del brazo, estaba cansada y no podía abrir los ojos, pero aún pude escuchar lo que hablaban, aunque era como entrecortado.

—... qué descanse... dentro de un par de días... segunda dosis... — esa era la voz del doctor — ... esta asimilando...

—¿... estará lista? — Tomura sonaba irritado — ... perder el control... ella debe estar consciente...

—... tiempo... aumentar sus dosis... antes... queda esperar...

El sueño me volvió a invadir, que no pude seguir escuchando, pero tuve un sueño extraño...

Terminé despertando asustada y con la respiración agitada, nuevamente tenía la intravenosa en el brazo, y estaba sola en la habitación oscura, afuera parecía estar cayendo una tormenta, de rato en rato el brillo de los relámpagos iluminaba mi habitación.

Me senté lentamente en la cama dándome cuenta que el dolor había disminuido notablemente, lentamente y en silencio bebí un poco de agua, mientras trataba de ordenar mis ideas.

Quizás lo primero sería la extraña conducta de Tomura, tratando de ignorar el hecho de que estaba casi segura de que él quiso que asesinara a mis padres; su sonrisa, su mirada, todo en él había sido raro; lo segundo la inyección, se supone que mejoría mi estamina, esa era una obvia mentira, por esa tontería había terminado así y luego lo que Tomura dijo:

Pronto lo sabrás, es un regalo especial que estoy preparando para ti

¿Un regalo especial?

Y para finalizar la extraña conversación, solo había entendido alguna palabras, pero de algo estaba segura otra vez me inyectarian esa porquería.

Apreté el vaso con fuerza.

No quería aceptarlo, pero tenía miedo, tenía miedo de no saber lo que Tomura estaba planeando, yo creo...

—... necesito ayuda — susurré

Pero...

¿Quién?

Me sentía impotente, quería gritar, llorar...

No tenía a nadie en quién confiar, además quién confiaría en mí.

Pero...

Mire por la ventana, los relámpagos habían parado, el cielo estaba completamente oscuro ahora, pero una fina lluvia aún caía.

El tiempo pasaba mientras descartaba a quienes podrían ayudarme, me froté la nuca con fuerza al darme cuenta que dentro de este edificio no había nadie en quién podía confiar; eso solo me dejaba...

Recordé a Kirishima, como estiró su mano hacia mí y como golpeó el suelo lleno de frustración por aquel día, quizás el podría ayudarme, pero...

—Demonios — lancé el vaso hacia la pared

Me quedé viendo los trozos de cristal esparcidos por el suelo.

Después de ese día dudo que él confíe en mí, yo lo ataque con un grupo de nomus, no lo culparia si él intentara matarme si nos encontremos de nuevo, pero...

—Escuché un ruido — dijo Dabi entrando a mi habitación

—Toca la maldita puerta antes de entrar a mi habitación — siseé en tres dientes

Redención [Boku no Hero Academia]Where stories live. Discover now