CAPÍTULO 15: OTRA VEZ NO.-

487 43 10
                                    

Tras los acontecimientos vividos junto a Maite, Camino decidió retomar la terapia, su llegada había sido el culmen que hizo rebosar su vaso. Presentía que iba a explotar a la mínima contestación, con cualquier pequeño gesto o salida de tono, imaginaba que todo y todos estaban en su contra. Odiaba con todas sus fuerzas encontrarse así, no quería estar enfadada con el mundo ni vivir bajo el manto del miedo al no ser capaz de expresar sus sentimientos hacia ella. Quería expulsarlos, sacarlos a borbotones, librarse de esa carga emocional que luchaba por salir. Que contradictorio que solo Maite consiguiera hacerla feliz, ella que había puesto su mundo patas arriba. Antes de su llegada, su vida era mecánica, seguía una rutina que le servía como protección, y salirse de esa cotidianidad provocaba su ansiedad, la cual le era imposible de encauzar. Padecía la necesidad de tener todo bajo control, para en cierta manera, encontrar la calma. Sin embargo, todo eso se rompió cuando Maite apareció; las emociones bloqueadas, los sentimientos ocultos, todo salió a la luz, aunque en esta ocasión, no lo presentía como algo negativo sino todo lo contrario. Por primera vez desde que huyeron de Valdeza, experimentaba una corriente de vida.  


El insomnio había vuelto para quedarse, cosa que no ayudaba a mejorar su estado de ánimo, daba vueltas y vueltas en la cama intentando caer en los brazos de Morfeo, pero lo único que conseguía era rememorar recuerdos del pasado que incrementaban su malestar y le causaban un dolor de cabeza horrible. Llevaba semanas con ese nudo en el pecho que le impedía respirar, y las continuas discusiones con su madre no ayudaban. Su terapeuta le había recomendado escribir todo aquello que le inquietaba.


"Cuando disfrutas tanto con algo, el tiempo vuela y por mucho que quieras retenerlo no puedes hacer nada para evitarlo. Ojala estuviera en mi mano parar el reloj, detener las horas y congelar un momento para revivirlo en bucle, desde todos los ángulos y perspectivas posibles" - escribió en un trozo de papel.


Eran las 6 a.m. y ahí estaba, llevando su pijama de Minions, sentada en el escritorio con la luz de la lámpara de noche reflejada en el cristal de la ventana. Se giró en busca de la caja, aquella donde guardaba los desnudos y ahora, sus secretos más ocultos. Permanecía en su sitio, en aquel rincón encima del armario, tapada entre varias mantas de Frozen y La Sirenita. Cada vez estaba más llena, iba a necesitar otra...o debería intentar abrirse un poco más a las personas y dejarse de tanto papelito. Qué bonito en la teoría, pero que difícil en la práctica. Hasta Aroa lo había notado, ya no quedaban tanto como antes, pues cuando se encontraba en esa situación, con la ansiedad por las nubes, su reacción era alejarse y desconectar. A veces es necesario no estar para todos porque nos hacemos falta para escucharnos, arreglar nuestro interior, enfrentar nuestros miedos, pero sobre todo, para sanar emocionalmente. Lo último que sabía de ella, era por un mensaje de whatsapp donde le compartía una nueva canción "Truco o trato" de su grupo favorito catalogado como una mezcla perfecta entre lo siniestro y el algodón de azúcar.  “Los monstruos más temibles son los que se esconden en nuestras almas” con esa frase del mago de terror psicológico, Edgar Allan Poe, presentaban nuevo videoclip, el cual le había impactado y aún seguía en estado de shock. Y aunque increíblemente raro, sentía una conexión con la letra. 

Necesitaba cerrar los ojos por unos minutos o su cabeza iba a estallar, así que, cogió sus cascos y  tumbándose en la cama, se dispuso a escuchar la canción por millonésima vez.

Monstruos de papel

cambiando el curso del destino

MAITINO: UN AMOR MÁS ALLÁ DEL TIEMPO.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora