Cuando se asume el amor

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Era un día soleado en la ciudad en donde habitaban los Forger. Anya se preparaba para irse a la academia Eden como de costumbre con la ayuda de sus padres. Anya usaba su uniforme. Según su amiga Becky, hoy era un día importante, debido a que era catorce de febrero, es decir, el día de San Valentín. Entonces, al llegar a la academia y al encontrarse con Becky empezaron a hablar de ese tema mientras se acercaban a la sala de clases. Obviamente al ser sólo unas niñas, no entendían la profundidad del significado del día de San Valentín. Pero Damian Desmond sí, él lo entendía a cabalidad y ¿por qué? sencillamente porque le preguntó a su hermano mayor el significado del día. Supo de inmediato que ese era su día para interactuar otra vez con Anya, y todo porque en el desayuno, en la caja de su cereal tenía cajitas sorpresas dentro y le salió justo una cajita que tenía algo que estaba seguro que la haría muy feliz. A su mente lo primero que se le vino fue el rostro alegre de Anya, y a pesar de que solo eran unos niños, se moría de ganas por verla sonreír después de haberle dado el regalo. Así que, sólo necesitaba encontrar el momento oportuno y ojalá algún momento en donde Becky no estuviera a su lado. Además, durante esa plática con su hermano, él le hizo entender que realmente lo que él sentía por la niña era que a él le gustaba ella. Le costó asumirlo pero después creyó que mientras más pronto lo aceptara, mejor sería. Así que, finalmente se resignó a la verdad a pesar de tener una corta edad.

El día pasó con una tranquilidad sospechosa, o al menos eso creía Anya que se encontraba ya en la hora del almuerzo junto a Becky, sin embargo, ella tuvo que ir al baño y Anya le dijo que guardaría una mesa. Damian y sus amigos pasaron por su lado ignorándola, pero de pronto Anya escuchó que Damian les decía que se le había quedado algo olvidado en la sala en donde habían tenido clases, por lo que devolvió sus pasos y al pasar al lado de Anya le dijo en voz baja y disimuladamente:

一Te espero en el jardín de la academia.

Así, Damian salió rumbo al jardín sin más, esperando obviamente que ella le siguiera el paso. Ella no quiso escuchar sus pensamientos, porque prefería quedarse con la duda. Pero era evidente que él quería reunirse con ella, así que no lo pensó más y partió minutos después de que se quedara pensando que quería Damian con ella en el jardín.

Al llegar allá, vio a un Damian que parecía ¿nervioso? quizás. Esa era la impresión que le daba. El más joven de los Desmond, al ver como llegaba Anya a su lado, se armó de valor.

一Te regalo esto 一soltó Damian avergonzado mientras extendía su mano para poder entregárselo.

La niña comenzó a oír los pensamientos de Damian involuntariamente, que hablaban de: "que lo acepte, que lo acepte, necesito verla sonreir". Ante ello, Anya extendió su mano igualmente para aceptar el presente, y al abrirlo quedó impactada. Era un anillo, de juguete, que tenía un corazón en su parte superior, era de color verde. Así que le haría juego con sus ojos. Sonrió inevitablemente pues jamás en su vida pensó que Damian, le regalaría algo.

Él por su lado, miraba a la pequeña niña embobado, pues pudo verla sonreír al fin.

一Muchas gracias, Damian 一respondió Anya, llamándolo por su nombre pues la ocasión lo ameritaba. Entonces, ella recordó algo que le había dicho Becky sobre el amor, y como forma de agradecimiento, Anya aprovechó que Damian no le miraba y le dio un dulce beso en la mejilla de él.

Ante ello, Damian quedó más avergonzado que de costumbre. Como si su corazón diera un vuelco acelerado incapaz de volver a la normalidad. Estaba sorprendido, nunca antes una chica lo había besado en la mejilla, Anya era la primera. Él vio que ella estaba avergonzada y lo último que vio fue que la niña salió corriendo, mientras él se quedaba embelesado por el gesto reciente y se tocaba su mejilla con su mano.

Anya y Becky estaban almorzando con tranquilidad, mientras Becky le preguntaba acerca de su nuevo anillo, ella le dijo lo que había pasado y la amiga se sorprendió. Luego, le comentó que al otro día debía darle algo a Damián, en el día del blanco.

El día transcurrió sin más, y finalizando las clases Becky optó por ayudar a Anya a escoger el regalo para Damian. Estaban en una tienda en donde vendían papelería y souvenirs, y Anya vio algo que le encantó. Era un lápiz de color marrón con un pequeño perro en su tapa. Asumió que al niño le encantaría tanto como a ella, así que lo compró sin más.

Al otro día, Anya se acercó al asiento de Damián, aprovechó la oportunidad de que sus amigos aún no habían llegado y se lo entregó sobre su mesa.

一Toma, esto es por el día del blanco 一inquirió Anya con una sonrisa que Damián encontró demasiado tierna. "Vaya, ella es muy linda. Ahora me regala esto, sólo porque le di el anillo". Anya estaba impactada por lo que había pensado Damian, pero asumió que esto era lo mejor.

一Gracias 一respondió el niño desviando su mirada con un rubor salvaje.

Así, Anya y Damian se fueron haciendo cercanos casi a escondidas de los demás, y al ser niños su amistad se fue fortaleciendo con el pasar de los años, hasta llegar a la juventud.

To be continued...

El amor siempre floreceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora