29.

538 129 19
                                    

Se miró a sí mismo, o quizá a una persona idéntica a él con la cual no se sentía familiarizado, yendo a una zona poco concurrida, por no decir solitaria.

¡Estaba escapandose!

El joven que a esas alturas apenas estaba cruzando de la etapa de la adolescencia a la juventud, seguía siendo tan travieso como un niño. Aunque vestía ropa elegante y había viajado al reino aliado con su padre para algo verdaderamente formal y de honor, tenía la imprudencia de escaparse de ahí por puro aburrimiento. Pero claro que no lo haría solo.

Detras suyo había un chico también bastante joven, con un rostro ligeramente aniñado todavía, que empezaba a dar profundas señales de rasgos masculinos en algunas partes de su cuerpo. Ese chico era Hoseok en una versión bastante joven y despreocupada, pero nunca informal.

— Su Alteza, deberíamos volver. —susurró un poco temeroso por la respuesta— si se dan cuenta de nuestra ausencia, nuestros padres van a preocuparse mucho y harán un escándalo innecesario.

Hyungwon, quien claramente era el autor del crimen, se negó a soltar el brazo del chico mientras se adentraba a lo que parecía ser alguna zona del castillo repleta de árboles frutales de muchos tipos.

— Te he dicho que no me digas así. —le regañó un poco enfadado por el título— estamos solos, y es molesto que lo digas así incluso cuando no están nuestros padres aquí.

Wonho sonrió levemente, pero no estaba siendo observado.

— Es mi deber respetarte como heredero al trono del reino aliado, su alteza. —bromeó.

Hyungwon se detuvo en seco y se dio la vuelta para mirarlo con una expresión bastante cortante.

— ¿Ah sí? —Wonho asintió con una sonrisa burlona y desafiante— ¿Entonces debería llamarte “Capitán”, Capitán?

Se cruzó de brazos muy molesto y Wonho se limitó a hacer una reverencia de respeto.

— Este Capitán está a sus ordenes, Su Alteza Real, Príncipe de Hilya. —mencionó mientras mostraba sus respetos.

Exasperado por el trato tan poco familiar de su amigo, Hyungwon lo ignoró y comenzó a caminar por el lugar en busca de algo interesante, motivado por su personalidad curiosa y valiente. Hasta que encontró algo que podría ser lo que había estado buscando.

— ¿Esa fruta se puede comer? —la señaló para que Wonho la viera. Entonces cuando el mayor asintió, supo que era necesario darle a Wonho un trago de su propia medicina— Entonces necesito que me consigas unas cuantas, Capitán. Es una orden.

Wonho pestañeó un par de veces, sorprendido.

— ¿Quieres que trepe el árbol? —lanzó una mirada hacia el alto tronco y Hyungwon siguió su línea de visión— eso...

El príncipe suspiró.

— Olvidé que le temes a las alturas. —se lamentó— Entonces las conseguiré yo.

Al escucharlo, todos los sentidos de Wonho se alertaron y lo tomó por el brazo rápidamente.

— No subas. —le pidió con preocupación— si caes, no sabría qué hacer o como explicarles eso a todos.

El delgado miró al mayor a los ojos y al ver que realmente parecía preocupado, se retractó. Él estaba más que acostumbrado a trepar arboles, usar su arco y cosas de ese estilo, pero no quiso alterar más a Wonho así que no le dio importancia.

— No subiré... —mencionó con molestia para que su brazo fuera liberado— y si algún día caigo, solo toca mi pecho. Si todavía sientes mi corazón palpitar, entonces significa que estaré bien pronto. —suspiró con pesar— Pero realmente quería de esa fruta.

Timeless Where stories live. Discover now