Niall y yo entramos a la casa, Siam estaba a la espera de todo, tenía una gran sonrisa en su rostro. Mientras que su hermano estaba descuidado ella me pidió que le contara los detalles de todo.
— ¿entonces?—pregunta.
— Saldré hoy con Niall—susurre.
— ¡Oh que genial!—chilla ella
— Si—suspiro.
— Tenemos que ir de compras, por un vestido que haga juego, tienes que impresionarlo hoy...
Salgo junto con Siam y caminamos por las tiendas del pueblo en búsqueda de un vestido sencillo para la ocasión, llegamos a una tienda y encontramos un vestido que para mis ojos era perfecto, sencillo, pero lindo. El vestido llegaba hasta las rodillas, tangos gruesos y un escote de corazón, color palo de rosa con un estampado de flores pequeñas y Siam se compró uno azul agua marina largo, de escote profundo en v.
Ella pago y salimos de la tienda a tomar algo, no sentamos en un pequeño restaurante, ella pidió dos batidos y pudin.
— ¿Qué hay de tu vida zafiro?—pregunta.
— Pues que te digo—sonrío.
— No se cuéntame de tus padres—dice.
— El rey de Atlántida... gobernante de los siete mares, o como le llaman algunos... Poseidón.
— ¡dios mío!—abre sus ojos y tapa su boca—eres hija de Poseidón.
— Es un padre bastante celoso con sus hijos, sobre todo con las chicas.
— Eres como la sirenita, te enamoraste de un humano... pero su padre no lo aprueba ¿Qué pensaría tu padre de Niall?
— Que es un humano que ataca todo que le rodea, que me seduce con mentiras—me carcajeo.
— Bueno Niall es idiota, pero es tierno, y si el pudiera hacer miles de campañas para proteger los océanos, él lo haría, él es otro tipo de surfistas... es dedicado y amoroso—describe ella a su hermano.
— Lo sé, me he dado cuenta—sonrío y muerdo mis labios.
— ¿y tú mama?
— Pues... ella falleció hace un par de años—cuento, no la recuerdo con tristeza.
El pedido llega y empezamos a comer, con el pasar de una hora terminaos y regresamos a casa, en el camino vemos a la tal Andrea, simplemente odiosa, no comprendo cómo alguien puede enamorarse de una personalidad así.
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Mermaid [N.H.]
FanfictionTen cuidado con tus sueños: Son las sirenas de las almas. Ella canta. Nos llaman. Las seguimos y jamás retornamos. - Gustave Flaubert