Capítulo 8.

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Cuando entramos, veo esa enorme mansión y me pregunto cuánta gente vive en esta casa y cuántos empleados tendrán. Mis padres dijeron que ellos tenían dinero, pero no pensé que fuera algo tan exorbitante.

Llegamos cariño- Dice mi madre toda contenta.

Al bajarme del carro, un hombre recibe nuestras cosas y yo saco mi celular antes de que decomisen mi bolso. Entramos al salón principal y me quede estupefacta al ver la hermosura de mansión que tenían.

- ¡HOTSON! Grita un hombre de la misma estatura de mi padre y también debo decir que es muy guapo para su edad.

- Brown, que gusto verte después de tanto tiempo- Le dice mi padre.

- Hola Sophia, hermosa como siempre- Dice el hombre- tú debes ser Amanda- Me dice.

- Un gusto conocerlo señor Brown- Le digo con respeto.

- Pero que educada, llámame, Frank- Me dice- Ya conocen a mi esposa, Mary- Vuelve a dirigirnos la palabra.

Es una mujer alta y delgada, rubia y con unos ojos verdes, mientras que su esposo los tiene color miel, definitivamente son perfectos.

- Deben conocer a nuestros hijos- Dice Mary- Niños vengan a saludar.

- Deben estar inmensos- Dice mi madre.

- Si que lo están, en especial mi niño que ya se creció- Dice Mary.

Sin permitir que nadie más responda algo, veo al chico de la pizzería y a la chica que estaba con él en Starbucks el otro dia y entro en pánico sin saber que hacer. Tengo que admitir que Jake se ve muy guapo hoy, tiene una camisa manga larga azul oscura, que resalta muy bien con sus hermosos ojos y su hermana esta hermosa también, tiene un vestido verde que combina con su cabello rubio y unas zapatillas negras preciosas.

- Un gusto conocerlos familia Hotson-Dice Jake y si él quiere jugar, pues yo igual.

- Jake mira cuanto has crecido, ya eres todo un hombre- Le dice mi madre- Seguro recuerdas a Amanda, ¿verdad?

- Se me hace muy familiar- Le responde el imbécil que me está mirando de pies a cabeza.

- Saluda cariño- Me dice mi madre.

- Un gusto conocerlos y creo que tu no me resultas nada familiar- Le digo con rabia.

- Tu eres la chica ¿no? ¿la del café? - Dice su hermana. Mierda, ahora que le voy a responder si ya arruino todo mi plan.

- Creo que te estás confundiendo de persona- Le digo tímidamente.

- Estoy muy segura de que eras tú y más porque Jake no ha parado de hablar de ti.

Este chico esta demente, es lo único en lo que pienso sin recordar que esta gente está parada al frente mío, pero tengo tantas preguntas como: Si es rico, ¿Por qué trabaja en ese lugar? O ¿Por qué les ha hablado de mí?

- Amanda, están esperando una respuesta- Dice mi madre en un tono bajo y algo avergonzada.

- Oh lo siento, si estuve en esa cafetería, pero no me saludo a mi- Dije muy segura para que no me descubrieran.

- Ves Jake, te dije que tú lo habías inventado solo para llamar la atención- Le dice ella a su hermano, mientras que él está paralizado y completamente pálido.

- Entonces, si aún no se han conocido, pues háganlo, aunque ya se conocen porque jugaban juntos cuando eran niños- Dice mi padre.

- ¡¿QUE?!- Decimos los dos al tiempo.

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