Capítulo 54: Propuesta

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Narra Marizza

Sacudí mi cabeza alejando todo tipo de pensamientos que la invadieran, la habitación estaba iluminada por la tele y Pablo estaba totalmente dormido en la cama. Agarre el control remoto y apague la tele.

-Mi amor -me agache y el solo respondió con un "mmm" - llegue - no obtuve respuesta así que le deje un beso en su cachete y me fui a cambiar.

Todavía estaba en shock por las imágenes que mi cabeza se habían creado, una fantasía totalmente irreal, porque Pablo me ama ¿no? Sería incapaz de hacerme eso, tenemos algo único entre ambos.

Estoy segura él no es así. Me estaba volviendo loca con solo mis pensamientos, mi cabeza me estaba jugando una mala pasada y de alguna manera lo tenía que controlar.

Me convencía que había sido solo una fantasía ridícula, era parte del dolor de cabeza y el alcohol en mi cuerpo.

Me cambie y acosté, no pude dormir, di millones de vuelta en la cama. Tenía sueño, mi cuerpo estaba cansado pero no podía consolidarlo. Así pasaron las horas, vi que el amanecer empezó a hacer presente tenía la espalda semiapoyada en el respaldo de la cama, los brazos cruzados en mi pecho y mi mente dando vueltas, mi respiración era profunda y el nudo en la garganta tal cual como hace unas horas atrás.

Si vamos a ser sinceros no me iba a decir si me iba a hacer cornuda, lo iba a ser sin mi consentimiento.

El cuerpo de Pablo se mueve sobre las sabanas y un brazo me abraza por la cintura, me sentía culpable, el pibe estaba haciendo su vida y yo como una pelotuda se la estaba complicando.

-¿No podes dormir? - pregunto todavía dormido con la voz ronca.

Me limpie unas lágrimas rebeldes que salían de mi ojos y lo vi, estaba con los ojos cerrados en una forma tan pacifica que me hacía revolver todo tipo de sentimientos internamente.

-No - respondí - pero vos seguí durmiendo - me abrazo por la cintura posicionando su cabeza en mi pecho y una de mis manos se fue a su pelo, a enredar mis dedos en aquel cabello color rubio que tanto me gustaba.

-¿Queres que hablemos? - pregunto en esa misma posición.

-No - eso salió de mi boca con la misma facilidad que algunas lágrimas.

Me odiaba por eso, no podía controlar mis sentimientos y mucho menos mi mente, era algo más fuerte que yo, necesitaba aclarar las cosas saber porque me pasaba esto.

La alarma sonó sacándome de mis pensamientos, decidí irme a bañar pero no pude porque unos brazos me frenaron.

-Quédate acá conmigo un ratito - dijo con la misma voz de antes haciendo presión reteniéndome junto a su cuerpo.

-Me tengo que ir a bañar - conteste intentando salir - dale Pablo, por favor.

-Bueno está bien - me dio un beso a la altura de donde estaba su boca y me soltó.

-Gracias - estaba relajada por el hecho de que estaba rara y por suerte no se dio cuenta.

Entre al baño y cuando el agua estaba a mi temperatura ideal me metí bajo el chorro, me lave le pelo, los dientes, el cuerpo y salí. Me había olvidado la ropa en la pieza por lo tanto tuve que salir con la toalla envuelta en mi cuerpo, el cambio de temperatura me hizo poner la piel de gallina. Entre y fui al placar a buscar mi ropa, Pablo seguía durmiendo o por lo menos eso pensé hasta que su mano empezó a recorrer mi parte interna de mi pierna, era inocente no pasaba desde la mitad de arriba, me moví para que no siguiera, no íbamos a hacer nada, ni quería hablar de nada y no era tampoco con esa intención que lo hacia él.

Siempre se vuelve al primer amorWhere stories live. Discover now