Las 12 hijas del Rey de Persse han descubierto un mágico mundo, en el cual podrán escapar de los males que amenazan a su reino.
Pero no serán las únicas en ese mágico mundo.
Ellas, junto con un grupo de desconocidos, tendrán que salvar a Persse de l...
Unos momentos después de haberse enterado que sus invitados eran unos posibles criminales, las princesas se sentían completamente descolocadas.
–¿No ven lo que está pasando?– Capri caminaba de un lado a otro con las mano encima de la cabeza–. ¡Están usando magia negra en papá!
–Eso no lo sabemos– Can intentó pensar positivamente pero sólo se ganó la mirada enfadada de los presentes–. De acuerdo, tal vez sí lo están haciendo.
–Si es verdad, entonces su reino corre un gran peligro– Tauro mostraba rastros de preocupación en su rostro.
–Tenemos que hacer algo rápido– la desesperación se asomaba en los ojos de Sagi.
–No tenemos tiempo que perder– Leo se arremangó la camisa y sus brazos quedaron a la vista. Aria se tuvo que recordar a si misma que el sujeto era un imbécil para poder alejar su mirada de ellos.
–¿De qué hablas?– Scor lo cuestionó.
–Van a enfrentarse a dos criminales que buscan apoderarse de su reino, yo creo que necesitarán toda la ayuda posible– Leo se sentó en el piso y miró a los demás para que imiten su acción.
–El viejo tiene razón, necesitaremos ayuda– Leah tomó asiento.
–Voy a dejar pasar ese insulto sólo porque me diste la razón– Leo le apuntó con el dedo. Un momento de silencio se hizo presente.
–De acuerdo, es verdad– Tara se sentó a un lado de su hermana–. No podemos rechazar ningún tipo de ayuda.
–¿Cuál es el plan?– Acua se agachó y fijó la mirada en el piso.
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Un par de horas habían transcurrido para que el plan estuviera lo más completo posible.
–Creo que si todos cumplimos con nuestras partes podremos ganarles al Duque y a Fulano– gracias a la magia de las flores, el grupo ahora se encontraba reunido en una larga mesa y cada uno estaba sentado en una cómoda silla de caoba.
–Es un poco arriesgado lo que ustedes van a hacer– Pi miró a Cáncer con un poco de temor en sus ojos y éste solo le sonrió reconfortantemente.
–Lo más peligroso será decirle a nuestra madre que nos perderemos su fiesta de cumpleaños– Libra bufó y se acomodó su sedoso cabello.
– Todos sabemos lo que tenemos que hacer, ¿no?– Capricornio se levantó de la silla y asentó ambas manos en la mesa, dando una imagen de liderazgo.
–Tranquilo, jefe, quedó todo claro– Scor subió sus pies a la mesa y lo miró desafiante.
–¿Qué pasa si algo sale mal?– Liv estaba sentada junto a Acuario, cuya mano estaba entrelazada a la suya.
