«Oye, no olvides que tú eres real y yo una idea»
•Amistad-Amor, psicología, curiosidades y la blandura JoJo•
La vida es monótona, y los sueños ilimitados; Cumpliran los pedidos por algo a cambio.
¿Hasta que punto estamos satisfechos?
Eres enviada...
El reloj marcaba las seis de la mañana, una enorme sombra caminaba por los pasillos de la enorme casa de Holly Joestar. Se trataba de Joesph Joestar, usando zapatos de duende con cascabel y un sombrero con cara de reno, cargando unos cuantos altavoces.
El señor Joseph fue dejando uno en cada de las habitaciones donde dormían los invitados y Jotaro, en su máximo sonido.
—Señor Joestar, ¿Está seguro de hacer esto? —trató Avdol en hacerlo entrar en razón. El egipcio usaba un suéter de gallina.
—¡Of course, nigga! —tecleó en el portátil alguna canción de navidad.
Dirty Jingle Bells, Suck On My Cock.
Joseph se ríe malvadamente y dio clic, subiendo al máximo la música.
La música sonaba dulcemente... y de repente, la casa tembló.
"STROKE ON MY, LICK ON MY, SUCK ON MY COCK IT'S THE FIRST TIME FOR YOUU, SO HERE'S WHAT YOU DOO UNZIP ME
—¡AAAAAAAAAH!
—¡KYAAAAAAAAA!
—¡LACONCHAAAA!
Polnareff, Kakyoin salieron corriendo fuera de sus habitaciones cubriéndose los oídos. Joseph estaba agarrándose el estomago riéndose sin control. Avdol estaba bajando el volumen desde el portátil.
—Señor Joestar, con todo respecto... ¡¿NOS QUIERE DEJAR SORDOS?! —gritó Polnareff aun cubriéndose los oídos y con miedo de estén sangrando.
—No, quería desearles feliz navidad —Sonríe Joseph inocente.
— ¿Desde cuándo los estadounidense despiertan a sus invitados rompiéndoles los tímpanos? —murmulló Kakyoin limpiándose los oídos, aun sentía el pitido.
—Alégrate que no estuviste con nosotros la anterior navidad, Kakyoin —comentaste sacando un dedo de su oído derecho y todos los hombres se giraron a usted y Jotaro—. El año pasado, nos roció casi una tonelada de polvo para hornear con miel y brillitos.
—Duramos toda la mañana tratando de quitarnos eso —agregó Jotaro lanzando a su abuelo lo que quedaba del altavoz—. La próxima vez que nos asustes así JiJi, terminaras como ese aparato.
