Este Mundo Bizarro° (Jotaro x lectora)

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𝖧𝗈𝗎𝗌𝖾 𝖮𝖥 𝗍𝗁𝖾 𝖱𝗂𝗌𝗂𝗇𝗀 𝖲𝗎𝗇.

《Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos

Y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando》

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A estas alturas, de alguna manera debería haberse dado cuenta de lo que tiene que hacer, estoy seguro de que lo ha escuchado todo antes, pero nunca tuvo una duda. Y no tenías más pensamientos que dar en este desfile interminable del infierno.

En cada vida tenemos algunos problemas, pero cuando te preocupas, los duplicas.

Los lunáticos son similares a los bateadores designados. A menudo, una familia entera está loca, pero como una familia entera no puede ir al hospital, una persona es designada como loca y entra. Luego, dependiendo de cómo se sienta el resto de la familia, esa persona se mantiene adentro o se la arrebata, para probar algo sobre la salud mental de la familia.

Se vuelve más fácil.

TIEMPO LIBRE

El vehículo era pequeño para dos los nuevos integrantes, por lo que tuvieron que cambiar de posición: Polnareff conducía, Joseph era copiloto con Enyaba, Hol Horse estaba en el medio de usted, Kakyoin y Jotaro, y tuviste que sentarse en el regazo de Kakyoin.

  —¿Cómo están allá atrás? —Preguntó Polnareff.

Joseph volvió la cabeza hacia los adolescentes. Intentaste arrancar un mechón de cabello del vaquero, pero Jotaro lo evitó mientras Kakyoin se quejaba de que dejarías de moverte.

  —Solo porque te llevo tan bien, ¿no significa que no pesas? —Dijo Kakyoin rápidamente, su rostro se puso ligeramente rojo.

  —Acostúmbrate porque planeo usarte como caballo algún día —Te reíste pero no sonó bien.

  —¿Qué hay de Jotaro? —Polnareff interrumpió.

  —¿Yo? —Jotaro pareció sorprendido por el comentario de Polnareff por un segundo y recuperó su ceño cuando lo miraste.

  —¡Apenas podía subirme a su espalda! —Exclamaste—. ¡No es un caballo, es un toro!

  —Todo toro necesita a su torero.

Jotaro se obligó a encogerse de hombros y fingir que creía que Polnareff estaba haciendo una broma tonta. Continuó mirándote, y a los demás brevemente. Sintió un escalofrío en la columna vertebral, ese comentario te había hecho sonrojar y cuando lo pensó mejor si se podía interpretar de otra manera. 

Tiraste de la mejilla de Polnareff, reclamando el cómo sabía que eras domadora de toros, Kakyoin puso los ojos en blanco y Jotaro sonrió para sí mismo escondido bajo la sombra del sombrero.

Continuaron hablando, esta vez compartiendo experiencias con los Stands; te diste cuenta de que los sonidos de guerra de tu Stand eran idénticos a los gruñidos y rugidos de Predator, una vieja película que solías ver. 

Con los ojos fijos en la carretera, la voz del narrador interfirió con tu concentración. 

La voz japonesa estaba entrecortada, no pudiste interpretar lo que estaba diciendo y realmente no hiciste ningún trabajo en el procesarlo debido a esta situación no debería estar sucediendo. El estrés mental se había insertado en tu cabeza y te desgarraste el cuello tratando de calmar tu subconsciente. Esto era tan malo, tenían a Hol Horse y podría a suceder lo mismo con Enyaba: Llegarían a la nueva ciudad donde esperaría el nuevo enemigo y eso sería la muerte de Hol Horse.