Capitulo 17 pt 2/3

2.9K 132 12
                                    

Con mis ojos fuertemente cerrados, me quede en la misma posición por bastantes minutos. Era extremadamente doloroso, mas yo no podía ni intentar dejar de pensar en Vero. La imagen de su rostro sonriente, radiante, apasionado venia a mi mente, pero luego llegaban  los ojos verdes de la profesora Jauregui y realmente me hipnotizaban.

 Me abrace, sintiendo la punta de mis dedos cada vez más fríos. Y abrí los ojos, mire el  vidrio modado delante de mi, donde había un pequeño estante con mi shampoo, acondicionador y jabón. En una esquina estaba mi esponja prácticamente intacta.

 Tomé la esponja, frotándola contra el jabón para hacer suficiente espuma, comencé a frotarlo contra mi cuerpo, con un movimiento un tanto masoquista, comenzando por los brazos y por el resto de mi cuerpo. Mi piel se empezó a tornar roja debajo de una gruesa capa de espuma. Desesperada pasé la esponja con más fuerza por cada lugar que me recordara todo lo que Lauren y yo habíamos hecho. Un enorme nudo estaba formándose en mi garganta, pero me prometí que no habría alguna lágrima por ella…No por Lauren.

Aquello había pasado por un momento de locura, nunca pasaría de nuevo. Vero no tendría por qué saber , no había ningún sentimiento, nunca existió y nunca existirá.  Y por todos los aspectos que tomaban a 2 personas diferentes,  guarde este error para mi, en una parte desierta de mi memoria, donde nadie puediera sacarlo.. Era eso, Asunto acabado.

Me deje caer en el suelo, cansada y sin aliento por el esfuerzo con la esponja. Puse mi cabeza en la pared, mi piel se erizo por el agua helada que me caía y miré al vacío por un tiempo. Totalmente entumecida.  Había tomado una decisión. Yo sabía que no sería capaz de volver a ver a Vero nuevamente sin recordar lo que había pasado, más Vero no merecía ser engañada, y yo sabía que no se lo merecía, más yo era egoísta como para decirle la verdad y verla como me abandonaba.

Después de un tiempo que no pude calcular, oí golpes en la puerta de mi cuarto. Las ignore totalmente, no estaba en condiciones de hablar con alguien. Me sentí un poco más tranquila, más no completamente para volver a la realidad. Fue cuando escuche una voz inesperada del otro lado de la puerta.

-¿Camz? –(Insisto, si no son Lauren ¿Quién se creen para decirle Camz?)

Miré en dirección de la voz, como si haciéndolo pudiera ver de quien era la voz era la que yo estaba pensando. Con cuidado de no resbalarme (Que no sé porque me imagino que Camila real, se ha caído varias veces asi…) me enjuague la espuma y salí del baño con una toalla y otra en el cabello. Caminé hasta la puerta y esa voz nuevamente hablo, como si fuera para confirmar mis dudas:

-Camz? (¬¬) ¿Está todo bien contigo?

Tragué en seco, preguntándome si ella notaría mi forma extraña que tenía de animo… Ignoré sus preguntas y abrí la puerta, encontrándome con Dinah.

-¿Qué estás haciendo aquí?- Murmuré, más mi voz fallo, y solo pudiendo sonreírle de una manera casual.

-Tu madre llamo a mi casa, diciendo que tu estabas actuando extraña y decidí venir para investigar- me respondió con el ceño un poco fruncido por preocupación

-¡Que estupidez! No hay nada malo en mi- mentí, sintiendo mis rodillas resbalándose…pero seguía firme. Dinah entro a la habitación, y cuándo dije que cerrará la puerta, ella me tomo de la muñeca con una expresión un tanto confundida.

-Ok ¿Qué fue lo que paso?- ella pregunto, de una manera horrorizada, y yo mire en dirección a ella. Manchas rojas e irregulares coloreaban mis brazos desde los hombros a las muñeras. Y aún no era capaz de sentirme limpia.

-Yo…Yo no sé- tartamudeé, cerrando la puerta cortésmente- Ha de ser alergia a ….alergia a algo.

-¿Cuándo te darás cuenta de que tus mentiras no me convencen?- Dinah dijo, con voz grave, trasbordando seriedad a través de sus ojos-  Nada está bien contigo, claro que no. ¿Qué paso?

-¡No pasó nada!- Exclamé, un poco más alto de lo que pretendía, porque mi voz era temblorosa y un tanto chillona. Ocultar cualquier cosa de ella no era nada fácil, mucho menos una cosa como esa, ni yo sabía dónde guardarlo para mí misma, pasar de que lo intentaba con todas mis fuerzas.

 -Camila, por el amor de Dios- ella me llamo, ligeramente en estado de shcok por mi reacción, cuándo yo camine enérgicamente en dirección a mi armario- Sabes que puedes confiar en mi, no necesitar mentirme

Como pude, me escondí detrás de las puertas de mi armario, si dejarla ver mi cara y suspiré, irritada. Ella no debía de estar allí, yo necesitaba un tiempo sola para pensar, antes de hablar con alguien. Más ahora, no podía echarla sin crear sospechas. Ella me siguió y se sento en mi cama, detrás de mi, mientras yo juntaba fuerzas para hablar.

-Ya te lo dije, estoy bien, debe ser alguna alergia- murmuré, sin coraje  para mirarla. No podía seguir hablar. ¿Qué más podía decir?

Oí a Dinah resoplar atrás de mi, mientras yo agarraba un poco de ropa, y me estaba iniciando a dar cuenta de la situación, iba de mal en peor:

-Es inútil Camila que me sigas mintiendo y voy a salir de aquí cuándo me digas como llegaron esos mmm “rasguños” ahí.

Tragué en seco, sabiendo que ella hablaba en serio por el tono serio de su voz. Cerré mi armario, con ropa interior, blusa y shorts en mi mano y me volví hacia ella, derrotada. Sabia que iba a pasar, la preocupación en sus ojos hizo una ola de incertidumbre correr a través de mi espina dorsal.

-Yo me las hice…

-¿Tú? ¿Por qué?- ella murmuro, con un tono aún más horrorizado y yo sentí que mi garganta se cerró por completo. Ahora que me miraba, diciendo lo que habia pasado, parecía imposible, pero al mismo tiempo, mentirle estaba fuera de la discusión. Ella sabía leer a través de mi expresión, sentir nerviosismo en mi voz, no importaba que tan convincente fuera mi mentira.

Yo no dije nada por algunos segundos, y la firmeza en mi mirada no duro mucho. Necesitaba una coartada para no enfrentarla, fingi estar concentrada en vestirme, casi cayendo nerviosa por meter mis piernas a través de los agujeros de mis shorts.

-Si no me quieres contar, esta bien- Suspiro, cuándo yo terminaba de ponerme la blusa, y sin mirarla, pude sentir sus ojos fijos sobre mi- Más por lo menos déjame ayudarte. En cualquier cosa

-Nadie me puede ayudar- suspire, entrando al baño para peinar mi cabello, y ella me siguió, desviando mis ojos de ella en el espejo.

Nos tornamos en un silencio un poco tenso, terminé de peinar mi cabello y yo me giré hacia a ella, cruzando los brazos a la altura de mi pecho. Dinah me miraba con súplica en su mirada. No podía huir de mi propia conciencia, menos cuándo ella tenia por nombre Dinah Jane. Respiré profundamente antes de hablar, y mi voz se escapó de entre mis labios con un susurro apenas audible:

-Yo…engañe a Vero.

Dinah abrió sus ojos, totalmente en forma de sorpresa y espere que el shock de mi revelación pasara y ella fuera capaz de hablar. La mire firmemente, intentando parar de temblar

-C…¿Con quién?- ella tartamudeó, algunos segundos después y pude sentir una punzada por su manera de preguntar.

Cerré mis ojos con fuerza,  ordenando a mi cuerpo que dejará de pensar en ella, pero fue en vano. Cuándo las palabras de mi boca salieron, aún más bajas que la otra vez, pude sentir los cabellos de mi nuca erizarse de inmediato.

-Con la profesora Jauregui 

My Biology [Traducida a español] Where stories live. Discover now