La llegada de la Diosa

309 29 0
                                    

Capítulo 24
La llegada de la Diosa

Pasaron treinta minutos después de que pudiera despertar de ese horrible sueño. Elze dijo que jamás había visto a alguien retorcerse tanto en un mal sueño, ella insistió que solo era una terrible pesadilla y que no debería preocuparme. Pero algo en mí decía que era algo más, el despertar con el mismo lazo azul que traía Elze en ese sueño me tenía intranquilo.

Le conté el sueño que tuve, le conté todo, de que un poder despertó en mí y lo usé para unir mi mundo anterior y este, de que conoció a mis padres, que era un Conde e incluso de que ella estaba embarazada. Todo, incluso que la persona que hizo desaparecer a todos fue alguien que se parecía a mí.

Ella se acomodó en mi cama y se acostó a mi lado - "hoy dormiré contigo, si tienes ese sueño de nuevo, solo despierta y me veas a tu lado" – después de eso me recostó y puso su brazo sobre mi pecho. – "por ahora ya es tarde así que volvamos a dormir, no tiene caso que sigas pensando en ese sueño, lo que importa ahora es que estamos aquí, que estamos juntos"

Le di un beso en la frente y le agradecí por quedarse a mi lado, no paso mucho tiempo así que fingí dormir de nuevo para que ella pudiera descansar, después al percatarme que ella durmió abrí los ojos y empecé a pensar.

¿Realmente fue un sueño?, y si lo fue ¿Qué hacia ese lazo azul de mi sueño en mi mano?" me llenaba de tantas cuestiones buscando una posible solución; Tal vez sea algo psicológico, tanto poder que poseo en este mundo, antes solo era un simple chico promedio y ahora por lo que he visto tengo un poder tan abrumador que desafía la lógica de este mundo.

Mientras seguía indagando solo me cuestionaba a mi mismo, puede que sea verdad eso pero... ¿Por qué ese listón estaba en mi mano? Y además ¿por qué poseo todavía los recuerdos de ese mundo? Los recuerdo como si realmente los viviera, no es normal que uno recuerde un sueño tan a detalle y ahora recuerdo muy bien todo, el primer día que pasamos Elze y yo como marido y mujer, nuestra luna de miel en una posada en Mismede. Incluso recuerdo lugares que nunca visite aquí, por lo que esto no es lógico.

Me pare de forma de no despertar a Elze y me concentre. Imagine la fachada de la posada donde nos hospedamos en Mismede en esa Luna de miel y lo conjure – "GATE" – y ante mí un portal se abrió, lo cruce para darme cuenta. Si era la misma posada, la posada "Posada Lunar Wolf" regresé a mi habitación y entonces recordé... Eashen, la nación divina... en "esas memorias" luché contra un samurái llamado Utek en un templo enorme cerca de una cascada. Invoque de nuevo "GATE" y lo mismo. Llegue a un templo, frente a varias estatuas y la hermosa cascada.

Al regresar me quede más intranquilo, si eso hubiera sido un sueño, no podría haber llegado a esos lugares, nunca había visto estos sitios, sin embargo, con "GATE" llegue como si los conociera. Me quedé despierto toda la noche pensando en la situación hasta que los primeros rayos de luz por la mañana despertaron a Elze.

"Buen día Touya, ¿dormiste bien?" – decía Elze mientras se tallaba los ojos con la manga de su pijama, verla de esa forma hace que valiera la pena quedarme en vela toda la noche.

"Buen día, Elze... si dormí un poco, pero bien" – le mentí para no preocuparla. Le di un beso en la mejilla y le dije que saldría a caminar por un rato. Salí de la habitación y me dirigí a la estancia volteé a ver a donde en mi sueño estaba el piano junto al árbol de navidad, vi a Micah que estaba barriendo el piso.

"Buen día Touya, ¿dormiste bien?" – dijo con una leve risa, lo sabía, esa fue su idea.

"Buen día Micah, no de la forma que tú piensas, pero si... dormí bien" – le regrese la sonrisa.

"Y ¿Qué haces tan temprano despierto?" – pregunto curiosa.

"Tenía ganas de salir a caminar un poco"

"Está bien, pero no tardes porque en menos de una hora serviré el desayuno" – me respondió sonriendo nuevamente.

"Está bien" – le dije y salí de la posada.

Ya caminando por el pueblo veía como las personas desde muy temprano salían para empezar su día a día, los comerciantes abriendo sus negocios apenas salía el sol, niños corriendo por las calles haciendo mandados de sus padres, los caballeros rondando la ciudad; uno de ellos se percató de mi presencia y me saludo desde lo lejos a lo que le respondí su saludo.

Todo iba fluyendo con normalidad hasta que vía a una chica de complexión delgada algo aperlada, cabello rojo claro y ojos color platino, por su tipo de vestimenta resaltaba la atención, una túnica blanca con bordes azules y con unas sandalias cafés con bordes dorados.

"Hola, ¿puedo ayudarte? Te veo perdida." – le dije, pero ella sin voltearme a ver solo contestó – "no te metas en mis asuntos, niño"

"Perdona no quise interrumpir" – le respondí, creo que no es un buen día para ella, pero tampoco quiero presionarla.

Ella se volteó a verme y con una cara estoica solo dijo – "eres uno de esos"

"¿uno de esos?" – ¿pensará que estoy tratando de cortejarla?

"Uno de los llamados "hijos del rayo"" – dijo ella.

"No te enetien... espera "¿hijos del rayo?"" – le dije algo impactado.

"Olvídalo, pero ya que estas aquí te diré esto... ten cuidado y abre bien los ojos, un dios Maligno descendió recientemente a este mundo, unos días antes que tú para ser precisa."

"Acaso ¿eres una...?" – estaba impactado... ¿Cómo sabe que llegue apenas a este mundo? Si es así, entonces ella es una deidad.

"Solo por definición, soy una diosa servil bajo el mando de la diosa de la armonía; El dios que bajo a este mundo, es un dios maligno que llego en un estado incorpóreo, por lo que podría entrar en el cuerpo de cualquier ser viviente por lo que sería muy difícil poder rastrearlo" – afirmo ella.

Lo que me faltaba, un dios Maligno que cause problemas en mi nuevo mundo. Ahora no solo tendré que liderar con esta situación además de mi pesadilla.

"¿necesitarías ayuda?" – le pregunté algo serio.

"No, eres solo un humano y no quiero involucrarte... ya fue suficiente con que te matara un dios, no necesitas tener que hacer el trabajo de otro, y más de la una diosa tan testaruda como la diosa de la armonía" – contesto ella.

"Parece que no te gusta la idea de servirle a los dioses" – le dije

"Claro que no, soy de las que creen que si tienes el poder para ayudar a alguien debes asarlo, pero mi superior es de los que creen que los humanos no mereces ayuda si no pueden ayudarse a sí mismos."

"Tu superior suena como una madre dejando que sus hijos decidir su camino" – le dije esperando que dijera lo que yo creía realmente.

"Una madre jamás dejaría que un hermano matara a otro solo por avaricia" - dijo ella cerrando los ojos.

"Me gusta tu forma de pensar... Me llamo Touya, Touya Mochizuki" – dije dándole la mano.

"Solo soy una diosa servil, no tengo nombre" – dijo ella.

"No te llamaré diosa servil, sonaría muy descortés ¿te parece si te doy un nombre?"

"Sí se te hace más cómodo, adelante" – dijo ella.

Pensé en un nombre acorde a la situación, un nombre que denote que es una deidad, pero a la vez no... entonces recordé "Lucy" significa "aquella que lleva la Luz" creo que le quedaría muy bien - "¿Qué tal Lucy? ¿te gusta?

"No tengo problema con eso"

"Muy bien, un placer Lucy"

"Lo mismo digo" – dijo ella. Dándome la mano.






Mi Renacer en otro mundo (Isekai Wa Smartphone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora