Vida en el abismo

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Hace un tiempo atrás:

Solo se podía escuchar el ruido de garras arrastrandose por el suelo de piedra, y se podía sentir un olor pútrido en el ambiente. Dark Link comenzó a sentir su espalda, la cual estaba apoyada en una pared de piedra bastante lisa. Sentía el cuerpo pesado, y aunque abrió los ojos fue incapaz de descifrar en donde estaba, pues no se veía absolutamente nada.

De repente, escuchó unos quejidos de dolor cerca de él, y al voltear la cabeza pudo distinguir a alguien tirado a la par de él, sentado sobre la pared. Parpadeo varias veces para agudizar la vista, y poco a poco fue siendo capaz de ver mejor a quien tenía a la par, al punto de sorprenderse cuando lo reconoció: era Link.

Los recuerdos de lo que había pasado eran bastante vagos. Estaba seguro de haber sentido como él y Link eran arrastrados a un lugar totalmente oscuro, donde se podían escuchar lamentos, y solo eso. Dark llevó su mano a su rostro, apretando sus sienes en un intento por recordar todo lo que había pasado, para poder deducir en donde habían terminado. Recordaba la advertencia del abismo, pero nada había tratado de matarlos aún, así que no debían estar allí.

Sin embargo, sentía como poco a poco iba recuperando las fuerzas, sintiendose cada vez mejor. Era evidente que estaban en un lugar dominado por la oscuridad. Lentamente se intentó poner de pie, tambaleandose hacia adelante y chocando de frente con otra pared de piedra. Al menos ahora sabía que estaban en una cueva bastante estrecha.

Ya con más fuerza en las piernas comenzó a caminar en línea recta hacia lo que creía sería la salida, y pronto fue capaz de ver una tenue luz carmesí entrando en la cueva. Avanzó hasta llegar al exterior, vislumbrando un terreno destruido, lleno de maleza y sangre, además de cuerpos putrefactos de diversas especies de monstruos. Dark frunció el seño en señal de confusión y temor, pues si los monstruos no se desintegraban sino que sus cadaveres se quedaban por allí, eso significaba que debían estar en uno de los dos abismos.

Aprovechando que no parecía haber peligro cerca, él decidió dar un vistazo a su cuerpo, dandose cuenta que efectivamente se había separado de Link. Ahora era su propia entidad, y estaba en su elemento. Podía quedarse a vivir aquí, sobrevivir por su cuenta, tal vez hasta conseguirse un puñado de tierras y tener su propio reino. Una sonrisa se formó en su rostro debido a todas estas posibilidades, pero al mismo tiempo un pensamiento cruzó su mente ¿que sería de Link?

Él parecía estar muy herido, y al estar en un lugar dominado por la oscuridad, no tenía toda su fuerza y le costaría más sobrevivir. Dark miró hacia la cueva, y luego volteo rápidamente hacia el exterior apretando los puños y la mandíbula. "Él era un héroe, se las podía ingeniar solo, seguro estaría bien" era lo que pensaba Dark mientras se debatía si irse solo o regresar por Link. Finalmente, llegó a una conclusión que no le gustó para nada, por lo que gruñó molesto, y dio media vuelta de regreso a la cueva, murmurando todo tipo de groserías.

Al llegar junto a Link, se agachó y pasó su brazo por su espalda, colocando el brazo de Link sobre su hombro, tras lo que lo levantó. El héroe de Hyrule se apoyó en sus piernas, pero en definitiva aún estaba demasiado débil para caminar por su cuenta, por lo que Dark se quedó cerca de él para ayudarlo a caminar. Sin duda, el héroe estaba sorprendido, y se lo hizo saber a Dark con una simple pregunta.

Link (en voz baja) : ¿Dark? ... ¿que ... ?

Dark (lo interrumpe, molesto) : No digas nada o harás que me arrepienta y te deje tirado en el primer lugar que encuentre.

Saga del Crepúsculo, Pt. 3: Los nuevos héroesWhere stories live. Discover now