Maldición eterna

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En la entrada del desierto, allí donde terminaba el dominio de las gerudo, Dorf se encontraba de pie observando al horizonte. Su melena rojiza ondeaba con el abrasador viento del desierto, y sus dos espadas se encontraban en sus fundas, ceñidas a su cintura. Sobre su pecho llevaba puesto un peto dorado con el símbolo de las gerudo grabado con rubíes en el centro, y parecía estar totalmente concentrado, con los brazos cruzados. Estaba tan concentrado, que no notó cuando su mano derecha se acercó hasta él, parándose a su derecha. Ella portaba dos cimitarras en su cintura, además de un tridente dorado que llevaba detrás de la espalda, y que sostenía con una fina cuerda que colgaba de su cuerpo.

Gerudo : ¿Alguna novedad, alteza?

Dorf (sin inmutarse) : No realmente. Todo ha estado calmado ... demasiado, de echo. (voltea a ver) ¿Cómo están los demás puestos de control, Kirla?

Kirla : Sin novedades, igualmente. El equipo del límite exterior del desierto no debe tardar en enviar su respuesta a mi solicitud de información. (mira hacia el horizonte) De todos modos ¿no cree que le costará más al enemigo atravesar el desierto que llegar a Hyrule por la pradera?

Dorf : A un ejército cualquiera, sí. Pero este no es el caso ¿verdad?

Kirla iba a responder cuando escucharon a un águila a la distancia. Pronto, este animal comenzó a descender mientras la comandante gerudo extendía su brazo derecho, dejando que este animal se parara sobre la placa de armadura de su antebrazo. En su pata derecha llevaba amarrado un pedazo de pergamino, el cual Kirla desenrolló y leyó en voz alta.

Kirla : "Todo despejado, alteza; seguiremos vigilando. Comandante de la brigada limítrofe."

A medida que la gerudo leía el mensaje, el semblante del rey pasó de meditativo a preocupado en cuestión de segundos.

Dorf ( baja los brazos) : Que todos en la ciudad se preparen para defender la entrada a Hyrule a toda costa, dile a los puestos del este que se preparen para una invasión y yo iré a por los del oeste. El enemigo esta cerca.

Kirla (confundida) : ¿De qué habla?

Dorf : El nombre de brigada limítrofe es inventado ... yo jamás les di un nombre, menos un puesto. Si fueran ellas se comunicarían usando su nombre.

El rey gerudo dio media vuelta inmediatamente y salió corriendo en la dirección que había acordado con su mano derecha. Ella, por su parte, comprendió lo que estaba sucediendo, y luego de apretar los dientes temiendo lo peor para sus compañeras de armas, salió corriendo en la dirección opuesta para alertar a los demás.

Mientras tanto, en el castillo de Hyrule:

Mientras las diosas doradas se encargaban del ejército hyliano, Zelda se encontraba en la sala del trono, sentada en su lugar mientras meditaba las consecuencias de una eventual partida de Link a ya no solo un reino distinto, sino un mundo distinto. Sin embargo, sus pensamientos fueron prontamente interrumpidos por Midna, quien apareció a través de un portal que se generó a pocos pasos de Zelda. La princesa del crepúsculo emergió con las manos en los bolsillos de su pantalón negro mientras silbaba, estando bastante relajada.

Midna (voltea a ver) : Hola Zel.

Zelda (sonríe levemente) : Midna, me alegra ver que decidiste apoyar en la ciudad.

Midna (cierra el portal por el que entró) : Bueno, pensé que necesitarían más ayuda en el que suele ser el centro del desastre.

La princesa de ojos carmesí sacó las manos de sus bolsillos y las colocó detrás de su cabeza, sonriendo de manera despreocupada.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2023 ⏰

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Saga del Crepúsculo, Pt. 3: Los nuevos héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora