La entrada al infierno

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A medida que la gente de las sombras iba saliendo de sus casas, estos veían fijamente a Midna con algo de curiosidad. Cuando ella los miraba, simplemente bajaban la vista y hacían de cuenta que no la estaban observando.

Midna : Em ... ¿debo levantar las manos o ... ?

Klausius : La gente evita el contacto visual por respeto, diosa.

Midna (gruñe) : Escucha, no se como manejan las cosas aquí, pero de donde yo vengo no hay que ser tan exagerados. Me siento incómoda si con quien hablo no me ve a los ojos. Además, pueden llamarme Midna si quieren, no me ofendo ni les lanzare rayos o ... cosas así.

Klausius (la ve directo a los ojos) : Cl ... claro.

Midna (sonriendo) : ¿Ves? No te rebane a la mitad. Ahora, quisiera solicitar algo de información, si fueras tan amable. Pero creo que sería mejor hablarlo en privado ... no quiero alarmar a todos.

Klausius cambió su expresión a una de preocupación y seriedad, tras lo que comenzó a guiar a Midna a una de las casas de la villa. Entraron junto a los tres monstruos, y luego cerraron la puerta.

Klausius (pone su espada sobre la mesa) : Nada de lo que se hable aquí debe salir de aquí ¿entendido?

Los tres monstruos respondieron que sí, haciendo un saludo estilo militar, durante el cual el ferrus golpeó al bulbin, quien cayó ensima del estalfos y lo desarmó. Klausius se sentó en una silla y llevó las manos a su rostro tapandolo por la vergüenza; Midna, por otro lado, reía sin parar.

Klausius (avergonzado) : Fueron lo mejor que pudimos conseguir.

Midna (se sienta junto a la mesa) : Tranquilo, siempre que mantengan sus estupideces fuera de mi alcance pues no me molesta.

Klausius : Gracias. Y dime ¿de que deseabas hablar?

Midna : Pues, primero quisiera resolver unas dudas que tengo. Veras, yo no soy la diosa crepuscular como tal, soy su reencarnación o algo así, estas cosas siempre son confusas. Como sea, no se muy bien como esta estructurado el reino oscuro, y me llama la atención ver monstruos con consciencia.

Klausius se reclinó sobre su silla, viendo a Midna de forma pensativa, como si tratara de asimilar lo que acababa de oír.

Klausius : Veras, el reino oscuro es uno un tanto ... peculiar. No todos aquí compartimos los ideales de Caos, por lo que siempre hemos estado divididos.

Midna (tono serio) : Ja, creeme, eso también pasa en los otros reinos. Prosigue.

Klausius : Como decía, aquellos que deseaban seguir los ideales de conquista se reunieron en una sección de nuestro reino: la región maldita. Un lugar sin vegetación, lleno de magia oscura y cuyos ríos tienen tanta sangre dentro de ellos que ya se miran siempre rojos. Solo aquellos que quieran seguir a Caos y sean considerados dignos de ello son admitidos, el resto es ejecutado si se atreve a acercarse.

Midna (se recuesta en la silla) : Sí ... ya he visto esa región antes.

Klausius : Y desgraciadamente, estos monstruos y personas que quieren ayudarlo no toleran la existencia de quienes queremos vivir en paz, así que suelen dedicarse a asaltar pueblos y aldeas y matar a todo aquel que no quiera unirseles. Es por eso que muchas villas estan rodeadas por muros y tienen personas entrenadas en combate para defenderlas. Algunas, como la nuestra, se alían con algunos monstruos para estar mejor protegidas.

Bulbin : Y ahora que Caos ha muerto y sus seguidores no estan nada felices, pues ... es muy probable que los ataques se hagan más frecuentes.

Saga del Crepúsculo, Pt. 3: Los nuevos héroesWhere stories live. Discover now