En cada parte del mundo vive alguien diferente a nosotros, personas que tal vez jugaron con la creación de la vida o solo simplemente fueron salvados. De cada 100% de la raza humana hay un 1% , que es la excepción hay es donde entran ellos los metah...
Las promesas siempre son cargas que en ciertas situaciones las personas cargan, ya sea por un bien común o por el bien de esa persona, lo que Max y Patrick habían hecho fue por ambas, necesitaban proteger a Kendra por lo que le habían prometido a Nathan; siempre el dolor de la traición los atormento, ellos no querían que eso hubiera pasado, pero se encontraban contra la espada y la pared ya que también estaba en riesgo su reino.
Cada secreto siempre sale a la luz, ya sea por tu propia boca o por una ajena como sucedió, Luke sabía sobre esa situación y la había guardado como un as bajo su manga, aunque Kendra no confiará en él, él no iba a correr el riesgo que siguiera del lado de Max, la ocupaba enojada del mundo dónde solo corra a la alternativa de formar parte del experimento de Ivanov. Solo que había un pequeño detalle que se le escapo de las manos y que nunca se percato.
Las almas gemelas nacen una antes otra después o al mismo tiempo, nacen destinados a cuidarse el uno al otro sin importar qué, son creadas el mismo día de su nacimiento, pero a veces hay excepciones en dónde ocurre un traspasó, rara vez sucede ya que solo pasa con la persona que posee todos los 4 elementos la cuál crea un enlace sentimental con otra persona ignorando que ya tenía su alma gemela, cuando eso ocurre, la primera persona que fue su alma gemela traspasa su hilo del destino a esa persona de manera inconsciente ya que ninguno de las dos personas sabe de ello.
Eso fue lo que ocurrió, Patrick ya no es el alma de Kendra, ahora el alma es Max, sus sentimientos hacia Kendra son bastantes fuertes entre ellos en instinto de protegerla aunque su vida corra riesgo, está situación es tomada como un caso especial ya que los semimetahumanos no poseen ese poder del alma, ya que su sangre no es pura, pero por alguna razón sucedió.
A unas cuantas horas cerca de la madrugada aún seguía inconsciente Max, habían dos razones por lo cual está así, la primera su maldición había llegado pero tomando la segunda razón está siendo rompida por el fuerte lazo entre él y Kendra.
–¿Cuando despertará?– pregunto Kendra mirando el cuerpo inconsciente de Max, aún lo odiaba pero no podía dejar de preocuparse por él.
– No lo sé– contesto Sefora– Si mis poderes funcionaran lo podría ayudar, pero no los tengo.
La preocupación invadía la habitación, ya habían sido capturados, sus poderes no funcionaban y para colmo la madre de Kendra aún no regresaba.
El tiempo pasaba muy lento, la desesperación tomaba lugar y el frío de la madrugada cubría el lugar donde se encontraban encerrados.
A pocos kilómetros del lugar estaba Cristal junto a Patrick, y personas del reino discutiendo.
–Deberia ir ya a salvarlos– hablo Patrick, él cuál se encontraba muy preocupado ya que aunque su hermano no lo supiera siempre lo estaba protegiendo.
–Mi querido Patrick, ten paciencia– le dice Cristal, la cuál ya sabía lo que se aproximaba, el futuro ya había sido elaborado, ahora solo faltaba que las piezas se movieran por si mismas.
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