Introducción

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Laboratorio secreto, 14:08 pm, 2019

Experimentos fallidos es lo que siempre han hecho los CI, científicos totalmente calificados mandados por la CIA, mandados con único trabajo, que hasta momentos no han podido lograr motivo y causa, no trabajar en equipo, cada uno presenta una mente maestra diferente, pero tienen algo en común, les gusta jugar al papel del líder.

Pero a diferencia de los demás, una mente maestra ya lo logró, pero lo mantiene en secreto, ya que podría poner en riesgo a su familia, ya que cada uno de los seres que viven ocultos bajo su sótano, presentan un poco de ADN de su hija Kendra, ya que ella fue por así decirlo parte de un experimento también , cuando su fecundación fue dada su padre le inyectaba a su madre una sustancia que se encuentra en código rojo para ser usada, eso quiere decir peligro. Su sangre es una fuente de poder muy poderosa para dar vida a estos seres, pero si lo habla, perdería su hija para siempre.

— Otro experimento fallido — habla Sean, joven de la marina que fue entrenado para servir a la CIA ya que en secreto de su padre estudiaba las reacciones químicas y cosas diferentes a lo que su padre deseaba.

— Deberíamos renunciar — habla Marcus profesor de biología y química.

—Debe haber algo que no estamos viendo — habla Cara hija de un famoso científico.

Y si había algo que no estaban viendo, ocupaban parte de lo que provee vida a todo ser humano, su sangre, pero no de cualquiera, debía ser de otro metahumano viviente.

— Tal vez deberíamos intentar con sangre humana — dice Nathan el científico más jóven.

—Sería como jugar con la vida humana — dice Cara indignada con lo que dijo Nathan — Además va contra el protocolo.

—  No exactamente — habla Nathan sacando una hoja — El código 304 dice que esta prohibido usar humanos, no habla nada de su sangre.

—Es imprudente hacer eso — vuelve hablar Cara.

— Señor Johnson — llama Nidia a Nathan — Lo llama el señor Ivanov, que vaya a su oficina.

— Voy — dice Nathan dejando lo que estaba haciendo, recibiendo algunas miradas de curiosidad por los que lo rodean, ya que el señor Ivanov solo llama cuando algo malo ocurre.

Nathan camina por los largos pasillos blancos del Instituto siendo escoltado por dos sujetos que nunca había visto, antes de que sus sospechas sean ciertas saco su celular para mandarle un mensaje de texto a su amada.
5856" le escribió algo que solo su esposa podría entender significaba "Sal de la casa inmediatamente y huyes con ellos"

A pocos centímetros de llegar guarda inmediatamente su móvil quedando frente a las grandes puestas de roble de la oficina de Ivanov que segundos después es abierta dejando ver a otros dos hombres más uniformados de saco y corbata.

— Buenos días, Johnson — dice el señor Ivanov señalando que se siente.
El solo asiente mirando a dos sujetos que no le quitan el ojo de encima.

Algo que siempre ha sabido, era que algún día la verdad iba a salir a la luz, pero más bien habían durado mucho aproximadamente 15 años.

—Te he dicho que eres un buen profesional — empieza hablar Ivanov — Pero como todo empleado de esta institución de he dicho que algo que detesto son las mentiras, así que, ¿no tienes algo que contar Johnson?— agrega mirando seriamente a Nathan.

—No, señor— miente Nathan, solo busca ganar tiempo para que su esposa huya aunque ya sabe que ellos saben.

—¿Estas seguro de tus palabras?— pregunta otra vez Ivanov, pero esta vez busca algo en su computador.

—Así es, señor — dice decidido Nathan.

—Esto no dice lo mismo — dice volteando la computadora para que Nathan pueda ver.

Es una muchacha controlando el fuego que se expande a las afueras del colegio, pero no es sólo una muchacha, sino su hija, joven cuyo padre prometió proteger de todo aquel que haga daño.

—Perdón, pero no puedo decir nada — dice antes de que una bala impactará en su cráneo dejando el piso que alguna vez fue blanco en un charco de sangre.

— Nooo — grita desesperadamente Ivanov su única oportunidad de tener lo que quería se desvaneció de sus manos.

"5856" ¡Huye! Where stories live. Discover now