En cada parte del mundo vive alguien diferente a nosotros, personas que tal vez jugaron con la creación de la vida o solo simplemente fueron salvados. De cada 100% de la raza humana hay un 1% , que es la excepción hay es donde entran ellos los metah...
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Kendra:
En la vida conocemos diferentes personas cuyos rostros olvidamos o hasta el recuerdo de haberlo conocido, eso sucedió con Patrick aunque su cara de sorpresa me dice que no se esperaba esto o bueno no quería que supiera.
-Creo que me confundes con alguien mas- dice quitando la cara.
-No lo creo recuerdo muy bien esos ojos verdes de un niño que me dijo que se llamaba Patrick, como lo hizo tu hermano- digo recordando que hace poco salió Max hecho una furia.
-No te han dicho que es falta de educación escuchar las conversaciones ajenas.
-Varias veces lo han hecho, ya le resto importancia.
-Bueno, no soy esa persona que piensas y hazme un favor cuida de mi hermano- dice antes de desaparecer en un tipo de portal.
-Okay- digo aunque no me escucho.
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He pasado exactamente veinte minutos en busca de Max, pero no lo encuentro en este lugar tan inmenso, al parecer la casa de Max esta en medio de un bosque ya que hay muchos arboles de pinos y entre otros arboles.
- ¿Donde estará?- me pregunto para mi misma.
-Aquí- dice a lo que parece Max sentado en un rama encima de mi cabeza.
-¿Que haces ahí?
-Disfrutando el silencio del bosque, el cual acabas de interrumpir, Johnson.
Se ve un poco triste aunque no lo demuestre, su mirada se ve llena de dolor y angustia guardada, lo se porque se veía el rostro de papá.
-¿Quieres hablar?- pregunto dudosa ya que se como es él.
-No necesito obras de caridad, Johnson- me dice bajando de la rama quedando frente a mi - Se que mi hermano te pidió que me cuidaras.
-No es eso...
-Créeme estoy bien, he vivido cosas peores a vivir a la sombra de tu hermano- dice adentrándose en el bosque, lo sigo.
-Nadie debe vivir guardando dolor en el corazón al tiempo se vuelve dañino- le digo recordando a lo que siempre dice mamá.
-Yo soy mi propio daño, Johnson- me dice deteniéndose, estamos con lo que parece ser un lago con varias hojas caídas sobre el.
-No digas cosas tan ridículas- digo
-No estés segura- dice chasqueando su mano, la cual al segundo prende en llamas- Si toca el suelo todo este hermoso se incendiara, si uso mi telepatía puedo dañar a las personas y bueno si daño a algún humano también pagare con mi propia vida.
-Nacer con esto no es algo que decidimos- digo colocándome a su lado.
-No empieces con tus palabras de consolación, por favor.
-No te gusta ser ayudado, ¿verdad?
-Nunca lo he necesitado, siempre he sido de valerme por mi mismo.
- ¿A que le tienes miedo?- le pregunto de repente.
-A nada- dice rápidamente.
Toma una piedra y la lanza al lago, que cae rápidamente al fondo.
-Fui criado en un orfanato en donde me enseñaron a defenderme de todo aquel me quisiera hacer daño, además de mostrarme que tan débiles son los humanos- empieza hablar después de un rato de silencio- El humano no puede sacrificar aquello que ama, mientras que yo si, perdí a mi madre, a mi padre hasta podría decir que mi propia vida, siempre he vivido a la sombra de mi perfecto hermano.
>> Yo solo soy alguien rebelde que siempre ha sido la decepción de mi especie, mas que tengo la sangre de un hombre cuya vida paso siendo un mujeriego bueno para nada que no pensó cuando daño podría provocar su estúpida idea de procrear con una humana.
Yo solo me quedo en silencio no sé que decirle, siempre soy buena exponiendo mis problemas pero no soy buena para dar consejos, siempre tomo malas ideas a decir verdad.
-Es hora de irnos- dice Max empezando a caminar.
No soy buena dan consejos, pero si se que a veces da consuelo sin tener que usar palabras. Jalo a Max del brazo y lo abrazo, a veces los abrazos son consuelo cuando las palabras no pueden ser dadas.
No puedo ver su rostro, pero puedo sentir como el peso de sus hombros desvanece.
-Siempre tendrás a esta entrometida para hablar- le digo.
-Gracias- son las palabras que dice Max.
Otro corto capitulo, pero muy bello, a veces no tienen que ser palabras las que den consuelo, un abrazo puede curarte todo aquel mal que te atormenta.
