Capítulo II

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Kendra:

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Kendra:

No hay nada más genial que tener una tardía en tu primer día de clases todo por no encontrar el aula, ya que mi mejor amigo no me quiso ayudar, ya que iba a llegar tarde.

—Buenos días, señorita Johnson—me habla el profesor de matemáticas con cara de pocos amigos.

—Buenos días.

—Estudiantes, ella será su nueva compañera, la señorita Kendra Johnson — me presenta el profesor hacia los estudiantes los cuales me ven con curiosidad haciendo que me sienta incomoda.

—Hola — saludo con mi mejor sonrisa forzada.

—Tome asiento a la par de Maximiliano — me señala la última mesa de la primera fila donde puedo ver a un joven totalmente distraído viendo por la ventana.

Camino hasta el lugar y me siento, desde acá se puede apreciar mayormente toda el aula y la entrada principal del colegio dónde se encuentra el guardia.

— Hola — le saludo a Maximiliano él cual no sé inmuta a mi saludo ni me responde ni me saluda.

Claro debe ser esos típicos estudiantes de mi otra preparatoria, rudos que no hablan con cualquiera y prefieren pasar desapercibidos de la vida, a como debería ser yo, pero siempre terminó llamando más la atención.

El profesor de matemáticas empieza a hablar se alguna fórmula en específico que tal vez en algún futuro me llegue ayudar o simplemente no, motivo por el cual casi no le prestó atención de lo que habla simplemente me quedo mirando a la nada, pensado en cómo haré para seguir viviendo oculta en este cuidad.

Pasan unos segundos cuando una alarma de incendios es activada, lo sé ya que por ello me echaron de mi otra institución aparte de que hui para no ser detenida por algún miembro del estado aliado con la CIA.

— No sé asusten — empieza hablar el profesor calmando a los alumnos que empezaron a enloquecer no es como si el colegio fuera a prenderse en llamas — Sólo es un simulacro, salgamos todos con calma por la ruta de emergencias.

Cada uno de los estudiantes empiezan a salir disque tranquilamente por que yo solo veo personas corriendo, si fuera humana esta situación me daría pavor, pero ahora simplemente lo veo como un simple juego.

Nos encontramos todos afuera esperando que nos digan que podemos pasar adentro, pero no sucede más bien el director llama a un estudiante.

— Maximiliano Oldfield — llama el director con cara de pocos amigos a mi compañero de campo el cual sólo ignora el llamado del director colocándose los auriculares.

— ¿Qué sucedió? — pregunta nuestro profesor de matemáticas.

— A alguien le pareció muy gracioso prenderle fuego al automóvil del director — dice un estudiante señalando un lugar del estacionamiento dónde se puede ver un automóvil azul en llamas al cuál no tarda de llegar los bomberos aunque lo más probable es que vaya a explotar y eso sería lo peor que podría pasar.

Me alejo un poco de los otros estudiantes quedando un toque cerca del lugar de accidente y levanto una de mis manos para deshacerme del fuego, eso sí esperare que los bomberos le echen agua para que nadie sospeche cosas raras y eso es lo que sucede yo simplemente actuó haciendo que las fuertes llamas desaparezcan.

Cansancio es lo que siento cuando acabó con el espectáculo provocado por Maximiliano algo que aún no creo que sea capaz de hacer.

—¿Estás loca?—me dice Louis llegando hasta donde estoy.

—No lo estoy.

—No puedes usarlos acá, no sabemos si puede haber alguien de esos sujetos espiando o algo así por el estilo.

—Nada va a pasar, sólo estoy cansada — digo sujetandome de su hombro para no caer ya que mis piernas se sienten como gelatina.

—Vamos a la cafetería por algo para que comas — me dice Louis colocándose como mi muleta humana mientras me lleva al lugar que debe ser la cafetería.

Eso sí no antes de percibir que alguien me miraba, y ahí estaba Maximiliano mirándome sin quitarme un ojo de encima con una mirada de asombro como de odio.

— ¿Quién es él? —pregunto quitando la vista hacía él.

— Maximiliano Oldfield — me dice Louis — Es un huérfano de orfanato Oldfield, es el típico chico rebelde que busca como crear problemas en colegio y cada vez va subiendo de nivel.

—¿Tan malo es?

—Ni te imaginas.

Volteó ver hacia atrás donde está él, no me quita la mirada de encima, solo se me queda viendo de manera extraña a lo lejos.

¿Sabrá lo que soy?

"5856" ¡Huye! Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz