0 1

7.1K 462 748
                                    


- Va a ser complicado si es en mi casa -Musité, algo nervioso. Sus verdes ojos no se alejaban de mí, ni de ninguno de mis movimientos, y aquello ya me estaba molestando bastante.

- En la mía igual -Jugó con sus manos, alejando su atención de mí, para luego colocarla en sus manos, tan pálidas que daban miedo- Tenía pensado que vayamos a estudiar a un bosque.

- ¿A un bosque? -Fruncí mi entrecejo, confundido.

- Sí -Contestó- Es uno muy bonito. Estudiaremos allí. ¿Te parece bien?

- Pero...¿Dónde es?

- Ah -Sonrió levemente, con una nota de maldad- No te preocupes, yo me encargo.

Antes de poder negarme, o proseguir ante su propuesta, el timbrado retumbó los pasillos, y junto esto, mis compañeros se levantaron de sus mesas y corrieron hacia el receso. Akira era uno de aquellos.

Colocó sus audífonos en ambos oídos, guardó algo en la mochila -Que no tenía ni idea de qué era- y se dirigió al patio, en completo silencio. Luego del receso, tenía Química, junto a Yuuji. Por lo tanto, no podría acordar nada con Akira. Por una parte, una pequeña, confiaba en que ella tenía todo listo, pero por otra...estaba muy confundido.

¿De qué se iba a encargar?

- ¡Hey, Fushiguro! -Volteé de inmediato al llamado, y un sonriente Yuuji se hizo presente- ¿Qué tal estás?

- Bien -Respondí- ¿Y tú?

- ¡Genial! Cada vez eres más y más expresivo. Eso me alegra mucho -Nunca vi a Yuuji sonreír tanto- Yo estoy bien. Maki es una persona agradable.

- ¡Hey, Itadori! ¿Cómo estás? -Un chico saludó con alegría a mi amigo, y este sonrió.

- ¡Hey! -Devolvió el saludo a medida que tomaba mi brazo y aumentaba el paso. Al estar algo lejos del chico, Itadori volteó, para luego suspirar y mirar al frente- Solo Jesús sabía quién era.

Comenzamos a caminar, saliendo del salón pasando desapercibidos de todos aquellos que no salían. Nos sentamos en el césped, y me dediqué a observar el cielo, que mantenía unas perturbadoras ganas de hacer llover el mundo entero.

- ¿Con quién te sentaste? La verdad es que no presté atención, lo siento -Se disculpó, e hice una mueca de desagrado.

- No te disculpes por todo, Itadori -Pasé una mano por mis cabellos azabaches, y observé todo a nuestro alrededor. Chicas contándose chismes, chicos jugando a algo, y etcétera.

Gente irrelevante.

- Lo siento -Sonrió, con una mano en su nuca y sus mejillas rosadas- Es que no quiero hacerte sentir mal. Eres mi amigo.

- Tranquilo -Le dije. Pero antes de poder seguir hablando, vi a lo lejos, aquella cabellera oscura que se había intentado entrometer demasiado rápido en mi vida. Akira volteó, al parecer estaba hablando con un compañero de último año, mientras que nosotros éramos de tercero. Me pareció extraño.

- ¡Cómo digas, Fushiguro! -Yuuji llevó una hamburguesa que -no me había percatado que tenía- a la boca, y saboreó- Conocí a dos chicas argentinas ayer. No sé cómo, pero aprendieron japonés. Algo muy loco, ¿No crees?

Quedé en silencio, observando a detenimiento cada uno de sus movimientos. No podía mentir. Las argentinas me gustaban mucho. Y aquello Yuuji lo sabía.

Insatiable | 伏黒恵Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz