0 3

3.7K 359 677
                                    


- Fushiguro, te ves fatal.

Itadori me observó con curiosidad ante el comentario de Nobara, y se rió.

- Tienes razón. ¿No has dormido bien?

Negué luego de un bostezo y me recosté sobre el césped.

- Luego del receso nos separamos de nuevo -Murmuré sintiendo el suave cosquilleo del aire en mi rostro. Me sentía relajado, y había pura serenidad.

- Oh, sí, oí varios chismes de su salón, chicos -Nobara jugó con su paleta y volvió a rozar sus labios con esta- Al parecer la semana que viene llegan dos chicas nuevas.

- ¡Oh, sí! Mis amigas argentinas -Itadori sonrió con emoción- Hablando de eso, Fushiguro, ellas quieren conocerte.

- Agh -Me removi en el césped con incomodidad- No me parece...

- Vamos...¿Acaso tienes novia? -Nobara elevó sus cejas, curiosa.

- O novio -Remarcó la "O" Itadori, por lo que me molesté bastante.

- No tengo novia, ni novio -Hice una mueca- Solo no me interesa.

- Bueno, prepárate mentalmente, porque hay una chica que está muy interesada en ti -Itadori miró hacia otro lado haciéndose el interesante y lo golpeé- ¡Oye!

- ¿Le mostraste una fotografía mía?

- Puede ser...

...

- ¡AUCH!

///

- Hoy empezaremos el trabajo. Ya saben qué hacer.

Itadori inmediatamente se levantó y caminó hacia Maki, y segundos luego Akira se sentó a mi lado.

- Hola, ¿Cómo llegaste a casa ayer? -Me permití cuestionar. Me había dejado preocupado. Akira ni siquiera dirigió la mirada hacia mí e hizo garabatos en la mesa del salón- Mmm, ¿Hola?

Sus ojos verdes, radiantes, me observaron con enfado y molestia. Hasta que me percaté de una pequeña marca en su mandíbula. Era un hematoma grave, muy reciente, y la miré confundido. Acerqué mis dedos hacia su mandíbula, pero ella con un golpe en mi mano me alejó.

- No me toques, escoria.

- ¿Qué te sucede? -Cuestioné con molestia.

Se encogió de hombros, indiferente. Siguió con sus garabatos, ignorandome.

- Agh. -Me quejé por lo bajo, y comencé a escribir lo que escribía la profesora en la pizarra. Luego de eso, Akira se levantó de su asiento, y salió del salón sin explicación ni nada.

Me quedé estático, mirando su asiento con curiosidad y suspiré con fuerza. Me molesté conmigo mismo al darle tanta atención. Me removi en mi asiento y volví a suspirar.

Me estresé, y tomé la iniciativa de levantarme para perseguir a Akira.

Pasé por los pasillos, y me recosté contra la pared cerca de los baños de damas, lo más probable es que ella esté en estos.

En cuanto ella salió, tenía su camiseta levantada, mostrando su pálido abdomen con manchas oscuras, iguales o parecidas a las de su mandíbula.

Murmuró varias groserías con una mueca de desagrado, y me tomó del brazo con fuerza.

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó, aún con aquel soberbio tono.

Insatiable | 伏黒恵Où les histoires vivent. Découvrez maintenant