0 6

2.8K 272 201
                                    


|P.O.V Akira Sasaki|

Hace cinco años atrás.

- No hagas tanto ruido, los niños siguen despiertos -Mi mamá murmuró, hacia aquél señor que no conocía de nada, pero reconocí aquellos jadeos y gemidos que siempre oía cuando ambos estaban juntos.

Papá aún no llegaba. Y no sabía si lo que estaba escuchando era bueno o era malo.

- ¿Tu marido no llega aún? -Murmuró una voz masculina, que me produjo tanto asco.

- No... -Se escucharon algunos besos llenos de saliva y después un silencio- Es mejor que aprovechemos antes de que llegue.

Mi hermano, a un lado mío, con sus ya quince años, cubría su boca con su palma con las lágrimas mojando sus mejillas, y yo seguía sin entender. ¿Mamá estaba haciendo algo malo?

- Fuji, ¿Por qué lloras? -Murmuré, y él de inmediato cubrió mi boca con su palma. Selló su boca con un dedo, señalando que no debía de hablar, pero comencé a llorar al no entender nada.

- Tenemos que irnos a dormir, Akira, vamos -Dijo, y tomó mi mano, llevándome a nuestra habitación compartida. Abrió las sábanas, y me metí en ellas, dejando que Fuji me arrope. Besó mi frente, aún con los labios mojados de agua salada, y suspiró, yendo a su cama al terminar de arroparme.

- Fuji...

- ¿Si?

- Te quiero, Fuji.

- ¿Me lo prometes? ¿A pesar de que le miento a papá? -Murmuró. Tenía apenas quince años, su voz comenzó a cambiar a los trece y ya mantenía un tono masculino. Me pasaba cuatro años, pero me cuidaba como si yo tuviese tres.

- Te lo prometo.

[...]

- Hola, princesa -Me lancé a los brazos de mi papá al verlo llegar, y él me tomó como si pesara menos que una pluma. Me volteé a observar a mi hermano, y este mantenía unas oscuras ojeras bajo sus ojos. Mantenía una mirada apagada, se veía desanimado, y le hice una expresión graciosa para obtener una sonrisa, pero lo único que obtuve fue una falsa. Una que ni siquiera llegó a sus ojos, y sentí una gran decepción en mi pecho- ¿Ya desayunaron?

- Nope, Fuji iba a comenzar a cocinar, ya que mamá no está en casa -Besé su mejilla y mi papá sonrió, bajándome al suelo- ¡¿Vas a cocinarnos tú?!

- ¿No quieres, acaso? -Se rió con fuerza al verme sonreír, y me tomó de la mano para ir a la cocina.

Nos tomó más de dos horas cocinar, ya que papá comenzó a jugar con la harina y a mancharme a mí y a Fuji de esta. A mí no me importaba, pero el malhumorado de Fuji se enfadó al ver su ropa negra manchada de harina.

- Terminamos -Pronunció mi papá y tomé la mano de Fuji para correr a la mesa. Nos sentamos, y en cuanto papá nos sirvió la carne con un delicioso pan hecho por él, Fuji comenzó a cortar mi carne del plato- ¿Por qué tu madre no está en casa, Fuji?

Él detuvo sus manos de inmediato, y creó un extraño silencio en la sala. Vi cómo bajaba el cuchillo, y escondía sus manos bajo la mesa, agachando la mirada.

- Tengo que contarte algo, papá...

Papá quedó en silencio, observando el plato, como si ya supiese lo que iba a decir Fuji, y era algo que no entendía.

Insatiable | 伏黒恵Where stories live. Discover now