HIBANNA » BNHA

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輝き

"Resplandecer"

Todo el mundo va de negro. Nagare llevaba un vestido simple de ese color. Se había peinado con su usual trenza, con la diferencia de que esta vez lleva una rosa blanca sobre la oreja. Piensa en la suerte que tiene, el que no se le noten los ojos enrojecidos ni las ojeras por el resplandor del maquillaje.

Paseaba sin rumbo entre los invitados, respondiendo sus frases estereotipadas. "Siento mucho tu pérdida", es una de las que mas escucha. Reconoce algunos de los compañeros de Sasaki, los únicos que fueron sus alumnos son Mirio, Midoriya y ella. Le sorprende ver a muchos de ellos, pues han pasado varios años desde la última vez que los vio en alguna misión. Estrechan su mano y menean la cabeza. "Primero tus padres y ahora tu maestro. No puedo ni imaginar lo difícil que debe ser esto para ti". No, no puedes. Aún así sonríe amablemente e inclina la cabeza, porque sabe que lo dicen con buena intención.

A veces capta alguna mirada curiosa. Después de todo no muchos la habían visto en persona. Se siente mal de que Todoroki no haya podido acompañarla, pero Nagare insistió en que no faltara a sus entrenamientos para la licencia provisional solo por ella. Mirio y los demás están con ella, pero le falta la presencia del bicolor. Estaba un poco nerviosa, Mirio la había presionado para que diese unas palabras y no tenía ni idea de que decir. Pasa media hora hasta que todo el mundo encuentra su asiento, Midoriya se sienta frente a mi. Los demás se sientan a su alrededor y Mirio es quien toma lugar a la derecha de Nagare.

Le pone nerviosa la presencia de tantos de sus amigos. Mirio se ha debido de dar cuenta de lo rígida que esta, porque agarra su mano por debajo de la mesa y la aprieta. "Todo esta bien", intenta decir.

Centipeder llama la atención de todos, anunciando que Nagare tiene algo que decir. Mirio parece leerle la mente otra vez, por lo que aprieta con mas fuerza su mano. Nagare resopla resignada, parándose de su lugar.

—Yo...umm...—las palabras no salen, la voz se le queda atorada a mitad de la garganta. Vuelve a mirar a Mirio. Su sonrisa le transmite confianza y fuerza para seguir adelante—. No hay duda—empieza a decir— de que hoy es un día difícil, para todos. Pero algo que Sasaki me enseñó fue a mantenerme fuerte; pero no lo hago sola. Todos somos fuertes, juntos—Nagare se dedica a sonreírle, tímidamente, a sus compañeros—. Incluso de la manera más difícil, hay una forma de salir adelante, de alcanzar nuestros objetivos. Esa es una de las razones por las que Sir fue un gran mentor, porque nos entusiasmaba a seguir nuestros sueños—deja salir un suspiro—. Todos aquí saben que mi madre murió hace tiempo... y también la imprevista revelación de mi padre vivo. Creo que también conocen mi obvia historia con Sasaki. El básicamente me crió. Fue mi familia. Y, no me da miedo decirlo, yo lo negué bastante tiempo. Pero la oscuridad de mi pasado me cegó, me convirtió en alguien quien se había quedado atascada en su pasado. Irónicamente, alguien quien también intentaba escapar de el.