❝Si pudieras ir al pasado, ¿qué cambiarías?❞
Enterarte de que las cosas no son en realidad como te las dicen.
Portada creada por SweetBerry_JR
Los personajes no me pertenecen.
Créditos de autor a las personas que crearon las imágenes usadas para la...
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"La prueba final"
最終テスト
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3 años atrás
Tal vez estaba cansada, harta y desesperada de que siempre fuera lo mismo. De que cada vez se sentía más vulnerable al hecho de que todos sabían quien era ella y de lo que su padre le hacía. No importaba que se sintiera de esa manera, no quería terminar hiriendo a alguien más por lo que era.
Mirando al suelo, pensando que la secundaria era un asco, que odiaba a las personas que la trataban como una extraña que no se merecía su respeto. La lluvia estaba cayendo a montones y caía golpeando su paraguas, las gotas le tranquilizaban. Le gustaba la lluvia. Caminar a casa era tener que buscar un lugar seguro para esconderse de las chicas que la molestaban, ese mismo día le había quitado su almuerzo diciendo que las ratas de laboratorio no tenían derecho a comer por qué eran asquerosas.
No se los contradijo. Sabía que lo era.
Su estómago rugía de hambre y su cabello se estaba mojando al igual que su uniforme, pese a ello caminaba como si nada por encima de los charcos de agua, sintiendo como el agua fría se le metía por los zapatos, de algún modo le hacía falta aquel sentimiento.
— ¡Miren a quien tenemos aquí! ¡A la pequeña ratita de laboratorio!— gritó una de las compañeras de clase que solía molestarla, llegando junto a su segundona . Nagare dio unos cuantos pasos hacia atrás y poder evitarla, no le importaba tener que caminar unas cuantas horas de más— ¡Hey, hey! ¿A donde vas?— la tomó de la camisa, logrando que el paraguas de Nagare cayera al suelo junto con su mochila.
— De seguro tiene que ir con su papi a que le inyecten medicamentos raros.— saco la lengua otra de ellas con asco, imitando como si se estuviera inyectando algo en las venas, las dos rieron.
El agua la empapó totalmente, su mirada se enterneció y apagó: tenía bastante miedo. Quería que la dejaran en paz. La primera chica que la tomó de la camisa la arrojó al charco. El frío se intensificó en el cuerpo de Nagare, estaba bastante enojada y horrificada para moverse, las lagrimas salieron de sus ojos.
