Los nuevos estudiantes de intercambio.

17 6 0
                                    

Mᴀᴜʀɪᴄɪᴏ

Son las 7:14, Josh ya llegó y seguimos esperando en el patio.

– ¿Sabes que rayos está pasando? - alzo una ceja y me cruzo de brazos. -

– ¿No te enteraste Mau? - Josh se sorprende. -

– Supongo que no.

– Mario, de nuestro salón y otros chicos fueron a Chihuahua de intercambio. Creo que estarán seis meses allá.

No hablo, no me entere de nada, nadie me dijo nada, ni siquiera hablo con Mario.

– Bueno... - Josh hace una pausa - ¿Crees que suplan a Mario? ¿O van a ponerlos en otros salones?

– No lo sé, pero si fueron a esa cosa de intercambio, supongo que son listos ¿O no?

Josh piensa.

– Supongo, aunque Mario no era uno de tu competencia.

– Creo que no, pero tal vez no era el número dos o tres, tal vez era el cuatro.

– Ni idea, pero si sé que tal vez tengas que proteger mejor tu puesto ¿Eh?

– ¿Que quieres decir? - tomo un poco de mi mokachino; se lo que quiere decir pero quiero reafirmarlo. -

– Me refiero a que si nos toca algún chico y es listo... - Josh trata de contener su sonrisa - ya sabes... Tendrás que estudiar mucho más para que no te quite tu primer lugar. Además porque escuché que habrá una competencia de rendimiento académico.

Me quedo pensando, ¿por qué Josh sabe tanto? o más bien, ¿por qué no me enteré?. Me importa un comino, solo serán seis meses, no es para tanto.

Suena el timbre y alcanzo a ver cómo las puertas se cierran.
Mi mokachino está terminándose, volteo hacia mi derecha y veo a la maestra de civismo, me hace señas de desaprobación, quiere que tire mi café, bufo en silencio. Maldita sea, estaba tan rico, aunque no quedara mucho, no me gusta que los maestros no me dejen tomar mis bebidas feliz, ¿en qué le afecta al director que no me pone atención que yo esté tomando café, si todavía no empieza su discurso? La maestra no debería decidir por él. Me dirijo hacia un bote de basura y tiro el vaso. Regreso a mi lugar.

Cómo todos los lunes, hacemos honores a la bandera, pero antes de irnos todos el director González está enfrente de nosotros preparando unos papeles, supongo que son las palabras para los nuevos de primero. Ésto será un discurso de más de cinco minutos.

Jᴏsʜᴜᴀ

González está dando un aburrido discurso para los nuevos de primer grado. Mau solo escucha, me pregunto que estará pensando.

La mayoría de veces se queda viendo a la nada y parece pensar, es mi amigo pero es raro. No me quejo nunca, pero a veces me gustaría saber que está en su cabeza. Hay ocasiones en las que se ríe de repente o hace muecas, cómo cuando le cuento algo. Tal vez tenga un amigo imaginario, o no sé.

– Chicos, antes de que vallan a su salón - González mira entre sus papeles - Tenemos a nuevos alumnos, ya están asignados sus grupos y terminando esto se presentarán con ustedes.

Bueno, no tengo ni idea de dónde están los chicos, deben de estar en la dirección escribiendo esas cosas que piden para los nuevos. El director debió de presentarlos.

– Después de esto jóvenes - González deja sus papeles y señala los salones - Se asignaron nuevos salones a todos, también se pintaron y remplazaron algunas cosas, cómo verán - señala las puertas de los salones - se pusieron letreros con los grados.
Los primeros A, B, C y D irán en el segundo piso, segundos en el primero y terceros en la planta baja, ¿Esta claro?

Todos decimos que sí y nos retiramos siguiendo a nuestros respectivos maestros. Gracias al cielo, la maestra Miriam de civismo ya no será nuestra tutora. Subimos al salón con la miss Montse, de inglés.

Nos tocó en el segundo piso hasta el fondo izquierdo, creo que es el mismo salón que el año pasado, solo que un piso más arriba.
Llegamos al salón y al parecer son sillas individuales, ¡Gracias por esto maestros!

Volteo a ver a Mau y parece complacido, ambos odiamos tener que estar con algún otro compañero, salvo que seamos nosotros dos juntos... O bueno eso pienso yo.

ᴍᴀᴜʀɪᴄɪᴏ

Maravilloso. La maestra nos pondrá en orden de lista.

A diferencia de nuestro antiguo salón este está bastante mejor. Sus paredes blancas resplandecen el lugar, las cortinas también blancas sujetadas con un cordón negro hacen que la luz del sol se refleje y gracias a las paredes no necesitamos prender alguna luz. Hay dos estantes de libros en el lado derecho del salón, son dorados, parecen estar hechos de oro puro; el escritorio de la miss Montse - y también de los demás maestros y maestras - parece estar forrado de color blanco con pequeños detalles en color negro y dorado.

En verdad el salón es hermoso, lo mejor de todo son las bancas, con madera tallada y pulida de color madera con pupitres en acabado color negro. No puedo creer lo mucho que se gasto en esto, ¿Cuánto debieron de gastar? Y más importante, ¿cuando realizaron todo esto? Al parecer siempre me pierdo de todo.
Lo que si recuerdo, ahora que me pongo a pensar, es que pidieron una cooperación de 150 pesos, para remodelación de la escuela.

En esta escuela acostumbran a ser muy organizados; el año anterior se fundó el consejo estudiantil, así que ellos ayudaron en las vacaciones pintando los salones, el laboratorio, los auditorios, talleres y supongo que todo el plantel.
También contando que los maestros aportaron, por el discurso que Gonzáles dio. Solo esperemos que este aspecto dure.

– Bien jóvenes, antes de comenzar nuestra organización e introducción a este nuevo ciclo, iré mencionándolos y ustedes ocuparán cada asiento conforme los nombre. - la miss Montse se dirige a su escritorio y abre un cajón, saca lo que al parecer es la lista de alumnos y empieza a mencionarlos. -

– Becerril Ariadna, fila uno asiento uno, Cortés Lukas fila uno asiento dos...

Bueno, es mi mala suerte de siempre, mi apellido es Valle y soy casi de los últimos, no podré estar cerca de la ventana, pero al menos estaré con Josh que se apellida Valencia.

– Valencia César fila 3 asiento 3, Valle Mauricio fila 3 asiento 4...

Genial, estoy hasta al último y justo detrás de él.
Joshua y yo hemos sido mejores amigos desde primaria y nos gusta estar hablando todo el tiempo. Siempre que nos tocaba un nuevo grado, gracias a qué nuestros números de lista están juntos, Josh siempre iba delante de mi y era experto en qué los maestros no nos descubrieran mandándonos cartitas... "Dios, eso sonó muy cursi"
Me refiero a que, tenemos la costumbre de tener un papel para mandarnos mensajes; ésto gracias a que en secundaria siempre nos regañaban por hablar o murmurar. Y en preparatoria también nos regañaban por sacar el celular. Así que preferimos escribir en papel. Tiene sus dificultades a veces; chicas chismosas, maestros entrometidos, no hay buenas oportunidades para dar el mensaje, y hasta luego olvidamos que estamos escribiéndonos.

En fin, de reojo miro a Josh y veo que escribe algo. Trato de fingir poner atención a la clase de inglés, Josh tarda mucho en escribir, incluso más de lo habitual. En eso, un chico toca a la puerta y pide hablar con la maestra.

Joshua y yo cruzamos miradas y ambos parecemos leernos la mente, parece decirme: "¿Será ese el nuevo?"

– Bien jóvenes, tendremos a uno de los estudiantes de intercambio - la miss muestra una sonrisa radiante y algo incómoda para mí - les pido que sean amables y convivan entre ustedes.

La maestra ni siquiera termino de sentar a unos 4 chicos, los números de lista 21, 22, 23 y 24.

– Toma asiento en la fila 4 asiento 1 por favor, Said.

¡No Soy Predecible!Where stories live. Discover now