El Ensayo.

8 5 0
                                    

ᴍᴀᴜʀɪᴄɪᴏ

Sigo sin ideas. He estado aquí sentado por casi 2 horas y nada llega a mi mente, ¿será un bloqueo?. Faltan solo 20 días para las audiciones, definitivamente quiero entrar, y no solo tocando un cover, quiero hacer algo que me pertenezca, algo solo mío.

Me levanto de la silla para caminar en círculos y comienzo a tararear algún ritmo que se me cruce por la mente, esperando que mi imaginación haga su trabajo y comience a crear letras, pero sigo estando en blanco. En realidad, ni siquiera estoy seguro de que quiero hablar en esta canción: problemas, pensamientos nocturnos, desamor, amor... Es como si todo se hiciera bola en mi mente y desapareciera; tengo tantas ideas y a la vez ninguna. Suspiro, dándome cuenta de que no llegaré a nada intentando inspirarme de este modo, la inspiración viene a veces, cuando te encuentras de lo más deprimido o de lo más feliz. Es inútil.

Apago mi laptop y procedo a cepillar mis dientes para ir a dormir, no sin antes preparar mis cosas para mañana. De pronto, recuerdo ese maldito cuestionario que dejó la maestra de Lengua. Resoplo mientras saco el montón de hojas de mi mochila, luego saco un lápiz y me siento en mi cama para empezar a contestar. No soy fan de estos cuestionarios de opción múltiple, es más, los odio; más aún si el cuestionario trata sobre habilidades sociales, tipos de personalidad, etc. Hay veces en que las respuestas son tan triviales que no entiendo como otros lo responden con tanta facilidad. Aún recuerdo el test de orientación vocacional que hice en secundaria y en preparatoria, se supone que me ayudarían a elegir mi carrera o me darían una idea de mis puntos fuertes. Tarde casi 2 horas en contestarlo lo más honesto que pude para tener resultados precisos, traté de expresar lo que me gustaba y, - lo que yo consideraba - mis fortalezas. Después de unas semanas de esperar los resultados, me decepcioné demasiado: físico matemático, contador, químico farmacéutico, economista, ¿qué mierda era eso?. Es cierto que mi fuerte son las matemáticas y el razonamiento, aprender teoría básicamente, pero no es algo a lo que me quiera dedicar de por vida. Ya pasé más de 10 años con esa estúpida materia, y aunque nunca me haya causado problemas, estoy cansado de escuchar que debería de dedicarme a algo como eso. Después de esos resultados, tengo muy claro lo que NO quiero hacer.

Hojeo un rato para asimilar mi destino, alcanzo a leer:

"Prefiero los trabajos con facilidad de movimiento:
a) Prefiero trabajos fijos sin movimiento.
b) No, no me gusta viajar.
c) Sí, me gusta viajar."

¿ES EN SERIO? Si son países de mi agrado estoy dispuesto a viajar, pero si son países que no me gustan claro que no, aunque por supuesto puedes aprender muchas cosas si viajas seguido, conoces lugares, pruebas comida, pero también implica mudarte a cada rato... tal vez te estaba gustando un lugar y no te puedes quedar más porque tu jefe quiere que te vayas al otro lado del mundo, casi no podrás estar con tu circulo de amigos, familia...

¿Ahora se dan cuenta?, si sigo así, me tardaré toda la noche. Se supone que dejé de pensar en componer para irme a dormir temprano - o no tan tarde - pero responder esto es como si nunca lo hubiera dejado. Está bien, contestaré lo primero que se me venga a la mente, y espero poder ir a dormir aunque sea a la una de la mañana...

Jᴏsʜᴜᴀ

Otro nuevo día, otra nueva mañana.

Me alisto de nuevo para ir a la escuela. Ropa casual, nada impresionante.
Me siento feliz al ver mi apartamento sin esas malditas cajas que por fin termine de desempacar, me hacía falta tener un poco de minimalismo en mi vida, a pesar de los cuadros que mamá me obligó a conservar.
Camino hacia la cocina y abro el refrigerador para sacar un poco de leche fría, después me dirijo a la alacena y tomo el cereal. Agarro un plato mientras me pregunto: ¿qué va primero, el cereal o la leche? De seguro eso sería algo que Mau se cuestionaría, y se quedaría - como siempre - un largo rato pensándolo. Una pequeña risilla sale de mi boca y sin pensarlo mucho sirvo primero el cereal. Ya que no me queda mucho tiempo, como con prisa, meto unas cuantas cosas a mi mochila, me pongo el calzado y alcanzo a tomar una manzana del pequeño frutero que tengo en la mesa para terminar mi desayuno. Salgo de mi hogar de camino al colegio.

¡No Soy Predecible!Where stories live. Discover now