"no amigo"

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Cuando Max salió de ese cuarto parecía otro, pero sus compañeros que ya estaban acostumbrados a verlo todos los días, sí lo notaron y no pudieron evitar sorprenderse porque escondió sus pecas y reírse por el disparejo corte de pelo.

- estás hermoso - dijo Neils Gregor sarcástico - Serbia debería venir justo en este momento porque se está perdiendo de tu mayúscula belleza.

- gracias por el cumplido - suspiró y fue a la cancha donde los jóvenes entrenaban, iba a esforzarse como ellos también.

- ¿Max? - Seth ya estaba con la lengua de fuera por el cansancio - ¿qué le pasó a tus pecas?

- nada importante, vengo a entrenar con ustedes - llevaba una sudadera y pantalón negro que le cubrían su cuerpo lo más posible.

- morirás de calor.

- no te preocupes, no será tan malo - estaba tranquilo a pesar del inmenso sol.

- ¿Siracusa? - se extrañaron los hermanos Pascual al verlo - vaya, por fin te volviste hombre y decidiste venir.

- hola - solo los miró a ambos - ahora tenemos todos las mismas probabilidades de vivir o morir.

- quiero que sepas que hagas lo que hagas, eso no quita que eres el mimado del Gran Sacerdote - Miguel Pascual lo miró a los ojos - y no me agradas ni me vas a agradar.

- no vine aquí a hacer amigos - se alzó de hombros y miró a su profesor para escuchar sus indicaciones.

- no, ya vimos que todos viniste aquí para hacer el ridículo - miró a su profesor también.

Por estar discutiendo pacíficamente no se percataron de que el profesor ya hace rato había dado la indicación de que dieran 26 vueltas a la cancha. Aunque para su buena o mala fortuna, se salvaron de algo terrible.

Mientras seguían en lo suyo se escuchó un estruendo fuerte y al voltear se llevaron la horrible sorpresa de que una de las paredes se había derrumbado, al parecer los militares le pusieron dinamita y la volaron en pedazos. El verdadero problema fue que dejó a tres de sus compañeros aplastados, similar a lo que pasó con Dewey, pero con la diferencia de que esto había sido más repentino.

Rápidamente corrieron a quitarles los ladrillos de encima pero si no se habían muerto ya por asfixia, sin duda lo hicieron al recibir varios ladrillazos en la cabeza.

- ve a llamar a Rupert Greco - el profesor miró a Seth - ¡corre!

- ¡en seguida! - así lo hizo y para cuando llegó el Gran Sacerdote, todos estaban conmocionados, en especial uno de los jóvenes que lloraba desconsoladamente abrazando un cadaver.

Orsi Pasteur, Pascal Hertz y José Pascual habían fallecido y el hermano de este último lo abrazaba y le gritaba reclamándole por qué lo había dejado solo.

- hacíamos todo juntos, ¿por qué me dejaste? - estaba más que triste.

La Sección B estaba también consternada, ya que habían muerto varios estudiantes de la sección A y C, pero que Orsi falleciera sí que los dejó decaídos, en especial a Oparín que era su amigo más cercano, y ni se diga la relación que ambos tenían con Pascal el siempre hiperactivo.

- al menos ambos se fueron juntos... - trataba de mantenerse sereno a pesar de todo, aunque era complicado, ya que no se estaban esperando que eso pasara, en especial porque parecía ser un día de lo más tranquilo.

Todos estaban asustados, los militares sí que los habían tomado por sorpresa.
Rupert Greco no cabía dentro de sí mismo por la furia y quiso ir él a hablar personalmente con el coronel otra vez, le daría otro chance de dialogo, aunque en ese momento quería cobrar justicia.

En busca de un "Gran" SacerdoteWhere stories live. Discover now