Coppen Hauge

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Pasaron los días y todo transcurrió con "normalidad". Esa noche Seth había salido a pescar y cuando regresó a su casa ya era más de mediodía, su mamá seguía dormida y con un fuerte olor a alcohol.

Este suspiró y subió a la caja para poder mirar por la ventana, lo hizo por mucho tiempo y vio a toda la gente que pasaba por ahí.

Su mamá por fin despertó y se levantó de la cama con mucho dolor de cabeza y caminó tambaleándose hacia su hijo.

- Seth!

- ¿si mamá? - bajó de la caja para acercarse.

- ¿por qué no fuiste a trabajar?! - comenzó a regañarlo.

- si fui mamá, solo que lo hice de madrugada - le explicó.

- más te vale - entrecerró los ojos y fue a sentarse en el sofá ya que estaba mareada.

- ¿puedo salir a caminar? - preguntó.

- no regreses tan tarde - se lo permitió.

Seth sonrió y salió. Dio una vuelta completa por toda su localidad pasando por la biblioteca, cerca del río, la plaza central, el parque infantil y por supuesto las escuelas que estaban cerca. Se quedó viendo por mucho tiempo cada una de ellas, vio incluso la hora en la que los estudiantes salían y observó a cada uno de ellos.

- ¿qué tanto miras? - se escuchó una voz a sus espaldas.

- nada señor, lo siento! - volteó para ver de quién se trataba. Era un hombre mayor con piel celeste, pelo blanco y ojos lila como cualquier otro ángel, tenía una sonrisa bondadosa.

- no te disculpes, no estás haciendo nada malo - puso una mano en su hombro - ahora respóndeme... ¿qué tanto miras?

- solo veo la escuela - se alzó de hombros.

- ¿por qué? - preguntó curioso.

- no sé - la siguió mirando.

- ¿te gustaría estar ahí?

- es imposible - negó con la cabeza.

- ¿por qué dices eso?

- nunca he ido a la escuela, además no tengo dinero para estudiar en un lugar así.

- no te pregunté si podías o no, te pregunté si te gustaría... piénsalo bien.

- si - dijo involuntariamente - me gustaría mucho...

- ¿sabes leer y escribir?

- si, mi papá me enseñó.

- ¿y sumar y restar?

- también - sonrió.

- ¿y cómo fue que aprendiste eso?

- vendiendo pescado - dijo como si nada.

- ya veo - comenzó a caminar con dirección al colegio y le hizo una señal para que lo siguiera.

Seth se levantó de la banca y caminó obedientemente tras él. Entraron al colegio y fueron al despacho de la directora.

- buenas tardes - dijo ella - es un gusto volver a verlo...

- igualmente - dijo el tipo - necesito un examen de admisión, para este chico - lo señaló.

- no - dijo Seth asustado - yo no sé nada...

- eso lo veremos - la directora le entregó una papeleta con el examen y Seth, con los conocimientos que tenía, comenzó a llenarlo.

Luego de calificarlo la directora se acercó a ellos.

- ¿cuántos años tienes niño?

- diez - dijo este.

En busca de un "Gran" SacerdoteWhere stories live. Discover now