El voluntario

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Llegó también el día en la Escuela de Grandes Sacerdotes y por ende, empezaron a preocuparse más por el paradero de ambos niños.

Asha estaba tan angustiada que quiso salir ella misma a buscar a su niño, cosa que obviamente era una locura y se lo hicieron saber, pero ella era tan insistente que se las arregló de convencer a Max de que la acompañara y así lo hizo.

Se fue no sin antes mirar mal a Teddy quien no se veía preocupado por el otro niño, más bien, seguía diciendo que estaría bien porque Benjamín era capaz de cuidarse muy bien aún estando solo.

No se equivocó, el niño estaba vivo, pero estaría más que asustado de no ser porque encontraron a los tres sujetos extraños en las alcantarillas. 

Le sorprendía más que nada que uno de ellos fuera el papá de Pollito, ya que la probabilidad de encontrárselo en esa situación era casi nula y la probabilidad de tener papá aún en tiempos de guerra, era casi igual de increíble.

- ¿cómo es que ustedes llegaron aquí adentro? - Serbia lo miró, aún lo llevaba de la mano para que no se fuera a perder.

- fue culpa de Roger quien me empujó por un pequeño barranco, vimos la entrada y como siempre quiso ir a jugar.

Pollón miró a su hijo con mucha seriedad, pero no tenía ganas de regañarlo, así que solo se resignó a que el niño que le había tocado estaba demente.

Hablando de dementes, era irónico que el niño demonio y Coppen eran los que iban más callados y tranquilos en todo el trayecto, eso no pasaba todos los días.

- ¿a qué hora vamos a llegar? - Pollito ya se iba quejando.

- ¿crees que tengo cara de cronómetro? - Ronald respondió.

- no papá, es que no hemos comido desde ayer y ya quiero llegar porque me da frío aquí - talló sus ojos.

Ronald sacó de su mochila una lata de atún que no se había querido comer, era una ventaja en ese momento que haya perdido el apetito. La abrió y se la dio al niño con una paleta de madera similar con las que se come helado.

Pollito vio el cielo abierto y empezó a comer lo más rápido posible pero su papá lo detuvo.

- aquí se comparte niño, dale a tus amigos...

Roger miró a Benjamín y al niño demonio y siguió comiendo. De todas maneras ellos ni siquiera eran sus amigos.

- ¿qué parte no entendiste? - Benjamín se enojó - yo también tengo hambre y es tu culpa...

- está bien está bien, ya no llores - le dio la lata y el niño racionó su parte y dejó un poco para el niño demonio, quien con seguridad jamás había visto atún en su vida.

- cómetelo y no me muerdas ni ataques - dejó el atún en el piso. Él se acercó a olerlo y lo comió en cuestión de segundos, estaba feliz y a la vez confundido con ese nuevo sabor.

- ¿podrían repetir de dónde salió ese niño? - Coppen se le quedó mirando, le parecía extraña la situación.

- estaba aquí en las alcantarillas - Pollito dijo obediente - nos atacó y después nos siguió, tengan cuidado que los puede morder...

Pasaban las horas y todo lo que los tres adultos ya habían caminado, debían hacerlo en dirección contraria porque era mejor eso a toparse con los militares quienes les darían muerte segura. Eso, inevitablemente los llevó a cuestionarse un par de cosas.

- ¿cómo es que los militares no los mataron a ustedes? ¿no los vieron? - Serbia preguntó.

- sí nos vieron - el niño apretó su mano - pero al parecer confundieron a Pollito con otro niño llamado Hassan, dijeron que lo conocían y por eso nos dejaron irnos.

- ¿Hassan? - Ronald recordó que Pollito no era en realidad hijo suyo, Asha lo había traído quién sabe de dónde y con una gran herida en la cabeza de la que solo quedaba una cicatriz, pero el niño no recordaba nada de eso, así que era mejor no profundizar y por supuesto no decirle nada a ella para que no se molestara.

Hablando de Asha, ella estaba preocupada y furiosa. Fue con Max por todas y cada una de las tiendas cercanas preguntando si los niños habían pasado por ahí y le decían que sí, pero nada más podrían aportarles y cada vez se alejaban más de la escuela.

- ¿y si están en peligro? - ella se empezó a preocupar más y miró a Max en lágrimas.

- eh, estarán bien, no te preocupes tanto - trató de hacerla que se calme.

- te ves tan tranquilo porque tú no tienes a nadie que dependa de ti y menos a un niño - se cruzó de brazos - Roger es mi hijo y lo voy a encontrar, quiero recuperarlo vivo...

- sí, sí, comprendo - mejor no dijo más cosas para no enojarla y solo asentía a lo que ella le decía.

Llegó otra noche, y aunque no encontraron a los niños, sí pudieron conseguir el hilo verde que Teddy pedía, así que lo llevaron a la escuela.

Asha llegó triste, quería seguir buscando a Pollito pero a la vez sabía que las noches en tiempos de guerra eran muy complicadas, y más ahora que tenían pesadillas, así que no tuvieron más alternativa que volver. Cosa que Teddy agradecía ya que con el hilo, podría proseguir con su plan de exterminación de las pesadillas.

- ¿qué es lo que piensas hacer específicamente? - Rupert Greco lo miró primero - dinos en qué podemos ayudarte.

- simplemente necesito un voluntario y que el resto se vaya a dormir, quienes tengan pesadillas no me lo digan, con saber su nombre es más que suficiente.

Todos se presentaron; al parecer, Teddy tenía tan buena memoria que se acordó de todos los nombres.

- ¿quién será el voluntario? - preguntó Pascual - yo creo que no puedo, es decir, no tuve pesadilla alguna.

- buen punto - Seth pensó que había llegado su hora de ser valiente y demostrarles que no era tan débil ni cobarde como la mayoría pensaba, así que se ofreció - seré el voluntario.

- perfecto, entonces vamos - empezó a caminar y él lo siguió.

- ¿qué haremos exactamente?

- ya lo verás...

- ¿dolerá?

- por supuesto que no, será una muerte rápida e indolora - bromeó.

Continuará...

En busca de un "Gran" SacerdoteWhere stories live. Discover now