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JeongHan intentó sujetar el brazo de SeokMin para que este no fuese hasta el paradero del llamativo pelirrojo y terminara avergonzado.

Pero fue en vano su esfuerzo.

Ahora el moreno después de zafarse, corrió con el presente que regalaría en su mano.

— ¡SeokMin, no lo hagas!

Gritó el rubio a lo lejos.

SeokMin siguió su camino por los pasillos del instituto hasta llegar a la entrada del comedor.

Arregló un poco los cabellos revueltos y trató de que su respiración agitada disminuyera.

Antes de abrir la puerta vio una vez más la caja de chocolates para Jun. Sabía que ningún ingrediente en ellos le causaría malestar, ya que, se las había arreglado para encontrar su expediente y leer la información antes de caer bajo.

Así que, estaba demasiado seguro que no habría problema con rechazar el presente.

Pero justo al rozar la puerta JeongHan saltó en su espalda y se enganchó a él como un piojo incapaz de dejar el cuero cabelludo.

— ¡No¡ ¿Qué haces? Mi plan se arruinará.

—Lee SeokMin. Dame esos chocolates —Demandó.

— ¡Jamás!

Rubio y castaño forcejearon al mismo tiempo girando por lo menos un minuto, hasta que la puerta que llevaba directo al comedor se abrió dejando ver una silueta esbelta con el uniforme escolar totalmente aseado.

Jun alzó una ceja en la entrada cuando vio a JeongHan tomar por los cabellos de SeokMin intentando alcanzar una caja en la mano del castaño.

El pelirrojo no le dio importancia e ignoró a par de locos y estorbosos amigos.

SeokMin se agitó una vez más y por fin pudo sacar a JeongHan de encima suyo y alcanzó a su mayor más desaliñado de lo usual.

—Jun, ho-hola —sus mejillas calentaron una vez que Jun le volteó a ver.

— ¿Qué quieres? —Preguntó seco.

—Bueno, hoy es San Valentín, así que, por favor acepta este presente como signo de admiración —fue directo al grano, inclinándose con una pequeña reverencia.

SeokMin esperó hasta que escuchó un bufido de su parte.

—Claro, y después lo pondré en mi caja de "no me interesa".

Sonrió sínico para jugar un poco con los sentimientos del moreno —No vuelvas a darme obsequios, a menos que quieras que terminen en el bote de basura.

Jun giró sobre sus talones satisfecho de lo anterior.

Los adolescentes al rededor que presenciaron tal confesión, observaron a SeokMin con pena y lástima antes de regresar a lo suyo.

—Seok, es una perdida de tiempo —Se acercó JeongHan tomando de su hombro.

—No lo es, solo puedo volver a intentarlo.

Destino ➮ᏚeokᎻuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora