Destino ➮ᏚeokᎻui

v e i n t i c u a t r o

Tal y como Jun lo ordenó, SeokMin había llamado a la ambulancia cuanto antes y al llegar al hospital llamó a sus padres con el corazón en la mano.

SeokMin se sentía como el peor ser humano en la historia. Lloró hasta que su pecho dolió, sintiéndose culpable e impotente.

Sus padres hicieron el mayor esfuerzo en demostrarle lo contrario para que cesara las lágrimas y se calmara, más en cambio, SeokMin se negaba aceptar que así era hasta el punto en pensar que era un peligro para el pelirrojo.

Era más que obvio para el moreno. Asfixiar a su enamorado en su primera cita le hacía perder cien puntos a su favor y la confianza en poder conseguir el corazón de Jun, lo cual le hacía reafirmar que probablemente Jun lo quiera lejos de él una vez saliendo del hospital.

Sus padres pudieron comunicarse con el rector del instituto para que la madre de JunHui estuviera consciente del paradero de su hijo.

Cuando la señora Wen paso por el campo de visión de SeokMin, el cuerpo del moreno se tenso. Volvió a llorar frente la madre Jun en cuanto la mujer obtuvo una explicación del porqué su hijo estaba en el hospital. La señora Wen comprendió de inmediato, sin embargo, SeokMin insistió en su perdón mientras se inclinaba en un perfecto noventa grados y con las lágrimas acompañándolo.

—Él está bien, le suministraron el medicamento más efectivo que hay, ahora está descansando, así que no tienes porque preocuparte mucho, SeokMin. El médico dijo que mañana lo darán de alta.

Le había dicho la madre de Jun con una cansada y a la vez cálida mirada. La señora Wen no estaba enojada con el moreno, al final SeokMin no sabía de la alergia al pelaje de los felinos que JunHui padecía, por lo que simpatizo con SeokMin dejando pasar las disculpas del adolescente.

SeokMin dejó de angustiarse un poco, pero no por completo, aún se sentía decepcionado con sigo mismo.

— ¿Quieres pasar a verlo?

El moreno quién se encontraba cabizbajo, alzó una mirada impaciente. Miró a sus padres detrás de él y estos asintieron de inmediato para que SeokMin no dejará pasar el momento.

—De... De acuerdo.

Tomó camino a la habitación donde se encontraba Jun y entró dejando salir un suspiro al ver el estado en que cuál se encontraba el pelirrojo.

Exprimió sus últimas lágrimas que había guardado y tomó la albina mano de Jun con delicadeza y dulzura. Éste estaba recostado en la cómoda almohada y con los ojos cerrados, sus labios ligeramente resecos y con la intravenosa en su brazo izquierdo. El corazón de SeokMin se comprimió.

—Lo siento mucho, Jun —Las orillas de sus labios cayeron inconscientemente— En realidad pensé haber sabido todo de ti, pero al final, te terminé en decepcionar y para variar te lastimé más de lo que creí —Dejó que un silencio se expandiera en la habitación y después de unos segundos suspiró una última vez y se preparó para lo que estaba por decir— Está bien si decides odiarme, y está bien si quieres no verme nunca más, y-yo lo comprenderé, Jun.

Apretó un poco la mano del mayor mientras le miraba con toda la tristeza del mundo.

Se desprendió del agarre mientras recordaba todo lo que pasó con el pelirrojo, insistiendo a su corazón que debe dejar ir a aquel ser que a parte de amarlo demasiado también le admiraba.

Le observó con detalle antes de decirle un último adiós, acarició las lisas y suaves hebras bermejas con cariño. Sin embargo, entre más se centraba y hundía en sus pensamientos, pensando en lo hermoso y bello que era Jun, olvidó por completo las acciones que su propio cuerpo ejerció sin su permiso, besando los estrechos labios del mayor con brevedad.

SeokMin se incorporó con la mirada perdida y perdiendo de inmediato el color de su piel.

¡¿Que acababa de hacer?!

El menor se tiró a un lado de la camilla de Jun y se tocó los labios sin poder creerlo. Cuando cayó en cuenta, lo repitió una y otra vez en su mente. Había besado a Jun, lo había besado como si nada.

Volvió a Jun. Su rostro enrojeció como nunca antes lo había hecho.

—Yo... yo te besé —aún en shock le murmuró al mayor que seguía descansando plácidamente en la camilla— ¿Por qué lo hice?

Vio un vaso de agua en la mesa que se encontraba en el otro extremo, y no dudo en tomar el algodón que estaba a un lado y hundirlo en el agua para poder pasarlo por los labios de Jun para limpiar el rastro de saliva que dejó en ellos.

—Ya está, como nuevos. No acabo de robar tu primer beso, lo juro, no lo hice.

SeokMin sonrió nervios tratando de engañarse a si mismo. Pero incluso si se sintiera confiado por las falacias que salían de su boca, no dejó de mirar el par de Jun con anhelo, ya que gracias a que refrescó los agrietados labios estos tomaron un color fuerte y exquisito que solo le hizo desear más.

Se volvió acercar y rozo los labios de Jun con dulzura. Todo su cuerpo tembló al sentir ese cálido sentimiento llenándolo. SeokMin rotó en su eje y chillo emocionado creando millones de escenarios en su mente.

—Ya debo irme... —Dijo con las mejillas teñidas— Bueno, solo uno más y ya.

Justo como dijo, junto sus labios robando un casto beso más al mayor y dio media vuelta para salir de la habitación conteniendo la alegría en su interior.

Por otro lado, Jun, que durante todo el lapso había fingido estar dormido pacíficamente, tomó la almohada debajo de él y escondió su rostro en ella como signo de timidez y felicidad mientras sentía como su estomago se estrujaba.

SeokMin era un completo estúpido, uno del que aseguraba que estaba más que enamorado.

— ¿Por qué se ríen? Se supone que deben consolarme, casi mando a Jun a coma —Frunció el ceño sin entender a sus amigos.

— ¿Tú por qué no te ríes? Es la cosa más graciosa que me han contado.

Joshua acompañó a JeongHan con una eufórica risa.

—Sin duda sería una gran historia para sus hijos y nietos.

El rostro de SeokMin se convirtió en un expresivo signo de interrogación, y con su cara de pócker preguntó a sus amigos sin comprender — ¿Qué? P-pero... ¿Por qué tendríamos hijos?

— ¿No quieres tener hijos con Jun?

—Quiero decir, sí, es algo que tengo planeado para el futuro, sin embargo, él y yo no somos novios... no, cero, no hay nada —Negó con veracidad e insistencia, algo que al pelinegro y rubio les desconcertó— ¿Por qué lo dicen, acaso hablaron con Jun?

Joshua y JeongHan intercambiaron miradas. 

— Por qué tan nervioso de repente, hay algo que sucedió entre ustedes que no nos quieres decir.

SeokMin negó en cuanto pudo, habían veces que Joshua le ponía con los bellos de punta con su dura actitud de niño arrogante, que esa vez no fue excepción.

Antes de poder dar una excusa para salir de esa situación y salirse con la suya, una llamada entró a su móvil.

—Es Jun —Aviso sin despegar sus ojos de la pantalla, y en seguida se pudo apreciar la emoción y nerviosismo en su mirada.

—Contesta, a menos de que quieras no atender y nos cuentes todo sin excepción y sumo detalle de lo que está ocurriendo con JunHui.

SeokMin tomo sus cosas y salio corriendo de la biblioteca sin dejarse manipular por JeongHan.

Joshua se carcajeo y seguido enrolló un brazo alrededor del cuello del rubio para después darle un afectuoso beso en sus labios.