Cuidado

512 60 13
                                    

-Deidara-sama para ti, tonto- Dijo un sirviente.

-Dejalo así. Vine por mi princesa- Exclamó Deidara mirando morbosamente a la muchacha frente a él.

-Quedamos en que yo la llevaría- Dijo Sasuke intentando contener su molestia.

-Bueno, algo parecido. No podía esperar más así que decidí venir por ella y tú y tu amigo caballo nos acompañaran, de todas maneras tengo que devolverlo a su forma original- Respondió con una sonrisa.

-Pero, Deidara, es muy tarde y Hinata debe descansar- Pronunció Naruto para intentar relajar los humos.

-Rey, ellos tienen razón- Dijo un súbdito.

-Mmm, de acuerdo. Señorita, deme habitaciones para mi y mis hombres- Ordenó del rey a la señorita.

-Disculpe pero, ya no hay habitaciones disponibles-

-¿Qué? Sabes quien soy?- Dijo algo enojado.

-Sí, pero no puedo hacer nada, ya todas están ocupadas- Contesto molesta la recepcionista, claro que sabía quien era, pero nada podía hacer.

-Entonces supongo que puedo pasar la noche en la habitación de la princesa- Dijo picaro Deidara acercándose a la chica.

-No lo creo- Sasuke se puso frente a Hinata para protegerla de ese depravado.

-¿Disculpa?- Gritó molesto el rey.

-Lo que quiere decir Sasuke es que las mujeres deben llegar vírgenes al matrimonio y como usted se habrá dado cuenta Hinata es muy bonita, no creo que se resista usted- Dijo Naruto algo nervioso, pero debía evitar una pelea en media recepción.

-¿Qué diferencia hay si la hago mia ahora o después?- La ojiluna se iba a oponer a eso pero fue callada por Sasuke.

-El Oráculo-

-¿Él qué?- Preguntó curioso.

-El Oráculo dice que si la mujer no llega virgen al matrimonio la unión no será verdadera y serán castigados por los dioses- Dijo con seguridad.

-¿E-en serio? No no, mejor nos vamos, pero mañana nos vamos temprano- Exclamó asustado saliendo del lugar.

Ese rey era más tonto de lo que parecía. Esa mentira se la acababa de inventar y se la creyó, vaya iluso.

Todos volvieron a sus habitaciones y en un profundo silencio se quedaron ambos azabaches sentados en la cama.

-Sasuke-kun...- Dijo ella mirando al piso y jugando con sus dedos.

-¿Sí?- Preguntó mirándola y apreciando su belleza.

-Yo... te amo- Exclamó al mismo tiempo que se ponía roja como un tomate.

El azabache sonrió de medio lado y se acercó a ella abrazandola -Yo también te amo- Dijo dándole un beso en la cabeza para luego continuar en lo que habían dejado pendiente.

En la mañana Deidara estaba listo con sus hombres para partir al palacio y hacer a Hinata su esposa.

-Gracias por todo- Dio Sasuke una reverencia a la recepcionista y se fue de ahí junto a Hinata y Naruto.

-Suban a Hinata a mi caballo- Ordenó el rubio a uno de sus hombres que se acerco a la chica para ayudarla a subir.

-Etto...yo...- Miro a Sasuke y este le hizo una seña para que se subiera al caballo junto a Deidara.

En el camino no pudo evitar sentirse un poco celoso al verla agarrarlo de la cintura para no caer, pero era algo normal. Además, estaba pensando que ella debía estar cansada de caminar tanto.

Salvando a la princesaWhere stories live. Discover now