Salvando a la princesa

Trato

El rey Deidara del reino de Akatsuki se encontraba en su habitación, con su consejero al lado.

-Señor, si no se casa pronto su corona deberá pasar al segundo en la lista- Dijo Zetsu, su consejero.

-Lo sé, pero necesito a una princesa, no quiero que sea linda, quiero que sea una diosa- Dijo exaltado pensando en si existía alguna de ese tipo.

-Pues, solo hay una- Dijo recogiendo las fotos de varias princesas en la mesa.

-Habla, sopenco- Ordenó.

-Hinata Hyuga- Contestó poniendo en la mesa la foto de una hermosa joven de ojos blancos y cabello azabache.

-¿¡Por qué no me la habías mostrado antes!? Es perfecta- Tomo la foto y la beso apasionadamente.

-Es porque... tiene un problemita- Respondió Zetsu sudando por la frente.

-Habla- Deidara no paro de besar la foto.

-Esta encerrada, en la torre de... el dragón-

-Pues no es problema para mi, llama a los mejores hombres, hoy habrá un duelo- Dijo Deidara indicandole a su consejero que se marchara.

Cuando este lo hizo el rubio no dejo pasar minuto y desabrocho su fino pantalón para comenzar a masajear su miembro mirando la foto de la dulce chica. Se la imagino cabalgandolo mientras gritaba su nombre y apretaba sus pectorales.

Luego de su sesión de autoplacer se dirigió a la plaza, donde sus mejores hombres ya debían estar esperándolo.

La gente comenzó a llegar para ver el show y Deidara ordeno para que dieran instrucciones.

-Gente del pueblo, el dia de hoy solo uno de ustedes quedara en pie y ese uno se encaminará hasta la torre del dragón, donde la futura esposa del rey los espera. Nadie ha logrado llegar así que den lo mejor de si ¡comiencen!- Así los hombres empezaron a golpearse unos a otros como cavernícolas para ganar

Por su lado, el Uchiha acababa de llegar a la entrada del reino y no había nadie, así que camino como si nada.

-Es lugar esta vacío- Dijo Naruto mirando a todos lados.

-Escucho algo- Exclamó Sasuke caminando hacia donde se escuchaban ruidos y gritos.

Se adentro y miro como el rey estaba sentado en un trono mirando como sus súbditos se peleaban a muerte.

Poca importancia le dio cuando alguien entre la multitud grito -¡Un maldito!- y pronto la guardia real ordenó a los hombres irse contra él.

-Naruto, hazte para atrás- Dijo Sasuke caminando despacito hacia ellos.

-Te doy 3 minutos- Naruto se acostó en el suelo.

-Que sean 2- Así como lo ordenó Deidara los hombres se le fueron encima, sin embargo de poco o nada sirvió, ya que el Uchiha sin siquiera sacar su espada los derroto uno a uno llegando así frente al rey y llamando a Naruto para que se acercara.

-¿A qué se debe la visita tan repentina?- Preguntó Deidara mirándolo con superioridad.

-Bueno, usted convirtió a mi amigo en caballo. Devuelvamelo- Ordenó Sasuke.

-¿Crees que puedes darme ordenes?- Dijo molesto el rey de Akatsuki.

-Bueno...- El azabache estaba a punto de sacar su espada pero de inmediato Deidara se hizo chiquito.

-Espera espera, no hay que recurrir a la violencia- Dijo escondiéndose detrás de su consejero.

-¿Lo hará?- Preguntó dejando su espada en su lugar.

-Hagamos un trato, si tú vas por una princesa para mi a la torre del dragón no solo revertire el hechizo, también dejaremos de molestarlos- Propuso Deidara.

Al principio Sasuke no estaba muy seguro pero bueno, era solo traer a una chiquilla, no debía ser difícil.

-Solo traemela, la quiero virgen, no te la vayas a coger- Menciono enojado de solo pensarlo

-Si no cumples te corto la cabeza- Dijo Sasuke antes de irse y luego de recibir algo de información sobre la chica.

-Espera- Zetsu le lanzo una bolsa de monedas, -Es para que le compres lo necesario, y no la vayas a asustar con tu apariencia-

Al salir del reino el ojirojo mandó un halcón con una carta avisando a su familia.

-Sasuke, ¿por qué dijiste que sí?- Pregunto Naruto luego de refunfuñar.

-No es tan difícil Naruto, solo debemos recoger a esa princesa y luego todo se resolverá-

-¿Crees que esa chica sea tan linda como para que ese tipo piense que te la quieras follar?-

-No lo creo, no soy ese tipo de persona-

Sasuke era todo un galán para todas, sin embargo, él nunca se había fijado en ninguna chica, eran lindas pero no eran lo que el buscaba en absoluto y una princesa mimada no cambiaría su record.