¡Eres un capullo! Pero te quiero... - Intenabo

12.- Movida en el despacho.

Vuestros deseos son órdenes para mí.

Narra Gustabo:

Me estaba muriendo de la vergüenza. Rezaba internamente para que Horacio se callara la puta boca esa que tiene y se metiera el enfado por el culo.
Pero Horacio enfadado es...

– A ver, muñeca. Cuéntame. Y como no sea algo importante te juro por Dios que sales aquí a porrazos.— Dijo el viejo fijando su mirada primero en mí y luego en mi mejor amigo.—

Tierra trágame.

–"Cuéntame, cuéntame"  —burlaba mi amigo tratando de imitar su voz.— ¡Cómo coño se te ocurre usar así a Gust- FRED!

El superintendente de levantó de inmediato al escuchar eso.

– Sal de aquí inmediatamente, Dan. Déjame hablar con Fred.

– ¡No!

– ¡Lárgate!

Horacio se levantó también.
Yo no sabía dónde coño meter la cabeza.

– Dan ¿Qué haces? Déjalo, no pasa nada...— me atreví a decir.—

¿Que cojones estaba pasando? Los dos estaban de pies y yo como un gilipollas sentado en la silla.

Conway fue dirección a Horacio y le agarró del cuello de la camisa.

– ¡Suéltame, viejo!

En ese momento me levanté. Parecía que el decrépito le iba a meter una ostia a mi amigo y eso sí que no.
Fui a pararlo pero fue algo "tarde"

Ya se había recibido un golpe.

Al principio se me venía a la cabeza que fue Horacio el que lo recibió
Pero inmediatamente ví a Jack con una mano en la mejilla.

"Ostia puta." Pensé.

– ¿¡Qué coño haces?!

Fue a aporrear de cresta pero me lancé hacia su dirección, tirándole al suelo dónde comenzó a forcejear para salir.

– ¡SUÉLTAME ANORMAL PARA QUE LE VUELE LA PUTA CABEZA A LA MARICONA ESA!

– ¡Conway espere! ¡No le haga nada!— Gritaba.—

En un arrebato de nerviosismo avisé por radio al comisario.

– ¡Volkov, Volkov! ¡Ven, joder!

Empecé a forcejear con el superintendente que parecía dispuesto a matar a Horacio. Joder, es que da miedo.

– ¿Ir donde? Dame su 10-20. Y relájese ¿Ha pasado algo? — yo escuchaba al ruso hablar desde radio.—

Dan le metió una patada al mayor

– ¡PERO DAN! ¡PARA JODER! —volví a hablar por radio, de nuevo hablando a Víktor.—  ¡Al despacho de Conway! ¡VEN POR DIOS!¡DAN Y CONWAY SE QUIEREN MATAR!

Jack estaba ganando el forcejeo. Tiene mucha más fuerza que yo, y al parecer, más fuerza que cualquier policía. Finalmente me giró para estar yo debajo de él.

– Buen intento, muñeca. — me dijo con una sonrisa. El muy egocéntrico se creía importante por ganarme.— Pero me temo que la próxima vez que veas a tu amiga Horacia, va a ser en una puta funeraria.

¡Que alguien me explique por qué Horacio no se ha ido de la sala!  ¡Parece que está esperando su puta muerte!

Conway se levantó para ir hacia mi amigo. El cual tiene serios problemas mentales porque el muy subnormalito parecía dispuesto a pelear.

– Que está pas- ¡Conway! — el ruso entró a la sala justo antes del golpe.—

Narra Conway:

– Jack ¿Me quieres explicar por qué te portas como un puto crío? ¿En serio he tenido que venir por tus gilipolleces? —Hablaba la chica de pelo anaranjado.—

Escuché un par de risas de fondo. Obviamente reconocí al instante de quién se trataba.
Zipi y Zape. Las capullitas.

– Hago lo que me da la gana. Para eso es mi comisaría.

– Michelle, solicito un psicólogo para Conway.— dijo el puto ruski de mierda. —

– Psicólogo para Papu.

Habló el de pasamontañas rosa.
Estaba algo enfadado con él por haberle contado a su amigo lo que pasó. Pero en fin, ya me lo esperaba. Son como hermanos y se lo cuentan todo.

– Como me pongáis un puto psicólogo cadena perpetua para el subnormal de Dan.

Quizá me estaba pasando con eso que acababa de decir. Pero no me gusta que me toquen los huevos.

– ¡Ala! ¡¿Y a mí por qué?!

He pensado cositas

¿Qúe os parece si hago capítulos más cortos y los subo mas seguidos? ¿O preferís como al principio, más largos pero que tarde más?

Besos en el siempre sucio

Un fondo de Reborn que he encontrado en mi galería porque sí. Abracitos.

¿Qué queréis que pase?