23.- Jugando con fuego

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Narra Gustabo:

Ya se hizo de noche, fui a mi casa.

Después de estar por 6 horas consolando a Horacio, al fin llegué a mi hogar
Nada más entrar,me tiré directo al sofá, para desplomarme en este, quedando tumbado boca abajo, queriendo simplemente dormir.

– ¿Horacio está bien?

Escuché decir a una voz que inmediatamente reconocí.
Me giré y me senté en el sofá, mirándolo.

Conway...

El nombrado fue hacia mí y se sentó a mi lado.

Gustabo, toma.

Mostró una pastilla en su mano. Entendí la referencia y la agarré.

¿Es obligatorio?

– ¿Tú eres tonto?

– Vale, vale, viejo, que sólo bromeaba.

Llevé la pastilla a mi boca, y de la mesa del sofá Jack agarró un vaso de agua y me lo dió.

Bebí un poco, tragué la pastilla e inmediatamente comencé a toser.

– ¡Joder! ¡Qué puto asco! ¡Este agua sabe a mierda!

– ¿Y qué esperabas, nenaza? ¿Que te diera un vaso de agua nuevo? Te levantas y vas tú. El agua que has tomado lleva ahí como desde esta mañana.

– ¡Joder! ¿Quieres envenenarme?

– Ganas no me faltan.

Y de nuevo aquel silencio.

– Superintendente, lo siento muchísimo, de verdad, yo-

Mis palabras fueron interrumpidas por la mano del mayor, poniéndola en mis labios, haciendo que no acabará la frase.

– Deja de llorar de una puta vez, ya me lo has pedido y te he oído, joder, pareces un disco rayado. Anda, capullo, relájate, pero como vuelvas a hacer algo así te juro que seré yo el que te matará con mis propias manos.

– Dios, Conway.—Miré al techo y eché la cabeza hacia atrás, haciendo que todo mi cuerpo se apoye en el respaldo del sofá.— ¿Crees que el comisario y Horacio volverán a estar juntos?

– Por supuesto, anormal. El gilipollas ese está coladísimo por Volkov,  y Volkov por Horacio también, lo único que no lo sabe.

– Por Dios, viejo, parece usted un poeta, pero ahora en serio.

– Y yo en serio te lo digo. Volkov se enamoró de Dan ¿No? Y Dan es Horacio.

– Ya, la cosa es que Volkov se ha olvidado de cómo se enamoró de él.

– Si le enamoró una vez, lo volverá a hacer, tranquilo, no tengo dudas. Dejemos de hablar de esta gilipollez, parecemos críos de 9 años en el patio del recreo.

Sonreí ante ese comentario.

– Sí, esto es como una película ¿Verdad? Dios. Que fuerte.

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⏰ Última actualización: May 09, 2021 ⏰

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¡Eres un capullo! Pero te quiero... - IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora