XIV. TÚ.

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ETTAN

llegué tarde al trabajo, coloqué todas mis cosas en mi casillero para vestirme de inmediato, al menos quedaban unos minutos antes de mi presentación. No sabía porque sentía como si algo iba a sucederme.

Llevaba horas diciendo que no debía de preocuparme. En ese momento Sheila se acercó mí.

— "Querido, está noche te toca un cliente en especial." — Dijo.

— "¿Qué? ¿Quién es?" — Pregunté apurado en ponerme mi vestuario.

— "No lo sé. Solo se que el jefe desea que los y las mejores bailarinas hagan pasar una buena noche a esos caballeros y dentro los mejores estás tú, así que lúcete. Es la tarima 4. Tienes 10 minutos."

Palmeó mi hombro y se marchó.

Respiré profundo. Esto solía pasar, pero lo que no podía entender era porque estaba tan nervioso. Miré mi celular una vez más, no había hablado con Louis desde la mañana que se había marchado de casa.

Parecía estar enojado por lo que había pasado en la noche. ¿Como pude soñar con él otra vez? Estaba paranoico. Miré mi reloj ya era tiempo de mi turno.

Camine hasta la tarima donde se encontraba el show VIP. Podía escuchar el ruido de fiesta del otro lado de la cortina, al parecer lo estaban disfrutando bastante.

— "¿Listo?" — Preguntaron. Asentí.

En segundos las luces apuntaron las cortinas, y podía percibir la emoción del otro lado, las cortinas abrieron de golpe al mismo tiempo en que la música sonaba y yo dejaba caer mi abrigo al suelo.

Y justo en ese momento lo ví. ¿Era él? Sus ojos parecían sorprendidos, si, era él. No sabía que hacer por segundos, tomé mi abrigo del suelo para cubrirme y salir de allí.

— "¡Oye!" — Le escuché gritarme.

Corrí por el pasillo de vuelta a mi casillero, sentía que me estaba ahogando. ¿Era él? ¿En serio era él? Saqué todas mis cosas del casillero con manos temblorosas.

— "¡Ettan! ¿Qué has hecho? Debes de volver a la tarima."

No contesté, debía de salir de allí antes de que me asesinara. Me había invadido el pánico.

— "¡Ettan!" — Gritó Sheila en mi oído.

— "Lo siento, no puedo hacerlo. Necesito irme." — Tomé mi mochila para salir del club.

Fuí directo al estacionamiento, lancé mi mochila en el asiento trasero, debía de huir. Me subí al asiento del conductor y encendí mi auto y justamente cuando iba a arrancar, un sonido fuerte me asusto.

Jared estaba frente a mí auto. Había golpeado el lado de motor con su puño. Su pelo desorganizado caía hasta su hombro, y estaba algo más musculoso que antes.

— "Jefe, debe de abrigarse." — Dijo Julio ofreciendo su abrigo pero él no despegaba su mirada de mí.

— "No vas a huir de mí, sal del auto."
— "Jefe, abríguese."

Tomó su abrigo de mala forma para ponérselo.
Y yo caía en la locura de si estaba viviendo mi pesadilla en ese momento.

— "¡Sal del auto!" — Me gritó.

No. No.

— "¡Apártate!" — Le grité.

— "¡Sal del maldito auto!" — Volvió a gritar, pero solo cerré mis ojos para pisar en el acelerador, y Julio lo empujó a un lado dándome la brecha de evadirlo y salir a alta velocidad del lugar.

ME ENAMORÉ DE UN DESGRACIADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora