XXVI.DE VUELTA

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ETTHAN

Miré el reloj de pared que apuntaba a las 4:30pm, esto era un infierno. Desde que había tomado su desayuno me había hecho seguirle a todos los lugares que caminaba. Se Aseguraba de que no escapará ni que le asesinara.

No sé si yo era capaz de hacer eso con alguien. Estaba perdido en mi mundo hasta que él sacó un vestido del armario.

— "Quiero verte con esto puesto." — Me lo lanzó.

Lo extendí. Era un vestido blanco de bodas. Me lanzó unas medias negras.

— "¿Que es esto?"

— "¿No me escuchaste? Quiero que te lo pongas, como te trate bien y no te gustó entonces voy a trate mal como te lo mereces, él te humilla, pone a tu familia en mala posición y corres con él."

— "¿Que debe de importarte eso?"

Se acercó a mí para mirarme fijamente.

— "Quiero que te metas al puto baño y te lo pongas para mí. Ahora." — Dijo.

No podía discutirle o sabía lo que podía pasarme. Me levanté con el vestido, y con las medias en mano hasta el baño.

— "Esto no me sirve."
— "Sí lo hará." — Respondió.

Me terminé de meter al baño y entre lágrimas me desnudaba para comenzar a ponerme el vestido. Esto era lo peor, me coloqué el vestido para mirarme en el pequeño espejo. ¿Qué demonios es lo que estaba haciendo?

Me coloqué las medias, y al terminar salí.

— "Te ves hermoso, bebé. Ahora colócate esto." — Me lanzó unos tacos.

— "Nunca he usado algo así."
— "Siempre hay una primera vez. Vamos, úsalos."

¿Porqué demonios no le asesinaba mientras dormía? Intenté entrarme los tacos, pero no me quedaban.

— "Lo siento. No me sirven."
— "Entiendo. De todas formas déjame ver tus piernas."

Subí el vestido para que viera mis piernas.

— "Date una vuelta. Lenta."

Comencé a girarme de espacio.

— "Vas a consumar nuestro matrimonio." — Comentó poniéndose de pie y caminando hasta mí.

— "¿De que estas hablando?"
— "Vamos a tener sexo."

Me quedé en silencio. Con su arma levantó un poco el vestido, haciéndome sentir el cañón en la pierna, me tomó por el cuello y me besó.

Besó mi cuello y los besos que antes me parecían lleno de amor y dulzura en ese momento solo me causaban asco. Deslizó su mano hasta mi cintura por debajo del vestido.

— "Al menos quítame el vestido."
— "No. Eso me da más emociones."

Me tomo del brazo para llevarme hasta el gavetero de la habitación frente al espejo. Comenzó a manosearme, sus manos se deslizaban por todas partes, succionó mi cuello.

— "no me dejes marcas."
— "No me digas que hacer."

Me inclinó hacia adelante y me subió el vestido para bajar mis calcetines. E introducir su dedo en mí de una forma cruda.

Mis ojos se llenaron de lágrimas pero él solo continuó jugando con sus dedos hasta que lo sentí introducirse en mí. Respire hondo, y el me sujetó del pelo mientras me penetraba fuerte.

Mis lágrimas comenzaba a rodar por mi mejillas, hasta que ví una silueta en el espejo, era Jared. ¿Como me había encontrado? Justo en ese momento me giré de frente a él para besarlo y que no se atreviera a mirar el espejo.

ME ENAMORÉ DE UN DESGRACIADO.Where stories live. Discover now