Capítulo 29

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Desperté como todas la mañanas, o bueno, eso creía ya que al darme una pequeña vuelta pude sentir la suave piel de Perséfone junto a mí, estaba dormida aun, se veía tan hermosa y dulce. Me quede un rato mirándola, pensar que lo de ayer paso, fue algo extraño, no podía ser que la misma chica dulce y tierna fuera la misma chica tan sexy y erótica de ayer, de cualquier forma, amaba con locura a ambas.

Vi como lentamente ella abría los ojos, sin duda había tenido un buen sueño, su cabello desarreglado y su cara somnolienta la hacían lucir verdaderamente hermosa, estaba muy embobado mirándola que ella se dio cuenta y un gran sonrojo se dibujó en su rostro.

-Buenos días – dije para tratar que ella no estuviera tan nerviosa – espero que hayas dormido bien – la mire y sonreí

-Buenos días – hablo – la verdad es que si dormí bien, aunque tengo un par de dudas ¿Dónde están Eros y Artemisa?

-No había pensado en eso – mire hacia la puerta – tenemos que vestirnos rápido y ver si es que están aquí.

Nos vestimos de manera rápida, ella aún estaba nerviosa frente a mí, era algo extraño, nos habíamos vistos desnudos y observamos nuestros cuerpos en su máximo esplendor ahora le daba algo de vergüenza. No la iba a presionar, ella tiene que entrar en confianza sola, solo espero que no se arrepienta de lo que paso y menos que no le haya gustado.

Salimos del cuarto, con algo de miedo porque no sabíamos si es que ellos estaban aquí, salimos dando pasos pequeños y ella bajo las escaleras, verificó que no hubiera nadie, entonces me dijo que podíamos estar tranquilos.

-Vamos al cuarto de Eros, tal vez este durmiendo o algo así – dijo ella – no creo que se moleste por eso.

-Claro, solo espero que haya llegado hoy en la mañana, ayer hicimos mucho ruido – di una sonrisa ladina y provoque que se sonrojara

-No digas eso, es vergonzoso – dijo dándome un pequeño empujoncito – además no sabemos si él está aquí.

Seguimos caminando por el pasillo hasta llegar a la habitación de Eros, era algo grande y estaba un poco desordenada, pero se veía muy original y hermosa.

-Parece que no está, estamos solos otra vez – me hizo una señal para pasar – espero que aun tenga las llaves que le di de mi auto – se puso a buscar algo en una pequeña caja.

-No creo que estar en su habitación tanto tiempo sea bueno – me senté en la cama – al menos a mí no me gustaría eso.

-No te preocupes, ambos nos tenemos mucha confianza – en sus manos tenía unas esposas con felpa en los bordes - ¿Por qué tiene esposas? No sabía que había estado en la cárcel – me miro.

Ella pensaba que las esposas solo tenían una utilidad, era muy tierna verla preguntar algo así con tanta inocencia y confianza.

-Esas no son ese tipo de esposas – reí y me sonroje un poco – tal vez luego te enseñe para que sirven – me reí un poco ante aquel comentario que lance sin pensar mucho en eso – debemos irnos, deja eso en su lugar por favor.

-Si claro – me siguió y cerró la puerta del cuarto de Eros, bajamos a preparos algo para desayunar y de la nada se escuchó un golpe en la puerta, fue extraño por lo que fui yo quien salió a ver que estaba pasando.

Abrí la puerta y vi un periódico en la puerta de la casa, al parecer habían tirado el periódico directamente a la puerta, pero no solo eso, sino que también vi un par de autos de las noticias, también pude ver las luces de las cámaras tomándonos fotos.

Cerré la puerta de un portazo, mire a Perséfone y ella parecía algo asustada, no le dije nada, solamente me fije en la portada del periódico, estaba algo intrigado por eso. Pero me lleve una gran sorpresa cuando vi que el encabezado decía: El rey del inframundo es visto con una bella muchacha ¿será otro amorío?

-Que estas mirando – hablo mientras me quitaba el periódico de las manos – esto es malo, muy malo – volvió su mirada en mi

-No sé cómo, pero voy a tratar de arreglarlo – di un paso hacia ella – tratare de hacerlo, solo dame tiempo – ella parecía asustada.

-Si mi madre ve esto, probablemente quiera venir a matarte – bajo la mirada – o tal vez a mí – no había pensado en eso – esperemos que esto no llegue hasta ese lugar

Ella tenía mucha razón, tal vez las noticias demorarían un poco, pero llegarían de todas maneras, con un poco de suerte se demoraría un mes, tal vez mucho menos, solo era cuestión de esperar si es que ella se enterara. Y eso que ahora tenía una foto mía saliendo de su casa, no necesitaba más pruebas que esas, era obvio que también lo iban a poner en las noticias.

No sé cómo no pensé en eso, pero tenía que arreglarlo, debería llamar a Hécate y decirle sobre esto pero no sé cómo lo tome, yo entiendo que a Perséfone no le gustaría que ella sepa lo que paso, pero era la única opción

1 mes después:

Por fortuna Hécate pudo solucionar ese problema de las fotos, aunque solamente la que me tomaron en casa de Perséfone ya que era propiedad privada y no un lugar público. Su madre no dijo nada, al menos por ahora, no sabemos si es que la ha visto, solo queda un encabezado al dominio público, estamos muy atentos en que no nos vean en público. Más que nada lo hacemos por su madre, ya que todos nuestros amigos saben que estamos saliendo de una manera formal y hasta algunos de los trabajadores de la empresa lo saben o se están esparciendo algunos rumores que no pienso tolerar más.

Peroa ella no le molesta, no quiere que les hable de eso, pero puede que también diganotras cosas sobre ella y es lo que no quiero, que la tomen como algo que no es ocomo que piensen que otra vez, es solo algo momentáneo. Esta vez quería hacerlas cosas bien y no solo basar nuestra relación en atracción física y sexual,ella era mucho más que eso para mí, yo haría cualquier cosa por ella sin pensarlo dos veces, por ella daría todo.

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Tengo una pequeña pregunta al respecto del libro, la verdad es que ya se me esta haciendo muy largo, tiene 30 partes. Y la verdad pensé que solo tendria 25, me pase y eso que aun no termina. ¿quieren que continúe escribiendo aquí o hago otro libro y lo continuo?

Espero que el capítulo les guste y también que puedan responder a mi pregunta UwU

Siempre estaré contigo | Hades x Perséfone |Where stories live. Discover now