Capítulo 30

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Narra Perséfone

No falta casi nada para que la carrera por la inmortalidad de inicio, estaba muy asustada, aun no dominaba muy bien mis poderes y estábamos a casi una semana de ella. Hades ha tratado de hacer algunas cosas para que yo no participe, pero es inútil, es Zeus directamente el que maneja eso, de ser otro dios, tal vez Hades podía ayudarme, pero no es el caso.

-¿En que estás pensando? – un vos detrás mío me saco de mis pensamientos – espero que sea en mi – toco mi hombro

-Obviamente estaba pensando en ti, pero no es solo eso – dije algo nerviosa – es que aún no puedo controlar bien mis poderes – solté apenada por lo que había dicho

-Bien, haremos algo sencillo para que tengas más confianza en ti misma – Hades señalo el jardín – vamos y veras que lo dominas muy bien – agarro mi mano y me guio hasta su jardín, como si fuera la primara ves que estoy en su casa.

Hades tomo un mes de descanso para pasarlo conmigo, me pareció muy tierno, ambos teníamos mucho de lo que hablar por estos días, no habíamos tocado el tema de la carrera como tal, pero él dijo que hablaríamos de eso después.

-¿Qué se supone que me enseñaras ahora? – estaba muy ansiosa por lo que el haría conmigo, últimamente era muy tierno.

-¿Ves ese pequeño arbolito? – Sonrió y me miro – quiero que lo hagas crecer del tamaño de la casa

-¿Estás loco? La casa es muy grande, no podré hacerlo – nunca había hecho crecer algo tan grande – sabes que me da miedo no poder hacerlo – hable casi que en un berrinche

En un rápido movimiento Hades, que estaba detrás de mí, me tomo de la cintura y me hablo al oído casi que en un susurro

-Tu puedes hacerlo – aquellas palabras y su aliento cerca de mi oreja hizo que me sobresaltara de sobre manera y aquel árbol que en un inicio era pequeño, creció y floreció.

Escuche que una risa salió de su boca, acompañada de una pequeña caricia en mi muslo izquierdo, su tacto era muy suave y hasta se podría decir que placentero. Este pequeño entrenamiento se volvió más que eso, no esperaba que el hiciera eso, pero una voz nos interrumpió.

-Hades, quita tus sucias manos de Perséfone – Hécate había entrado sin pedir permiso – necesito que las pongas en este contrato – ella soltó una sonrisa al vernos a ambos sonrojados – luego continúan, necesito tu firma.

Ellos dos fueron a la oficina que Hades tenía en la casa, dejándome sola por un momento, el cual aproveche para poder practicar n poco más. Quería hacer crecer más el árbol, "concéntrate Perséfone, tu puedes" me decía a mí misma mientras que en un rápido movimiento estire el brazo hacia aquella planta. Casi al instante creció mas, ahora solo tenía que controlar el tamaño, tenía que hacerla crecer tanto como la casa de Hades, parecía simple y para mi sorpresa así fue.

-Te dije que ella podría hacerlo – escuche la voz de Hades desde el marco de la puerta – Koré es más fuerte de lo que aparenta – me guiño el ojo

Al final Hécate se quedó a cenar con nosotros en casa de Hades, hablamos de muchas cosas pero nunca tocamos el tema de la carrera, parecía que a todos en la mesa nos incomodaba ese tema y en especial a Hades, lo que pude deducir por algunas de sus expresiones durante la cena.

Hoy sería la primera vez que, de muchas, que me quedaría a dormir en la casa de Hades y eso me emocionaba mucho, aunque Eros me había explicado lo de las esposas y tenía algo de miedo porque Hades me dijo que luego me mostraría para que servían.

-Bueno, gracias por la comida – Hécate hablo mientras se limpiaba con una servilleta – espero que disfruten su noche – hasta yo note que eso fue con doble intención

-Hécate, estas asustando a Perséfone – dijo Hades – además eso no te incumbe

-Me incumbe cuando soy yo quien tengo que resolver sus problemas con los camarógrafos – Hades la fulmino con la mirada – bueno, ya me voy

Acompañe a Hécate a la puerta y vi cómo se alejaba de ahí, no sabía a donde se iba pero espero que le valla mejor que a mí. Cuando entre a la casa pude ver como el dios más temido de entre todos estaba lavando los platos mientras tarareaba la letra de una canción que parecía ser romántica, sin duda era algo que recordaría siempre.

-Hoy fue muy divertido – abrí una ventana por el calor – espero que así sea hasta que – me quede callada, sabía que si lo decía seria incomodo

-Empiece la carrera – dijo dejando el ultimo plato en el secador – Perséfone tenemos que hablar de eso, no me gustaría hacerlo, pero es necesario – sus palabras me helaron la sangre, se escuchaba muy serio.

Ambos nos sentamos en el sofá, estábamos algo incomodos, por primera vez decidido hablar yo primero, tenía miedo pero podía lidiar con eso.

-Lo siento, sé que no soy lo suficientemente fuerte como regresar con vida de ahí, pero te prometo que tratare de hacerlo, cueste lo que cueste – hable al borde de las lágrimas – perdón por no ser tan fuerte, perdón por hacer que te enamoraras de mi aun sabiendo que probablemente iba a morir, soy una completa idiota.

-Eso no es cierto Koré – Hades me abrazo y ese fue el punto de quiebre para soltar las lágrimas – yo me enamore de ti aun sabiendo lo que podría pasar, pero también sabía que podía evitar que eso pasara y ambos decidimos tomar ese riesgo – nos miramos a los ojos y el limpio mis lágrimas – deja de llorar, no me gusta verte de esa manera, además tu si eres fuerte, es solo que no eres capaz de verlo por ti mima – hizo una pequeña pausa – te amo – tomo mi mejilla – más que a cualquier cosa en el mundo – se acercó más a mí – no lo olvides – y por ultimo me beso, como si fuese la última vez que lo hiciéramos.

Aquellas palabras me tomaron por sorpresa, no sabía cómo reaccionar, estaba muy sorprendida por sus palabras, simplemente le seguí el beso, hasta que nos separamos y lo único que salió de mi boca fue algo que yo enserio sentía, amor.

-Yo también te amo 

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Esperó que me hayan extrañado UwU

Por sus comentarios, decidí que continuaría escribiendo en este libro.

Quería hacerle una pequeña pregunta para conocernos mas entre nosotr@s:

¿De que país son?

Siempre estaré contigo | Hades x Perséfone |Where stories live. Discover now