Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 50

Aquella tarde había sido una de las mejores que Clarisse había tenido desde hacía mucho tiempo. Ver a Cedric mejor era de las mejores cosas que le podían estar pasando.
El chico aún estaba muy débil, en especial de las piernas, así que tenía que pasar la mayor parte de su tiempo sentado. A pesar de todo, ella no se había alejado de su hermano en ningún momento.

El tiempo estaba pasando las rápido de lo normal y ella deseaba que pudiera durar más, pero por obvias razones le era imposible. Ella se estaba arriesgando y también arriesgaba a su familia al estar ahí. Quedaban pocos minutos para que ella tuviera que irse, así que se levantó del sofá en el que estaba sentada junto a Cedric y tomó el pequeño presente que le había llevado.

—¿Que es? —Cedric le preguntó con curiosidad.

Clarisse sabía lo mucho que a su hermano solían gustarle las cosas muggles, así que se había aventurado con Tonks a Londres en busca de algo que le pudiera gustar. No había mucho que le llamara la atención o que pudiera funcionar debido a la magia, así que se decidió por una caja con diferentes dulces muggles, además de un anillo bastante lindo que le había gustado.

—Se que no es mucho, pero espero que te guste —Clarisse le dió el pequeño paquete.

El rostro de Cedric se iluminó en el momento en que abrió la envoltura. Sus padres no tenían nada en contra de los muggles, pero ellos tenían prohibido consumir o tocar algo que tuviera que ver con ellos. Clarisse no sabía la razón por la que lo hacían, pero ya no le daba importancia.

—Esto es perfecto, gracias pequeña —Cedric se colocó el anillo y abrió la envoltura de un caramelo que no había probado jamás— me siento mal por lo poder darte nada.

—No te preocupes por eso, será después —Clarisse le sonrió al ver como disfrutaba su pequeño obsequio.

—¿Sabes algo de Cho? —Cedric le preguntó de la nada.

—¿Quieres que te diga la verdad? —Clarisse le preguntó con incomodidad.

—Supongo que no es algo muy bueno —Ced hizo una mueca.

—Esta detrás de Harry ahora... además se comporta diferente desde que ya no estás —Clarisse le dijo con suavidad, pues no quería hacer sentir más mal a Cedric.

—Tenía que avanzar, aunque tengo que admitir que no pensé que lo hiciera tan rápido —Ced le dio una sonrisa, pero fue notorio que era falsa.

—Lo siento por eso, Ced... pero eres muy guapo y cuando regreses a casa encontrarás a otra chica más guapa —Clarisse le tomó las manos y les dio un apretón— tienes muchas cosas por vivir aún, así que esa debería ser la menor preocupación que deberías tener.

Cedric se quedó en silencio por un largo rato, tanto que Clarisse pensó que el chico se había quedado dormido, aunque por obvias razones no era así. Clarie no quería decirle cómo estaban realmente las cosas haya afuera para evitar que se sobresaltara más, además de que era notorio que las cosas empeorarían en cualquier momento.

—¿Cómo van las cosas con Bill? —Cedric le preguntó de la nada.

—Estamos bastante bien, aunque como todas las parejas tenemos un par de problemillas que ya resolvimos —Clarisse le respondió con suavidad.

—¿Te sigue tratando bien?... espero que así sea, porque si no lo perseguiré hasta el fin del mundo para acabar con él —Cedric dijo bromeando, pero Clarisse sabía que muy en el fondo era algo completamente real.

—Lo hace, más que antes —Clarisse le sonrió a su hermano.

—¿Tú y él ya...? —Cedric comenzó a ponerse rojo— ya sabes a qué me refiero.