Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 113

La reunión de la Orden era más necesaria que nunca y a pesar de que no todos los miembros querían salir de sus casas habían sido de alguna manera obligados. Gracias a la Pottervigilancia habían estado enterados de cosas que ni siquiera sabían aunque fueran mínimas, pero gracias a ello se habían dado cuenta de cómo estaban sucediendo las cosas dentro de Hogwarts para todos aquellos estudiantes que seguían asistiendo. Madame Pomfrey le había comentado a Clarisse que por seguridad de todos era mejor que no asistiera más y a pesar de que ella había puesto resistencia no le había quedado más opción.

Conforme los miembros de la Orden iban llegando, el silencio que llenaba La Madriguera cada vez era más incómodo, todo lo contrario a cómo solía ser al inicio. Según lo que se habían enterado, habían capturado a varias personas conocidas, pero aún no tenían idea de quién se trataba. Sirius llegó, con el cabello un poco más corto que de costumbre y con un porte que no se le había visto en años, pero así también tenía una enorme mirada de tristeza por la ausencia de los su ahijado, una de las pocas personas que le importaban.

Remus llegó, más pálido y cansado de lo normal. Días antes había llegado de una misión de varios días, pero por lo que parecía no le había ido tan bien como se esperaba. Lo único que alegro a todos por un momento fue ver la enorme barriga de Tonks.

—Te sentó bien el embarazo, querida —Molly halagó a Tonks mientras le colocaba una mano en el estómago.

—Gracias Molly, incluso puedo jurar que me siento mejor que antes —Tonks comentó con amor, mírandose a si misma.

—¿Puedo...? —Clarisse preguntó, con intención de tocar.

—Sabes que no tienes que preguntar en lo absoluto. Estoy segura que Edward amara los cariños de su familia —Tonks le respondo. Eso solo hizo que Clarisse sonriera ampliamente. Había conseguido una familia preciosa a pesar de no ser de sangre.

—¡Oh! —Clarisse exclamó con asombro cuando sintió una fuerte patada.

—Eso significa que le caes bien. Es bastante fuerte cuando algo le agrada —Tonks respondió con gracia, aunque haciendo una mueca por tanto movimiento— aún le faltan un par de meses y ya está enorme, ya me imagino como será.

Clarisse estaba sorprendida al ver aquello, pues jamás lo había visto con alguien cercano. En San Mungo habían llegado varías embarazadas, pero jamás nadie que ella conociera. Era algo tonto, pero era gracioso y entretenido ver los movimientos que hacían desde adentro. No podía siquiera imaginarse que se debía sentir aquello.

—Bill, cariño. Ven a ver esto —Clarisse le comento mientras todos reían al ver los cambios que tenía Tonks físicamente debido a sus hormonas metamorfomagas.

—Este pequeño será bien recibido por todos —Bill comentó con gracia al notar como el cabello de Tonks se hacía más corto hasta dejarla calva.

—Lo más seguro es que será igual a su madre —Charlie comentó mientras se reía— les dará muchos dolores de cabeza.

—No era tan mala —Tonks se defendió.

—Lo gracioso de la situación es que todo lo malo que hacías era sin querer —Charlie sonrió, mirando a todos en la habitación para ver si estaban escuchando— el día que nos graduamos de Hogwarts, Nymphadora se tropezó cuando Dumbledore la llamó. ¿Saben de donde se sostuvo?. ¡De su barba!

—¡No cuentes eso, Charlie! —Tonks estaba avergonzada en ese punto, en especial cuando los que estuvieron presentes confirmaron aquello.

—Muy tarde, porque tengo mas cos...

—Dora...

—¿Mamá? —la chica se dio media vuelta. Muchos no se habían dado cuenta de cuando había llegado Andromeda.