Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 83

—¿Estás seguro de que te sientes bien? —Clarisse le preguntó a Bill con preocupación mientras veía cómo terminaban de arreglarse.

Bill estaba mejor sobre el asunto con su rostro, incluso había aceptado muy bien su nueva apariencia. Clarisse lo había ayudado a que lo viera como algo genial, pues aunque el no lo sintiera así al principio, para ella lo era. Ese día la había invitado a una cita, pues tenían mucho tiempo que no tenían una.

—Me siento muy bien, preciosa. Tú tranquila —Bill le guiñó un ojo.

Ella asintió y tomó su ropa para darse un baño. Tenía que admitir que estaba bien emocionada por aquello, pero aún le preocupaba que Bill pudiera sentirse mal mientras lo hacían.
El regreso de Clarisse con Krax había sido bastante genial, pues a pesar de que el elfo estaba bastante tímido al principio se había llevado bastante bien con Molly, pues había decidido ayudarle a limpiar y a cocinar. La señora Weasley no quería aprovecharse de él, pero el pequeño insistía tanto que era difícil decirle que no.

Clarisse había hablado con Krax sobre lo que quería hacer ahora que estaría con ella, así que el elfo había decidido ir con Dobby y Winky a Hogwarts para trabajar en las cocinas. El elfo no quería dejar a su ama del todo, así que había quedado en visitarla varias veces a la semana.

Después de que Clarisse terminó de ducharse y salió del baño, se percató de que Bill no estaba, así que supuso que bajó para estar un tiempo más con Molly. Tenía poco tiempo para arreglarse, así que solo se colocó un lindo vestido y se maquilló levemente, porque la mayoría del tiempo solía olvidar que llevaba sombras y se tallaba los ojos. Se miró varias veces al espejo para ver si todo estaba bien y salió de la habitación. Pensó que tendría que buscar a Bill, pero para su sorpresa la esperaba al pie de la escalera con una enorme sonrisa en el rostro.

—Estás hermosa... jamás me cansaría de verte —Bill le dijo suavemente cuando ella estuvo en el último escalón— ¿como es posible que estuve a punto de dejar ir tal belleza?

—Bill, no pienses en eso —Clarisse sintió como su hombre le pasaba ambas manos por la cintura— y déjame decirte que te ves muy guapo, sin duda alguna cada día me enamoro más de ti.

Bill y Clarisse hicieron contacto visual. El amor que ambos irradiaban era notorio, tanto que podían sentir aquella atracción en cada toque, en cada mirada y en cada beso. Clarie estaba tan feliz de haber encontrado a su alma gemela después de tanta tristeza. Amaba a ese hombre y no dejaría que se fuera nunca más.

—Deberíamos irnos ahora, tenemos que ir a un lugar —Bill le dio un beso en la nariz y se separó de ella, para después tomarle la mano.

—¿A donde me llevarás? —ella preguntó con curiosidad.

—Es una sorpresa. Espero que te guste —Bill le dijo con ternura.

Ambos salieron de La Madriguera tomados de la mano, aunque no sin antes estar preparados para cualquier tipo de ataque que pudiera haber afuera. Después de que estuvieron lejos de todos los hechizos de proteccion de la casa desaparecieron.
Clarisse sintió la típica succión desde el ombligo y todo a su alrededor dando vueltas. Cuando sus pies tocaron el suelo se llevó la mano a la frente. Eso siempre la mareaba.

Después de unos segundos levantó la mirada, dándose cuenta que estaban en una playa. Clarisse solo había ido una sola vez cuando tenía catorce años, así que estaba impresionada ante tal vista. El sol golpeaba con fuerza y las olas hacían un sonido que le parecía precioso. A lo lejos pudo notar una pequeña tienda con dos cojines acomodados de tal forma que ambos pudieran sentarse juntos.

—¿Que te parece? —Bill le preguntó con emoción mientras le jalaba la mano con delicadeza, haciéndolos avanzar.

—Estoy impresionada. Esto es hermoso —Clarisse chilló, haciendo que Bill sonriera con ternura.