A la Fuerza (Jacob Elordi y Tú)

CAPÍTULO 1| BODA O MUERTE

- Aquí está mi profesora favorita!-- dijo el siempre amable Ingeniero Nahúm Doumet-- ¡Cómo te aman los niños y los padres eh!

- Ingeniero, muchas gracias por sus palabras-- sonreí

- Gracias a ti mi querida ________. Esta institución te debe mucho. Gracias de verdad por tu entrega-- dijo el ingeniero tomando mis manos.

- Este reconocimiento no me lo esperaba ingeniero, pero seguiré dando lo mejor de mi por esta escuela y por mis estudiantes.

- Así es como se habla. Bien hecho!-- mencionó por última vez el hombre más poderoso de mi país. Tiene muchos negocios que han prosperado por sus innumerables donaciones benéficas. Es por eso que Dios lo ha hecho prosperar.

- Hija mía!!-- dijo mi padre. El comisario de la ciudad.

- Papá!!-- lo abracé

- No pude venir desde el principio pero escuché las últimas palabras del señor Nahum. ¡Cuán orgulloso estoy de ti mi cielo!

- Gracias papá, esto es por mamá y por mi hermano. Ellos en el cielo estarán felices de esto también.

- así es hija.

Luego de la celebración, una de mis amigas se acercó.

- Evelyn!-- dije-- ¿qué te pasa? Te veo algo preocupada.

- Amiga, primero deja que te abrace y te felicite. Ya quisiera yo que en algún momento me den un reconocimiento.-- me abrazó fuerte.

- Lo harán. Eres una profesora impresionante. Ahora dime ¿qué te ocurre?

- No quiero que te preocupes pero no me he sentido bien desde hace días y me preocupa porque mañana sábado tengo el programa de alfabetización a adultos mayores. Una parte de mí quisiera quedarse en casa y descansar un poco y otra parte me exige cumplir con mi obligación.

- Pero ¿qué dices amiga? Yo te voy a reemplazar mañana. Envíame por mensaje de texto todo lo que tengo que impartir mañana y yo lo hago.

- no quiero que te molestes

- No es ninguna molestia, además sé que tú harías lo mismo por mi ¿no?

- Claro que sí-- me abrazó Evelyn y así fue.

***
Al día siguiente, sábado; fui a la escuela para darle clases a los adultos mayores pero no vino nadie. Justo antes de irme, llegó un señor que no se sentía muy bien.

-¿se encuentra bien dije

- Vengo por las clases!-- me dijo el señor.

- Oh! Es que ya terminó el horario pero....venga....vamos a darle clases a usted.

Justo antes de entrar a la escuela con el señor, un carro totalmente oscuro llegó y llevó al hombre a la fuerza y a mi también.

Nos envolvieron la cabeza y nos golpearon las costillas para no decir absolutamente nada, para no gritar, no tratar de escapar, no hacer nada.

Escuchaba cómo le gritaban al hombre mayor al cuál le iba a dar clases.

- TE METISTE CON LA GENTE EQUIVOCADA! HABLA!!! DI DÓNDE ESTÁ LA CARPETA!!-- gritaba uno de los hombres y yo temblaba de miedo.

Sentía que iba a morir en manos de esos maleantes. Mi desesperación se iba transformando en un llanto muy audible y enfurecía a los captores.

- CÁLLATE SI NO QUIERES MORIR AQUÍ MISMO PROFESORA-- me gritaron muy cerca del oído.

Cerré los ojos con fuerza y clamé al cielo no morir.

Sentí luego que el auto en donde nos llevaban daba saltos pequeños como si estuviera rodando sobre caminos de piedras. Pensé en mi ciudad y sólo las afueras de la misma tiene estos caminos. "Nos van a matar"-- pensé