A la Fuerza (Jacob Elordi y Tú)

CAPITULO 8| TE QUIERO A TI

- Hellen está en la cocina. La presión la tiene por el piso. Parece que no soporta la idea que Adrián haya traído un hijo con la que fue empleada de esta casa.-- dijo Jenny para nosotros y me costaba creer que ella sea parte de este show.

- Adrián-- Jacob se separó de Jenny--¿estás bien?

- si-- dijo triste

- Lo que necesites, sabes bien que cuentas conmigo.

- Lo sé Jacob. Gracias.

Jacob salió con Adrián a conversar en el patio de la casa cerca de la piscina y enfrenté a Jenny.

- Ése no es el hijo de Adrián-- apenas dije Jenny me tomó del brazo con fuerza y rápido salí de su agarre.

- Cállate! ¿O es que acaso quieres gritarlo?

- ¿dónde está Gabriela?

- está en su habitación y no quiero que la molestes.-- me dijo y la miro con decepción-- No me mires así. Tú no sabes nada de mi ni de lo que he tenido que pasar con los hijos que Dios me envió. Nunca podrás entenderme porque no eres madre, el día que lo seas, entenderás mejor.

- Eso lo dudo-- dije y subí a la habitación.

Estando ahí recibí una llamada de mi padre. Su caso se había resuelto. El tipo que había confesado en contra de él ahora se retractó y le devolvieron la placa.

En ese momento entró Jacob.

-era mi padre-- dije porque me vio con el celular-- ¿fuiste tú verdad? Fuiste tú quien arregló todo esto.

- No sé de lo que hablas.

- Sabes bien de lo que hablo. Fuiste tu quien obligó al tipo a retractarse. Por eso te perdiste hoy 2 horas.

- yo no me pierdo, yo tengo cosas que hacer y las hago.

- claro. Ya sé por qué lo hiciste.

- Ilústrame

- Quieres que mi padre tenga una deuda contigo y así evitarás que te encarcele en algún momento. Pues déjame decirte que eso no va a pasar. Si él descubre algún delito tuyo te aseguro que te va a meter en la cárcel sin importarle nada.

- Terminaste?

- Ya sé! Te vas a ir! Como siempre. Te vas, solo te la pasas en la calle y vienes a dormir. Oh no! A darme órdenes y dormir.-- sin que pudiera estar advertida, vino hasta mí y me dejó acorralada entre sus brazos voy mi espalda en la pared.

- ¿y tienes algún problema?-- preguntó muy cerca de mi rostro. Su aliento golpeó mi boca y en lugar de sentir miedo, rabia, angustia, decepción y todo aquello que él suele provocar en mi; sentí mariposas en el estómago.

La gente cree que los malos son feos y apestan, o al menos eso creía yo; y me equivoqué. Tengo al más guapo de los malos justo frente a mí, observando cada detalle de mi cara al igual que yo la de él.

Pero, ¿sentirá las mismas mariposas? ¿Percibirá que algo anda mal conmigo ahora mismo? Porque siento ganas de besarlo o que suceda al revés.

- ¿ninguno verdad? Eso mismo creí. No te metas en el papel de esposa, porque no lo eres.-- se alejó mirándome con desprecio.

- no lo hago-- aclaré para dejar intacta mi dignidad.

****
Al día siguiente, al bajar a desayunar felicité a Adrián por ser bueno y evitar que Jacob acabara con su propia hermana.

No pude ver a Gabriela porque estaba en el cuarto y la comida se la llevaban hasta la habitación y nadie sentía curiosidad por verla.

-¿te vas?--le dije a Jacob cuando lo vi en el cuarto.--No has desayunado.